BALANCE 2021

De la hazaña en Reserva a la “incomodidad” en Primera: el año de Martín Funes en Sarmiento

En una entrevista a fondo con Democracia, el DT campeón con Reserva realizó un balance de lo que fue su año en el Verde, destacando la promoción y actuación de varios juveniles en la máxima categoría. “Los procesos llevan tiempo y yo no tengo nada para reclamarle a nadie”, afirmó.

Concluyó el 2021 y, si uno realiza un balance de lo que fue el año, este fue positivo para Sarmiento en materia de fútbol: regreso a Primera división, promoción de juveniles en el plantel superior, coronación de Reserva y continuidad en el crecimiento institucional con el uso del Centro de Alto Rendimiento.
Hay varios nombres para resaltar como el de los futbolistas de Primera, como Jonathan Torres o Luciano Gondou, el exentrenador Mario Sciacqua por formar parte del ascenso, el siempre presente presidente Fernando Chiófalo, pero hay otro que también se destaca: Martín Funes.
Quien supo ser defensor en su humilde trayectoria a nivel nacional como jugador, ayudante de campo de Sergio Lippi, coordinador de las categorías juveniles del Verde, encabezando a la Reserva que logró romper con la hegemonía de los grandes y gritar campeón por primera vez en su historia en la Argentina, y quien finalizó comandando a Sarmiento en el torneo Socios.com de la Liga Profesional, dando sus primeros pasos como DT de Primera.
A lo largo de toda vida se preocupó por formarse e incorporar conocimientos de la materia. Ferrocarril Oeste, Chacarita Juniors, Douglas Haig, Crucero de Norte y el Verde, fueron los equipos en los que integró cuerpos técnicos. Hoy, en un presente que lo encuentra en Sarmiento, Funes disfruta de lo hecho y planifica el año entrante.
En una entrevista con Democracia, el DT de la Reserva campeona en 2021 analizó su año en Sarmiento: desde sus sensaciones en el banco de la Primera hasta lo hecho durante más de 12 meses en la categoría Reserva.

-¿Qué análisis hacés de tu paso como DT de Sarmiento?
-Si nos referimos a lo que son estrictamente los resultados, claramente no fue bueno: 1 punto sobre 15 en juego habla por sí solo. Después, en el día a día, fue muy bueno: el trato con los jugadores, los entrenamientos, lo que intentamos hacer y, por lo visto, no salió. Me quedo con esto último. Obviamente, que esto se guía por resultados y, respecto a eso, no es bueno.

-¿Por qué asumiste sabiendo el limitante que había en el tiempo de trabajo?
-Eso fue cuando Fernando (Chiófalo) vino a proponerme el interinato por cinco partidos. Fue algo que yo le dije que no me convencía y me parecía injusto por el hecho de definir una continuidad por cinco partidos en la etapa final de un campeonato. Si bien el torneo no era malo, el equipo venía de perder los últimos partidos contra los dos rivales que venían últimos. Después de esa reunión que tuvimos, él se fue sin una respuesta mía porque no me convencía. Lo evalué y a las dos o tres horas le contesté y le dije que sí, pero recalcándole que no me convencía. Cuando al mes siguiente viene a comunicarme que no iba a continuar, le dije lo mismo.

-Algo más genérico: ¿Por qué la vestimenta sport en los partidos? Hoy en día se utiliza más lo formal.
-Son cuestiones individuales y detalles que no hacen a la cuestión. Me gusta dirigir desde ese lugar. No critico a los que lo hacen de otra forma, pero en mi caso me siento cómodo con esa ropa que es con la que trabajo todos los días.

-¿Es un pro o una contra que no te conozcan los entrenadores rivales?
-Creo que no tiene mucha relación con lo que puede pasar después en el partido. Menos en este caso con tan poco tiempo para desarrollar una idea. En este sentido es cuando te digo que me parecía injusto el tiempo para construir una identidad de juego y no es una excusa. No se puede construir un trabajo e identidad en poco tiempo. Si bien uno trató de darle los matices e impronta que a uno le gusta, tampoco había tiempo para desarrollarlo demasiado. Al margen, de todos los entrenadores que enfrentamos, a Gabriel Milito es el que me une un vínculo porque fui a verlo entrenar en Independiente, viajé a verlo entrenar en Chile, estuve hablando pre y pos partido.

-¿Qué es lo que lograron volcar en ese poco tiempo?
-Lo que nos gusta, y hemos desarrollado mucho en Reserva, es la salida con la pelota desde abajo. Eso le planteé y dije a los futbolistas. Asimismo, al haber tan poco tiempo de trabajo, yo no iba a hacer nada que genere incomodidad en el equipo; es decir, íbamos a darle nuestra impronta sin que genere incomodidad. En algunos pasajes de varios partidos pudieron hacerlo bien y también fue lo que nos costó: generar ataques a través de las salidas. Por ejemplo, el partido contra San Lorenzo, que merecimos empatar y ganar. En el resto de los partidos, nos costó mucho.

