San Lorenzo empató 1 a 1 con Racing, ayer, en el Nuevo Gasómetro, en la continuidad de la cuarta fecha de la Copa de la Liga.
Federico Girotti, de tiro penal, puso en ventaja al local, a los 11 minutos del primer tiempo, mientras que Leonardo Sigali marcó la igualdad sobre los 50.
En tanto, el Ciclón se quedó con diez hombres a los 48 de la parte inicial, tras la expulsión del colombiano Rafael Pérez.
Con este resultado, el elenco conducido por Fernando Gago se mantiene en la punta de su zona, junto a Newell's, ambos con 8 unidades, mientras que los de Rubén Darío Insúa ocupan el quinto puesto (6).
El equipo azulgrana, que acumula su tercer empate consecutivo en el certamen, continuará su camino en el torneo cuando visite a Estudiantes de La Plata, en el Estadio Jorge Luís Hirschi, mientras que Racing recibirá a Newell’s, en Avellaneda.
Tras una mano de Gonzalo Piovi en el área y la posterior revisión de Fernando Rapallini en el VAR, a los nueve minutos de juego, el árbitro sancionó penal para el local, que anotó Girotti para abrir el marcador.
En media hora de juego, los locales manejaron los hilos del partido y redujeron el poder ofensivo de Racing que no se encontró en el cotejo. San Lorenzo, a la espalda de la defensa académica, busca lastimar el arco defendido por Gabriel Arias.
Con el correr de los minutos, la visita fue conquistando metros y asedió el área azulgrana en el último tramo de la primera parte. Fruto de esto llegó el gol de Sigali, el capitán de Racing, a los 50 minutos, con un zapatazo de otro partido que se coló en el palo izquierdo de Augusto Batalla, marcó la igualdad final.
El ritmo del final de la primera parte se extendió al inicio de la segunda, cuando Racing impuso condiciones y acechó el área de un San Lorenzo que apostó a salir de contragolpe.
A los 20 minutos, los de Gago tuvieron una clara oportunidad para adelantarse en el marcador: Nicolás Oroz recibió la pelota en el palo izquierdo, metió el buscapié para Maximiliano Romero que, sin arquero, no pudo empujarla y la terminó sacando por error.
A falta de un cuarto de hora para el final, el encuentro se acható y se convirtió en un ida y vuelta sin peligro.
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