El escenario era el Defensores del Chaco, repleto de hinchas paraguayos y de un gran número de hinchas del Ciclón. El terreno era extenso, para recorrelo con inteligencia y velocidad; algo que era beneficioso para los de Boedo, quienes contaban con Villalba, el jugador más rápido del campo.
Los paraguayos no tardaron en plantar su idea de juego desde el minuto uno: "la responsabilidad es de los visitantes, nosotros buscamos la equivocación, la grieta del sistema defensivo. Mientras nos dedicamos a aguantar." Ese diálogo, entre ambos sistemas tácticos, se llevaba adelante en el centro de la cancha, zona caliente, en donde se loteaban los espacios para los ataques.
Nacional intentaba conectar con sus delanteros a partir de pelotazos frontales, ejecutados desde la defensa. Con eso superaba la línea de los mediocampistas, y jugaba al mano a mano desde arriba con los defensores centrales.
A los 27 minutos, el arquero de Boedo tuvo una mala jugada en un córner, en el que calculó mal y casi pierde el cero en su arco y, también, a varios hinchas del Ciclón.
Sin embargo, a los 30 minutos, Emmanuel Más sacó un violento remate, que dio en el palo izquierdo, gracias a que el arquero Don la desvió en el camino. Esa chance dejó tambaleando a los locales.
La primera etapa dejó zonas marcadas en las que ambos equipos podían profundizar en la segunda parte: San Lorenzo había mostrado debilidad por arriba y Nacional por los costados.
La segunda etapa arrancó bien para el Ciclón. Villalba recibió la pelota en el costado derecho y mandó un centro al corazón del área, que Mauro Matos empalmó con mucha precisión y marcó el 1 a 0 para los de Bauza.
Con este tanto, los de Boedo tenían la confianza para ir por más. Con Piatti como referencia para crear juego y con Matos, que desconcertaba a los defensores paraguayos. Luego ingresaron Verón y Barrientos, para darle mayor aire y más opciones para el ataque.
El local no mostraba signos de reacción. El libreto que había utilizado durante toda la Copa no le servía, porque enfrente tenía a un equipo compacto, que movía bien sus líneas y que, ante el mínimo espacio, era letal en la zona de ataque.
Los últimos minutos fueron desordenados. Los paraguayos pasaban al ataque sin muchas ideas e intentaba hacer todo lo que no había realizado durante el encuentro.
Sin embargo, San Lorenzo, al replegar sus líneas, le dio la pelota al local y, como quien tira a la suerte, Santa Cruz recibió, luego de un pelotazo al área, el balón y sentenció a Torrico para la sorpresa de los visitantes, que no pudieron cerrar el partido y las cosas quedaron 1 a 1.
PARTIDO DE IDA
Lo tenía: El Ciclón se durmió y Nacional se lo empató en la última jugada del partido
Los de Bauza tenían el partido liquidado, con gol de Mauro Matos, pero sobre la hora apareció Santa Cruz y selló el 1-1
COMENTARIOS