-¿En qué sentido incomodidad?
-Si el jugador nunca intentó salir jugando y vos querés hacerlo y lo obligas, en el marco de la ausencia de tiempo de trabajo, más que una solución, le creas un problema. Lo que hay que tratar de buscar son soluciones para que el equipo pueda mejorar y claramente no lo hicimos. En tal sentido, el equipo no mejoró ni sacó puntos. Distinto es comenzar el trabajo de 0 en una pretemporada, en donde tenés más tiempo para trabajar.

-¿Realmente creíste posible arrebatarle un triunfo a Boca en La Bombonera?
-Nosotros sabíamos que iba a ser muy difícil, con un aforo del 100% y mucha euforia en la gente. Ahora, todo el que está en el ambiente del deporte en general, y en el fútbol en particular: ¿quién te puede quitar la ilusión de ir a la cancha de Boca y ganar el partido? Si no ni nos presentamos, le dábamos los tres puntos al rival y listo. Yo dirijo desde ese espíritu: reconozco la capacidad y toda tu historia, pero a la hora de jugar, voy a intentar ganarte aun sabiendo que será difícil.

-¿Y respecto a la forma de juego que venía desarrollando el cuerpo técnico de Mario Sciacqua?
-Lo que primero modificamos fue la línea de cinco que venían desarrollando, pasando a jugar con cuatro en el fondo. La segunda cuestión fue que agregamos a un tercer delantero, por intermedio de Julián Brea, cuando antes no recuerdo que se haya empleado a tres delanteros. Estos son algunos cambios, considerando pertinente no hacer muchos desarreglos en un equipo que venía de una racha negativa. Todo esto sin ninguna crítica hacia nadie, sino simplemente a manera de describir y responder la pregunta.

-¿Sentiste el apoyo del hincha?
-No tengo redes sociales y no soy de frecuentar muchos lugares en los que supiera de las sensaciones del hincha. Me entero de cosas y mucha gente quería que nosotros continuemos. Por todo ello, me siento agradecido.

-¿Te hubiera gustado continuar?
-Sí. Desde el momento en que asumí y la propuesta fue: ´hacés un interinato por cinco partidos, si te va bien continuás y si no te va a bien no continuás´; acepté los términos y condiciones y no tengo nada para enojarme ni reclamarle a nadie.

-Mario Sciacqua, Martín Funes e Israel Damonte: ¿se inscriben en un mismo modelo de juego?
-No lo sé. A Mario lo conozco del tiempo que estuvo trabajando en el club y tengo una relación bárbara tanto con él como con el resto de los integrantes del cuerpo técnico. Además, lo considero una gran persona y tengo una gran relación. En cuanto a la forma de trabajar, no conozco los pormenores. Respecto a la forma de jugar, cada uno tiene la suya. En el fútbol, se gana y se pierde con formas parecidas y antagónicas. Cada uno le da su impronta. Acerca de Israel, no lo conozco así que no puedo opinar.

-Última fecha. Partido ante Argentinos Juniors en La Paternal. Debutan los dos últimos juveniles en el Verde: José Tomino y Erik Lescano ¿Por qué tal decisión?
-Porque a la hora de armar el 11 y de buscar algún reemplazo nunca contemplé la edad ni los antecedentes. Le ha tocado jugar a futbolistas de experiencia y a otros que no la tenían, porque me pareció que era lo mejor para cada momento. Con Boca y Banfield jugó Paradela, pero no lo hizo contra San Lorenzo. Así con cada jugador. Armé y puse al que creí que tenía que jugar. 

-¿Qué creíste que le podían aportar estos dos casos que debutaron?
-Son jugadores que, si bien debutaron, tienen 22 y 23 años: Lescano es categoría 98 y Tomino 99. No son chicos que tienen 17 años, sino que tienen recorrido, han estado en el plantel de Primera y se dieron las circunstancias, como algunos cambios que no rindieron y eso va abriendo puertas a los que vienen atrás. 

-¿Por qué no se llevó a cabo la conferencia de prensa tras el partido contra Argentinos?
-Porque no había mucho para hablar. Me consultaron si lo quería hacer y dije que no. Creí en ese momento, y sigo pensando lo mismo, que todo lo que podía decir no tenía mucha validez.

