El plantel de San Lorenzo volvió ayer a las prácticas bajo un completo hermetismo, debido a que su técnico, Ricardo Caruso Lombardi, decidió que el entrenamiento fuera a puertas cerradas y sin atención a la prensa.
Con varias ausencias, el grupo de jugadores del Ciclón que superó la Promoción ante Instituto de Córdoba y pudo salvar la categoría, se presentó a las 10 en la Ciudad Deportiva.
Jonathan Botinelli, quien todavía no arregló su continuidad aunque San Lorenzo le hizo una propuesta, no estuvo en la práctica. Tampoco Pablo Alvarado, a quien también se le venció el contrato, pero firmaría en estos días.
Leandro Romagnoli, en cambio, sí se presentó ayer para entrenarse aunque todavía no prolongó su contrato, algo que haría en las próximas horas.
Entre los más de 50 profesionales del club, el Pipi Romagnoli es uno de los pocos que Caruso Lombardi habría pedido mantener. Los demás son Pablo Migliore, Nicolás Bianchi, Julio Buffarini, Enzo Kalinski, Néstor Ortigoza y Juan Manuel Salgueiro.
Dos que volvieron fueron el peruano Giancarlo Carmona, quien estuvo en Alianza Lima, y Fabián Bordagaray, que retornó tras su préstamo en Argentinos Juniors.
El delantero Bernardo Romeo pasó solamente a saludar a sus compañeros, ya que no continuará en San Lorenzo y podría seguir su carrera en los Estados Unidos.
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