Sarmiento volvió ayer al triunfo y lo hizo en el Estadio Eva Perón, frente a un difícil Unión de Santa Fe, por 2 a 1, en el partido correspondiente a la cuarta fecha de la Copa de la Liga Profesional.
El equipo dirigido por Israel Damonte le arrebató el invicto en el certamen al conjunto conducido por el uruguayo Gustavo Munúa, que llegaba envalentonado al compromiso de Junín, luego de un gran arranque de campaña, con triunfo frente a River incluido.
Sin embargo, el Verde reafirmó aquel axioma del fútbol que establece que cada partido es una nueva historia y terminó imponiéndose con claridad, con dos jugadas de pelota parada, precisamente un terreno en el que su rival de turno presumía de saber hacerse fuerte.
El cuadro de Junín no empezó fino en la húmeda tarde del Eva Perón. Lo aprovechó la visita, con una escalada del lateral Vera por derecha, que aprovechó la lentitud en el retroceso de la defensa sarmientista y remató desde afuera, pero la pelota voló varios metros por encima del travesaño.
Tras el aviso inicial, los de Munúa se abroquelaron atrás, con la expectativa de acertar de contragolpe a espaldas de Lautaro Montoya, primer remate por arriba del travesaño. La receta de Damonte, en los primeros minutos, fue su marca registrada desde la llegada a Junín: salida larga con el arquero Acosta, para que Jonatan Torres, otra vez de gran partido, peinara en el aire para buscar la segunda jugada con Sergio Quiroga o el debutante Javier Toledo, que finalmente pudo jugar, tras la llegada sobre la hora de su habilitación.Pero fue nuevamente Julián Brea por izquierda el más desequilibrante en los metros finales: sobre los 10, enganchó sobre la marca de Vera, envió el centro, el balón rebotó en el lateral y se elevó por encima del arquero Moyano, y con lo justo cerró el marcador de punta izquierda, Claudio Corvalán, para evitar la apertura del marcador.
Un descuido en el mediocampo le regaló a Unión una oportunidad de oro para pasar al frente. A los 13, Juan Nardoni se esforzó para ir a buscar una pelota sobre el costado, dejó fuera de combate a los mediocampistas centrales Julián Chicco y Emiliano Méndez, descargó hacia el medio para el uruguayo Álvez, que la punteó justo cuando lo apuraba el central Federico Andueza y se la dejó servida a Enzo Roldán, quien tuvo tiempo para acomodarse y rematar desde afuera con derecha, para ubicarla pegada al palo derecho de Lucas Acosta.
Sin hacer demasiado, el representativo de Santa Fe se llevaba un triunfo parcial, que apenas se había dedicado a construir.
La lesión de Vera, sin embargo, en un mano a mano con Brea, cambiaría el curso del partido. Munúa envió a la cancha a su compatriota Diego Polenta y con el robusto defensor armó una línea de cinco, para dedicarse prematuramente a cuidar la ventaja obtenida minutos antes.
Sarmiento no encontraba circulación de pases, pero Unión le daba tiempo para ajustar las deficiencias, a medida que le cedía terreno para manejar el ataque. Pero la llave del empate estaba en la pelota quieta.
En un tiro libre casi en la puerta del área, mientras Unión amontonaba camisetas en el área para defender el centro, Brea se desprendió y apareció por derecha, sin marca. Recibió el pase de Julián Chicco, envió el centro al medio y Torres le ganó al cierre de su perseguidor y a la estirada de Moyano, para tocar con derecha a la red y estampar el 1 a 1.
Unión sintió el impacto y su estructura defensiva se desmoronó. En el siguiente avance, de un tiro de esquina desde la izquierda, Lautaro Montoya la envió al área chica y Federico Andueza se elevó por encima de todos, cabeceó de pique al suelo y venció la resistencia de Moyano, que llegó a contener, pero no a rechazar, y puso al frente a Sarmiento.
Era el mejor momento del equipo local y, en contrapartida, el peor de Unión. En la confusión de los de Munúa, Toledo aprovechó un rechazo corto de la defensa santafesina y le pegó con zurda de volea, para obligar a la intervención de Moyano.
En el complemento, el escenario dio un vuelco de 180 grados. Ahora, era Munúa el apurado y desde el arranque envió a la cancha a los atacantes Jaurena y Peralta Bauer, en un intento por abandonar la pasividad que lo había condenado en la primera etapa. Sin el efecto esperado, agotó luego su última carta, con el ingreso de Ramos, que tampoco alcanzó para cambiar el curso de la historia.
El Verde se cerró atrás y Damonte rearmó el mediocampo con Yair Arismendi, Harrinson Mancilla y el debutante Nicolás Femia. En una desafortunada jugada, al promediar la última etapa, perdió al arquero Lucas Acosta, por un choque con Nardoni -luego expulsado por el árbitro Diego Abal-, y debió ingresar el recién llegado Josué Ayala.
En la aproximación más clara desde entonces, Unión casi lo empata por la misma vía de la pelota detenida: centro de González desde tres cuartos de cancha, cabeceó Polenta y el palo izquierdo salvó a Ayala, que se había arrojado pero no llegaba a desviar.
Fue la última advertencia del conjunto visitante, que lentamente se fue quedando sin argumentos en ofensiva. Ni siquiera los siete minutos que agregó Abal, tras cumplirse los 45 reglamentarios, alcanzaron a Unión para generar algo más.
Sarmiento volvió a la victoria y alcanzó la línea de su rival de ayer, en la tabla de posiciones, con 7 puntos. Un envión anímico fundamental para lo que viene: la visita a Paraná, para jugar con Patronato, en un terreno que resultó hostil para el juego del Verde en la temporada pasada.
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