El capitán argentino celebra con Leandro Paredes, tras el final de la tanda de penales.
El capitán argentino celebra con Leandro Paredes, tras el final de la tanda de penales.
CAMPEONES MUNDIALES

Argentina tocó el cielo con las manos: venció a Francia por penales y se consagró en Qatar

Con un Messi en su esplendor, la Selección sufrió, pero terminó levantando la Copa del Mundo, tras derrotar al campeón reinante, en la gran final disputada en el Estadio Lusail. El equipo de Lionel Scaloni fue mejor, pero tras la reacción francesa, necesitó de los doce pasos para dar la vuelta olímpica.

La Selección Argentina cumplió ayer el objetivo máximo: tras gozar y sufrir durante más de 120 minutos, en una final cambiante, que quedará para siempre en la memoria del público futbolero universal, derrotó a Francia por penales en la final del Mundial de Qatar 2022, para levantar el trofeo más preciado, en el Estadio Lusail.

El equipo del entrenador Lionel Scaloni, con Lionel Messi como líder en el campo de juego, fue superior en la mayor parte del trámite, y había hecho los méritos para cerrarlo en los 90 minutos reglamentarios. Pero los franceses, que llegaban a la definición como campeones reinantes desde Rusia 2018, reaccionaron de la mano de Kylian Mbappé y llevaron el partido a la prórroga, y luego a los penales, en donde nuevamente apareció el arquero Emiliano Martínez, para vestirse de héroe, y desatar la locura en el estadio y en todo un país.

El partido arrancó netamente favorable para Argentina. Scaloni sorprendió al DT francés Didier Deschamps con la inclusión del histórico Ángel Di María por la banda izquierda, para enfrentar mano a mano al lateral derecho Jules Koundé. 

Así llegó el primer grito de la jornada, a los 23 minutos, con una jugada de colección del actual futbolista de la Juventus -con pasado en el Paris Saint Germain-, que eludió a su marcador, se metió en el área y el volante Ousmane Dembélé lo derribó de atrás, cometiéndole penal. No dudó el árbitro polaco Szymon Marciniak, tampoco Messi, quien se hizo cargo de la responsabilidad, y engañó al experimentado arquero Hugo Lloris, con su habitual suavidad a la hora de rematar de zurda.

Argentina creció tras la apertura del marcador. Francia no conseguía progresar en el campo y no aparecían sus principales hombres de creación, Antoine Griezmann y Mbappé.

Entonces, a los 36, en una contra letal, la Selección encontró una conexión en el mediocampo entre Messi, Julián Álvarez y Alexis MacAllister, para dejar solo por izquierda a Di María, quien definió con zurda, cara a cara con Lloris.

Deschamps, desconcertado por un desarrollo que no había imaginado ni en sus peores sueños, metió mano prematuramente en la formación: sacó al centrodelantero Olivier Giroud y Dembelé, castigado por la jugada del penal sobre Di María. También prescindió del lateral izquierdo Theo Hernández y optó por reforzar el frente de ataque, con los ingresos de Kingsley Coman, Marcus Thuram y Randal Kolo Muani.

En el complemento, lentamente los franceses comenzaron a emparejar el dominio de las acciones, pero nada hacía pronosticar una remontada. La línea de fondo, con Cristian Romero y Nicolás Otamendi, se mostraban firmes para desactivar cada avance galo. Hasta que, a falta de diez minutos, una corrida de Thuram terminó en un penal cometido por Otamendi y el descuento marcado por Mbappé.

Un minuto más tarde, otra vez apareció Mbappé, en una jugada individual, para rematar con una volea de derecha y ubicar el balón junto al palo izquierdo de Dibu Martínez, para estampar el 2 a 2 y sembrar incertidumbre en el público argentino.

Prórroga con suspenso

El tiempo suplementario parecía perfilarse a favor del conjunto de Deschamps, pero lentamente Argentina fue saliendo del duro golpe del empate sobre la hora y volvió a asumir la protagonismo del juego.

A los 3 minutos de la segunda etapa de la prórroga, Lautaro Martínez, que ya había ingresado para intentar definir el encuentro, apareció por derecha para recibir un pase de MacAllister y rematar con fuerza al primer palo; el arquero Lloris dio rebote y apareció Messi para empujarla, para volver a desatar el grito de alegría con un sabor a desahogo.

Pero, otra vez, cuando Argentina se abrazaba al título, Mbappé apareció solo, para capturar un rebote en el borde del área, remató con derecha y la pelota dio en la mano de Gonzalo Montiel, otro de los ingresados en la parte final.

El juez polaco concedió un segundo disparo desde el punto del penal a Francia y nuevamente Mbappé dio muestras de su jerarquía, para empatar la historia, ya con el tiempo casi cumplido. Y casi lo gana el cuadro de Deschamps en la última, pero apareció Dibu Martínez para rechazar con el pie el disparo de Thuram, para quedarse con duelo cara a cara y llevar todo a la definición por penales.

Desde los doce pasos, Mbappé y Messi no fallaron, pero Coman no pudo con Dibu Martínez, en el segundo disparo de su equipo. Paulo Dybala y Leandro Paredes anotaron los suyos, mientras que Aurelien Tchoumaní desvió su tiro y dejó a la Argentina cara a cara con su tercer título en la historia.

No alcanzó con el descuento marcado por Kolo Muani, porque Montiel, un especialista en penales, selló la victoria y la consagración. Por tercera vez, el fútbol argentino tocó el cielo con las manos. En 1978, como anfitriones, de la mano de Mario Kempes como baluarte; en 1986, con un Diego Maradona inolvidable, en México; y ahora, en 2022, con el ídolo contemporáneo, Lionel Messi.

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