Hoy se cumplen tres años del lamentado deceso de Carlos Emilio Ferro, quien tenía 76 años y era muy querido en los cultores de la colombofilia, quienes lo recuerdan con cariño.
Este deporte lo tuvo como apasionado desde su palomar "Don Orlando", ubicado en calle Carlos Pellegrini 964, donde el citado residía junto a su esposa e hijos.
Logró varios premios con las palomas que crió y adoctrinó y que puso a competir en los campeonatos organizados por la entidad que lo cobijó y con la que siempre colaboró, "La Paloma Mensajera" de Junín, entidad a la que se asoció Ferro en 1959.
Además de competir durante más de seis décadas como colombófilo, Ferro fue futbolista en su juventud, defendiendo con pasión los colores del Club Atlético Ambos Mundos, desde las inferiores hasta Primera división.
En lo particular, durante muchos años se desempeñó como taxista, ganándose el cariño y respeto de los usuarios de ese servicio, tarea que continúan sus dos hijos varones, en la parada de calle Winter casi avenida Rivadavia, frente a la terminal de colectivos local.
Carlos Emilio Ferro estaba unido en matrimonio con María Rosa Crauzas y tuvo cuatro hijos, Claudia, Anabella, Adrián y Fernando.
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