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EDGARD ARAMBURU

El gran maestro de los chicos

Dedicó gran parte de su vida a la enseñanza de fundamentos de fútbol a los chicos de las divisiones formativas de distintos clubes de nuestra ciudad.

Edgard Aramburu marcó una época en las divisiones inferiores de la Liga Deportiva del Oeste. Dedicado desde muy joven a la dirección técnica, rápidamente se dio cuenta que el espacio debía ser de los más jóvenes y que el recambio generacional tenía que ser antes de lo que se venía haciendo históricamente.
“Lo puso en práctica dirigiendo primera, pero luego se dio cuenta que su pasión era formar personas, luego jugadores de fútbol, y se volcó de lleno a las inferiores.
“Yo arranqué jugando al fútbol en Sarmiento. Hice todas las divisiones inferiores. Después de una lesión cuando debuté en primera dejé de jugar. Una lesión que hoy sería como sacarse una muela. En ese tiempo una rotura de meniscos era complicada. El presidente de Sarmiento era Suárez y él hizo todo para operarme en Buenos Aires y sinceramente tuve miedo. Opté por abandonar la práctica activa.
“El fútbol para mi siempre fue algo que despertó iniciativas constantes. Sucedió que en el barrio estaba el bar Artime, en Primera Junta y Alem. Era el epicentro de todas las salidas de los jóvenes de aquella época. Estaba muy en auge  el campeonato de baby fútbol, cinco contra cinco y en Agustín Roca se vivía a pleno en el bar Sanguinetti. Se hizo un equipo de fútbol y por ahí yo en los campitos tenía ese don de ordenar permanentemente a mis compañeros. Y me eligieron técnico del equipo jugadores como Alfredo Visio, quien después jugó en Chacarita, Fosa, Artime, Britos, todos jugaron después en primera. Al equipo se lo llamó As de Espada. En ese entonces había un equipo imbatible, los Fronterizos, donde jugaban los Varela, los Oyarzábal, entre otros.
“Me acuerdo que salían colectivos de Junín a Agustín Roca con jugadores e hinchadas, por ejemplo La Chinche Verde. Era una cosa fenomenal el movimiento de gente.
“Yo era muy amigo de Osvaldo Zubeldía. Para mi fue el Discépolo del Fútbol, porque se adelantaba a todos los acontecimientos, era un visionario. El vivía al lado de mi casa y entre tantas charlas me contaba que en Atlanta –donde estaba en ese momento- había concentraciones de jugadores, la importancia que tenía, etc.
“Y yo concentré el equipo en la quinta de Caivano, cerca de Agustín Roca, en el año 1962. Tuvo una importancia tan grande porque se creó una euforia que después la llevamos a la cancha y salimos campeones.
“De ahí surgí como técnico. El presidente del club Independiente, Eduardo Mattiazzi, quien tenía la publicidad Mebia por las calles de la ciudad , me habló para que vaya a dirigir al club. Mi condición fue que yo le iba a dar la posibilidad a los jóvenes. Independiente siempre andaba por los últimos puestos en ese entonces. Formé un equipo con los hermanos Sottile, Ainchil, Had, entre otros que terminaron triunfando en el fútbol, y terminamos el campeonato primeros junto con Ambos Mundos. El torneo lo declararon desierto por un problema interno de la Liga Deportiva del Oeste.
“Para entonces el  presidente de BAP era el Ingeniero Roqués, quien además era el jefe general de los Talleres Ferroviarios. Él había visto lo que hicimos en  Independiente y me vino a buscar. Yo le puse como condición que quería un trabajo en los talleres. Aceptaron y me fui a BAP pero siempre con el mismo principio de darle paso a la juventud. Había muchos jugadores como Crego, Ibarra, Carini, entre otros, a quienes le hablé de cómo era mi metodología de trabajo. Yo no les iba a prohibir que vayan a practicar, pero quería un equipo con preeminencia de jóvenes. Entonces armamos un equipo que fue campeón del nocturno. Estaban Piedrabuena, los hermanos Frías, Aguilar, los Roldán, Guruceaga, etc. Un montón de valores que a los 16 años los hice debutar en primera.
“Después estuve en Ambos Mundos que es un club que por sentimientos después de tanto tiempo lo llevo dentro de mí. Hay una peña que lleva mi apellido. Es el club que me dio todas las posibilidades de desarrollar un proyecto de trabajo, que tuvo una proyección que me llevó a estar en otros clubes y a dirigir la selección de Junín en el año 1966 por el campeonato Argentino siendo uno de los técnicos más jóvenes en la historia de la Liga Deportiva del Oeste a los 29 años. Era un campeonato donde había muchas motivaciones y la gente viajaba a mansalva. Recuerdo una selección con Dionisio Traverso, Ramón Álvarez, Orlando Corro, Caresani, Varela, Mengón, Lucero, Porato, realmente un lujo de jugadores. Cada acción de estos jugadores en la cancha se transformaba en un mensaje a la cultura deportiva.
“Mi trayectoria siguió en Rivadavia donde seguí insistiendo en los jóvenes, porque sabía que eran el presente y el futuro. Al encontrarme con dificulades físicas en algunos chicos impulsé la creación de un centro médico deportivo en 1976. El médico era don Miguel Dana y trimestralmente se hacían revisaciones médicas. Ahí descubrimos que algunos chicos tenían enfermedades congénitas y tenían que dejar de jugar al fútbol. Después de la revisación le dábamos un carnet al chico que lo acreditaba para poder desempeñarse en cualquier actividad deportiva.
“Después de cuarenta años veo con gran alegría que por disposición del Concejo Deliberante se haya instituído un Consejo Médico Deportivo donde cada chico debe aprobar su aptitud física. Quiere decir que en esa época no estábamos equivocados.
“Luego continué en Mariano Moreno, ahí dirigí primera también. Estuve en River Plate, Irigoyen de Alem, que me dieron la posibilidad de seguir trabajando con los chicos.
“Trabajar con los más pequeños es un fantástico mundo donde uno trata de enseñar aprendiendo. Y la mejor forma son los ejemplos que marcan un rumbo en la vida. La docencia no prepara campeones. Prepara alumnos y los capacita para enfrentar los nuevos desafíos.
“Hoy padecemos el flagelo de la droga que nos imposibilita encauzar el chico en el deporte. Y estamos cambiando la educación por la violencia. Las consecuencias son muy graves. La juventud está sometida a una vida fácil donde las tentaciones son más fuertes que la realidad.
“Yo soy un agradecido a la vida porque me dio la posibilidad de dirigir muchos años en forma ininterrumpida. Yo no me siento el dueño de la verdad, todo lo contrario. La experiencia es importante cuando se recoge, pero mucho más lo es cuando se puede transmitir a otras generaciones”.

Messi

“Es un jugador muy completo y tiene mucho por desarrollar. Cuando Messi tenga el rodaje que tuvo Maradona ahí podría compararse. Pero hacer comparaciones es muy odioso. Son dos grandes en distintos tiempos de la vida. Messi todavía está para seguir creciendo”.

El Mundial

“Hay muy buenas selecciones. Alemania, Holanda, Italia., Inglaterra. Pero Argentina tiene un gran equipo. No se si hay alguno que tenga el potencial nuestro de mitad de cancha hacia arriba, donde cualquiera puede hacer goles, porque en estos momentos concretar cuesta muchísimo y generalmente está supeditado a uno solo. Va a ser un campeonato muy atrapante. El primer partido significa todo, por eso no hay que descuidarse”. 

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