El juninense Juan Ignacio Cieri continúa sumando experiencia en el fútbol italiano, esta vez en la región de Abruzzo, en el equipo Real Hatria. El futbolista oriundo de la ciudad llegó hace un mes a su nuevo club, habló con Democracia y dio detalles de una nueva aventura deportiva en tierras europeas.
“Estoy en Abruzzo Hatria, que queda en el centro de Italia, es una región muy linda y futbolísticamente muy pasional, muy parecida al fútbol argentino”, expresó. “Llegué hace un mes y me encontré con gente diez puntos, que me recibió como no me lo esperaba porque uno, cuando va un lugar así, está un poco triste porque está lejos de la familia, los amigos y la gente querida. El presidente y el director deportivo me recibieron espectacular y hasta me fueron a buscar al aeropuerto”, detalló.
El defensor se refirió a la experiencia en el país europeo y al nivel que tiene el fútbol de esa región.
“Este es mi cuarto año en Italia, en los años anteriores estuve en el Sur, donde se juega un fútbol muy agresivo comparado con este. En Abruzzo, se juega con mucha intensidad y hay jugadores de muy buen pie. Me encanta este desafío y estoy muy contento de vivirlo”, aseguró. Además, Cieri realizó una comparación sobre el fútbol argentino y el italiano y mencionó cómo será el calendario de competencias para este año.
“El fútbol italiano y el argentino son muy distintos. En Italia es más lindo para verlo porque se juega a uno o dos toques y es lindo a la vista. El deporte en Argentina es más roce y agresividad, pero el italiano envidia mucho la pasión que siente el hincha argentino y cómo lo vive”, manifestó.
“Se viene un año de muchas competencias. Me estoy entrenando día a día para estar con el plantel porque tenemos uno de casi 40 jugadores, que estamos dispuestos a competir en todo lo que nos toque”, indicó.
Por último, el futbolista juninense contó dónde vivió la final del Mundial de Qatar 2022 y qué sensaciones tuvo con la tercera estrella de Argentina.
“Jugaba ese mismo día que la final del mundo, pero una hora y media antes. Mi cabeza se levantó ese día con una mezcla de emociones porque jugábamos contra un rival que competíamos por los primeros puestos, en su cancha y con su gente. A la vez, quería ver el partido con mi papá. Fue difícil, pero llegué a ver el segundo tiempo”, concluyó.
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