Mañana a las 13 en el Centro de Exposiciones y Congresos de Doha, se realizará el sorteo de los grupos para el mundial de fútbol 2022 de Qatar y el seleccionado de la Argentina será cabeza, ya que está muy bien posicionada en el ranking de la FIFA.
El procedimiento para el sorteo, aprobado por la Comisión Organizadora de Competiciones de la FIFA, dispuso que las selecciones ya clasificadas se repartirán en bombos del 1 al 4 siguiendo criterios deportivos basándose en la Clasificación Mundial Masculina .
Qatar, país anfitrión, ocupará el primer lugar de las cabezas de serie (A1) en el bombo 1, al que se sumarán las siete selecciones mejor clasificadas y los países de la 8ª a la 15ª posición estarán en el bombo 2, mientras que los clasificados en las posiciones 16ª a 23ª ocuparán el bombo 3.
Por último, el bombo 4 tendrá a las selecciones clasificadas del puesto 24° al 28°, más dos plazas para las ganadoras de las eliminatorias intercontinentales y una plaza para la ganadora de la eliminatoria de la UEFA, que aun no se disputó por la guerra Rusia-Ucrania.
Las eliminatorias intercontinentales se disputarán 13 y 14 de junio en Qatar y la representante de Asia se enfrentará a la de la Conmebol (Perú logró esa chance) y la selección de la Concacaf jugará contra la de la Oceanía, conforme al sorteo del 26 de noviembre de 2021.
Por su parte, la última selección que se clasificará en las eliminatorias de la UEFA se determinará entre entre Ucrania y Gales.
Para el sorteo, así quedaron conformados los bombos:
Bombo 1: Qatar (52° en el ranking FIFA), Bélgica (1°), Brasil (2°), Francia (3°), Argentina (4°), Inglaterra (5°), España (7°) y Portugal (8°).
Bombo 2: Dinamarca (9°), Países Bajos (10°), Alemania (11°), Suiza (14°), Croacia (15°) y Uruguay (16°) y seguramente México y Estados Unidos (se definía al cierre de esta edición).
Bombo 3: Senegal (18°), Irán (21°), Japón (23°), Marruecos (24°), Serbia (25°), Polonia (28°), Corea del Sur (29°) y Canadá (33°) o Túnez (36°).
Bombo 4: Canadá (33°) o Túnez (36°), Camerún (38°), Ecuador (44°), Arabia Saudita (53°) y Ghana (61°). Se les sumarán el ganador del repechaje de Europa entre Gales vs. Escocia-Ucrania. También, el vencedor de los dos repechajes intercontinentales entre Conmebol (Perú)-Asia (Australia o Emiratos Árabes) y Concacaf (seguramente Costa Rica)-Oceanía (Nueva Zelanda o Islas Salomón).
Con la satisfacción del deber cumplido
La cosecha de la Selección Argentina desde 2019 a nuestros días es de una virtuosa magnitud que inspira ganas de congelar el tiempo, pero lo justo es hacer las cuentas que haya que hacer, dar a Lionel Scaloni y al equipo lo que sea menester, mirar hacia adelante y esbozar las primeras especulaciones para el Mundial de Qatar.
Admitámoslo: en medio del trauma post papelonesco paso por el Mundial de Rusia, la patria futbolera sufrió la soberana indigestión de un cóctel de incertidumbre y desánimo.
Un plantel desgastado, más bien toda una generación desgastada, con el mejor jugador del planeta a la cabeza, un vacío en la dirección técnica con muchos postulantes y por “H” o por “B” ninguno con asidero firme de desembarco y una dirigencia en su habitual “lo atamos con alambre”.
En ese contexto sombrío, ¿quién hubiera imaginado que un entrenador novato, para peor llegado por caminos brumosos, iba a ser capaz de saldar cuentas con el pasado, alumbrar presentes venturosos y perfilar futuros de cielos límpidos?.
Lo genuino, justo y plausible de estos días es hacer el inventario de la cosecha de Scaloni.
Por ver: afrontó la renovación compelida y hasta suplicada por tirios y troyanos, que ahí ya tenemos un universo en sí mismo.
Asomaba difícil, muy difícil, desafiar al meneado fantasma de “los amigos de Leo Messi”.
Y vaya si lo hizo: en tiempo y forma, con fundamentaciones tácitas y flamantes nombres propios que en su inapelable mayoría han dado la talla.
Con la renovación depurada y consumada, Scaloni hizo cartón lleno: estrechó filas con los jugadores en torno de un juramento implícito de la cancha para afuera y explícito de la cancha para adentro, donde un invicto de 31 partidos se expresaron en la conquista de la Copa América (¡contra Brasil y en el Maracaná!) y unas Eliminatorias a puro desfile, con 13 puntos de ventaja sobre el cuarto de clasificación directa y 15 puntos de ventaja sobre el quinto de repechaje.
Ahora, hay plantel, equipo y legítimas aspiraciones de llegar a Qatar sin prepotencia, pero tampoco sin pedir clemencia.
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