"Ahora, el Ministro Casal anuncia que la policía no portará más balas de goma. Y que no se permitirá la concurrencia de hinchas visitantes. En ninguna categoría.
Hay que avisarle que muchos hechos de violencia se producen entre facciones de una misma hinchada. Y que eso no pasa en un solo club.
Y que también por eso mueren hinchas. ¿Hasta cuándo hablaremos de lo mismo?
No se puede permitir una vez más que alguien muera por el solo hecho de estar en una cancha de fútbol. Si la pelota tiene que dejar de rodar, que deje de rodar.
Basta de hacer negocios con el deporte que se ama en la Argentina. Que se termine de una vez esa gente que quiere destruir a los cientos de miles de personas que lo único que quieren hacer es ir a un estadio de fútbol y ver cómo 22 jugadores, con distintas camisetas, corren atrás de una pelota.
Desde hace mucho, varios (dirigentes de clubes, AFA, Aprevide, "barras", antes TyC Sports, ahora Fútbol para Todos, Policía) piensan en sus propios beneficios y no en la gente, la que labura toda la semana. Que disfruta, sufre y goza con cada camiseta, con "su" club, con los colores de su amor.
Sigan creyendo que no pasa nada, que está todo bien. Total el que paga es el verdadero hincha. El que llora y transpira la camiseta. Su camiseta, la que debe sudar para estar cada fin de semana en una tribuna. Viajando. Pidiendo permisos en el trabajo, cambiando turnos. Para estar, para que el hijo no se quede sin el partido de su club. El verdadero hincha. Ése es el hincha, no esos 40 que se paran arriba de un para avalanchas y que -en muchas ocasiones- después los vemos en otros lados: en actos políticos y hasta en las espaldas de algunos que mandan en el país.
Hubo un día que el fútbol era de los domingos por la tarde. Ya no. Desde hace un tiempo largo, cambiaron los horarios hasta llegar al absurdo de los domingos por la noche para poder competir con un programa político que opina y ve cosas diferentes a la que este gobierno actual no ve o no quiere ver. Y ojo, no sólo éste: tampoco los otros gobiernos no pudieron, no quisieron, o no supieron ver.
Que los clubes están fundidos. Y que necesitan del dinero que la tele les provee y que por eso se acepta todo sin chistar. Y que la tele manda... y que la tele...está visto que "a la tele" mucho no le importa la vida de la gente. Muerto el hincha de Lanús, la jornada siguió como si nada hubiera ocurrido. The show must go on.
Algunos ponen el ejemplo Inglaterra; allí pasaba lo mismo con los hooligans y se los pudo controlar. ¿ Por qué acá no ?.
Muy fácil, ellos eran sólo violentos. Se reunieron todos, (dirigentes, policía, políticos); se pusieron de acuerdo en cuestiones básicas y fin de la historia.
Acá eso es imposible. Acá hay gente de mucho "peso" que hace oídos sordos cada fin de semana. Acá los violentos forman parte de una compleja madeja de poder, corrupción, política y dinero... e hipocresía.
Está claro que no alcanza. Todo lo hecho no sirve ni alcanza. Y tampoco va a alcanzar jugar sin público visitante... No alcanza.
Está claro que es mejor cambiar para que nada cambie. Desde el momento en que alguien muere en una cancha se toca fondo.
Ya hemos tocado fondo. Y seguimos nadando en el barro. Como si nada pasara".
TRIBUNA DEL LECTOR
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