-¿Qué crees que le puede aportar una figura como Lisandro López a Sarmiento?
-Los jugadores pueden aportar de distintos lugares en el día a día, en el campo de juego y en lo institucional. Es un jugador de una gran trayectoria y jerarquía que hay que aprovecharlo para hacer crecer las distintas áreas.
Vale diferenciar los dos procesos: Primera división y, por otro, Reserva. Sin embargo, los caminos se entrecruzan cuando uno mira el calendario deportivo: Sarmiento logró el regresó a Primera división en enero y, casi cinco meses después, precisamente en el mes de junio, se adjudicó el título más importante a nivel nacional en Reserva al derrotar a Boca Juniors en la gran final disputada en el estadio Florencio Sola.
Con Funes como protagonista, el Verde sorprendió al mundo del fútbol nacional, tras quedar en el cuarto puesto del Grupo B, el conjunto juninense derrotó en cuartos de final a Argentinos Juniors, en La Paternal; luego a River, en el River Camp de Ezeiza; y, finalmente, al Xeneize, en la cancha de Banfield.
Tras consagrarse en la Copa de la Liga y luego de un segundo campeonato algo irregular, en la última mitad del año, Sarmiento cerró el año con derrota frente a Boca, en la súper final por el Trofeo de Campeones, disputada en el estadio Diego Armando Maradona de La Paternal, el pasado 16 de diciembre.
El Xeneize campeón del segundo semestre, ya sin Sebastián Battaglia como DT -promovido a Primera División-, pero con Hugo Ibarra como reemplazante, manejó de principio a fin las acciones y fue superioral equipo de Martín Funes, que había regresado sobre la hora a la conducción del plantel del Verde, tras su interinato en la Liga Profesional.
También sobre este hecho dialogó Democracia, abordando el análisis del cometido, de todo el año en la divisional y la incidencia de los juveniles en el plantel superior.

-¿Qué comentario te merece la derrota de la Reserva frente a Boca?
-Perdimos muy bien porque Boca fue superior en todo: en tenencia y en llegadas. Tuvimos una al principio con Brea, pero no la supimos aprovechar. Por la forma en que se dio, es un merecido campeón. Además, fuimos muy cómplices en el segundo y tercer gol, los cuales son evitables, fue justo que hayan ganado.

-Siendo el líder del plantel ¿Sentís que para los chicos el árbol tapó el bosque?
-No, para nada. Lejos de eso. Junto a Boca, fuimos los dos equipos que más partidos jugaron en la Reserva: 42 partidos en todo el año. De ahí, todos para abajo jugaron menos, incluyendo a equipos grandes que jugaron cinco partidos menos. Haciendo un análisis de todo el año, fue maravilloso, soñado, y al mismo tiempo, merecido. Durante el primer torneo, en el cual ni imaginábamos salir campeón, fuimos el equipo que más goles a favor convirtió. Salvo en una ocasión, hicimos goles en todos los encuentros. Argentinos Juniors había recibido cinco goles en trece partidos y nosotros le convertimos tres en uno solo y erramos un penal. En la mayoría de los partidos hicimos, por lo menos, dos goles. Por eso digo que, si bien es soñado porque nadie lo imaginaba, también es merecido.

-¿Qué te pareció el comportamiento de los futbolistas de Boca en el triunfo?
-A mí determinadas cosas no me gustan, no estoy de acuerdo, pero son chicos y seguramente con el tiempo van a aprender que hay cuestiones que no hacen. No solo con cosas relacionadas al juego en sí, sino algunos tipos de comentarios que no ayudan. Son cuestiones que van a tener que modificar. A nosotros nos pasó que, jugando con Los Andes en la Primera B Nacional, de visitante, que ganamos 9-0. El resultado más abultado en la historia de las Reservas. El primer tiempo íbamos 6-0 y los jugadores nuestros no tiraron un caño ni una rabona ni un comentario despectivo, y eso es para destacarlo. Y más importante que eso, para resaltar aún más, fue que los jugadores de Los Andes no recibieron ni una tarjeta amarilla, lo que habla no solo de nuestro comportamiento, sino también de los chicos de Los Andes que se comportaron de la forma que lo tienen que hacer. Respeto las formas. En lo personal, puedo perder una final, pero no los valores asociados a lo humano.

-¿Qué le dijiste a tus dirigidos tras la súper final perdida?
-Acepten que fuimos bien derrotados, que nos ganaron bien y que no hicimos las cosas bien. Les dije que no se saquen la medalla y que se quedaran a la premiación de los jugadores de Boca, porque creemos que ese es el camino. Obvio que nos duele perder y no es que nos enorgullece salir segundos, pero sí nos enorgullece todo el camino que hicimos para estar ahí. También sabemos, y tratamos de dar ese mensaje, que, si el rival te gana bien, hay que convivir con eso y aceptarlo.

-¿Qué cambios percibiste entre el juego de Reserva y Primera?
-Hay más tiempo a partir de la experiencia del jugador y la resolución de jugadas, es decir, hacer varios toques cuando tiene que hacer varios y hacer pocos cuando tiene que hacer pocos. Quizás lo que más cuesta estimular y desarrollar en los jóvenes es hacerles entender que no siempre se juega un toque y en otras sí. Y el jugador con mayor experiencia entiende esto. En definitiva, lo que tiene que ver con la toma de decisiones.

-Según Marcelo Bielsa, en el fútbol como en la vida se pierde más de lo que se gana ¿Estás de acuerdo?
-Absolutamente. Hay uno que sale campeón y hay 25 que perdieron y no lo fueron. Y así todos los años y en todos los torneos.

-¿Recibiste algún llamado para dirigir a algún equipo de Primera en estas últimas semanas?
-De Primera, propiamente hablando, no. De Reservas de Primera, sí, de varios.

-¿De algún equipo grande?
-De varios equipos.

-¿Cuán importante es una buena gestión deportiva en un club de fútbol?
-Muy importante porque, a partir de ahí, se ordenan las cosas y funciona todo.

-Sacando a Sarmiento, ¿un club para destacar la labor en este sentido?
-Hay clubes como Talleres o Defensa y Justicia que están muy ordenados. Se puede percibir una gran gestión en el momento en que uno los enfrenta o tiene enfrente. No puedo profundizar porque no los conozco en detalle en la diaria.

-¿Qué análisis haces de los juveniles surgidos del club que debutaron en la Primera?
-Creo que tuvieron una actuación buena y correcta. Obviamente que hubo casos que resaltaron más que otros, como el de (Luciano) Gondou, creo que todos tuvieron un gran debut en la Primera de la máxima categoría, aprobado con creces. Seguramente, con el correr de los partidos van a ir ganando experiencia y van a poder ir haciéndolo mejor. También hay muchos chicos a los que no le ha tocado y que están muy preparados, al igual que este plantel para permitirlo porque están dadas las condiciones y herramientas suficientes.

-¿Creés que se está dando una respuesta a una deuda que tenía el club con la promoción de futbolistas?
-Nos tocó ascender con Sergio (Lippi) en la temporada 2014 con cuatro jugadores de inferiores en el equipo titular: (Renzo) Spinaci, (Ignacio) Cacheiro, (José) Tamburelli y (Nicolás) Sánchez. No creo que sea una deuda. Lo que sí creo es que un equipo se tiene que armar con jugadores grandes y chicos. Que se puedan complementar unos a otros, guiándose y ayudando.En ese sentido, considero que el lugar se le tiene que dar de a poco. Cuando ganábamos en Reserva, escuchaba a personas que decían que tenían que estar todos en Primera y no me parecía acorde porque es algo paulatino.

-¿Sarmiento es un semillero de jugadores?
-Seguro que lo es. Hay muchos chicos que en un pasado han formado parte del primer equipo y hoy hay chicos que subieron al plantel y empezaron a tener sus minutos. Creo que eso va a ir creciendo en un futuro por la buena camada de futbolistas que hay en el plantel de Reserva.

-¿Aspiraciones/objetivos para 2022?
-Mi objetivo es trabajar de lo que me gusta. Disfruto mucho de lo que hago y no me representa un trabajo. Lo único que aspiro, y no solo para el 2022, sino para mi vida, es poder hacer lo que me gusta y apasiona.

El futuro de Funes, por lo menos a comienzos de este año, será ligado a Sarmiento encabezando nuevamente la división Reserva abocándose a terminar de formar a los futuros futbolistas de Primera. Claro está, y quedó demostrado, que un DT de su índole, con tiempo y acompañamiento, está capacitado para sentarse en el banco de la máxima división y será cuestión de meses (u oportunidades) poder verlo.
En lo que respecta al plantel de Sarmiento, tiene sus últimos días de receso, antes de retornar a Junín para iniciar la pretemporada. Hasta el momento, el Verde tiene confirmadas las contrataciones de Israel Damonte como nuevo entrenador y Lisandro López como primer refuerzo, pero una larga lista de futbolistas deberá resolver su continuidad osu salida del club.
Entre los que no volverán a vestir la camiseta del club juninense, al menos en la temporada venidera, aparecen los mediocampistas Gabriel Graciani -que ya se despidió de la institución-, Claudio Pombo – incorporación de Instituto de Córdoba- y Fausto Montero -rescindió su vínculo.
Además, también están con pie afuera los volantes Federico Bravo y Gabriel Alanís, el defensor NicolásBazzana y el delantero Patricio Cucchi.
A partir de ahora, comenzará la gestión de Israel Damonte: en la que los refuerzos serán una primera muestra de lo que persigue el DT para luego, con el transcurso de la pretemporada, ir definiendo el modelo de juego que quiere en el Verde, su tercera experiencia como entrenador.

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