Sarmiento fue sorprendido ayer por Unión de Santa Fe, que se llevó una victoria impensada en la previa, por 4 a 3, por la fecha 16 de la Liga Profesional.
El Verde llegaba con confianza, luego de dos victorias consecutivas -frente a Gimnasia y Esgrima de La Plata, como visitante, y ante Aldosivi, de local-, pero el Tatengue le asestó un duro golpe en el Estadio Eva Perón, justo en el momento en el que el equipo juninense buscaba despegar en el campeonato y superar la línea de demarcación de la mitad de la tabla, para sumarse al lote de equipos del hemisferio superior.
Nada de eso sucedió y el conjunto de Mario Sciacqua ofreció una performance descolorida, al punto de resignar el orden defensivo y la seguridad en el juego aéreo, dos de los pilares sobre los cuales se venían apoyando las pretensiones sarmientistas en la Liga.
Desconcertado por el planteo del entrenador rival, el uruguayo Gustavo Munúa, el Verde no esperaba la antesala del partido a un Unión que se atreviera a presionar alto, pero así lo hizo el visitante, cada vez que el cuadro de Junín buscaba salir del fondo por la banda derecha, con el lateral Martín García.
Sobre ese costado, Fernando Márquez y Juan Nardoni eran incisivos a la hora de intentar recuperar la pelota, para crear peligro sobre el arco de Manuel Vicentini, con los extremos Gastón González y Mauro Luna Diale en una tarde de pura inspiración.
Sarmiento fue equilibrando la balanza de los minutos iniciales y antes de los 10 minutos, Sergio Quiroga tuvo la primera chance, con un remate de zurda, que pegó en la espalda del central Emanuel Brítez, cuando la pelota buscaba el palo derecho del arquero Moyano.
Apenas un instante más demoró el equipo juninense en tener otra oportunidad muy clara: Federico Paradela envió un córner desde la derecha, el defensor Enzo Roldán rechazó hacia arriba, el propio Paradela volvió a meterla al área y, tras una serie de rebotes, el central Federico Rasmussen cedió para Torres, que remató desde el vértice del área chica, y otra Moyano contuvo sobre su palo derecho.
Unión encontró a los 38 la apertura del marcador. Esquivel centró desde la derecha, la pelota cruzó toda el área y Márquez, que consiguió dominar de espaldas al arco, volvió a lanzarla con el empeine derecho hacia arriba, en un gesto que terminó siendo una habilitación precisa para Gastón González, quien se elevó por sobre toda la defensa de Sarmiento, para cabecear lejos del alcance de Manuel Vicentini.
Los de Sciacqua se levantaron y de una mala salida de Unión, llegó el empate. El arquero Moyano salió largo, Braian Salvareschi rechazó de cabeza hacia adelante y Luciano Gondou, que había bajado al círculo central, rescató la pelota y cedió a Jonatan Torres, para que definiera con categoría, de derecha, junto al palo de Moyano.
Así, Unión se fue al vestuario en el entretiempo, con Munúa masticando bronca por el error que le había costado la ventaja inicial.
En el complemento, Sarmiento pareció insinuar con salir a buscarlo y casi lo concreta con Federico Paradela, que en el arranque tuvo un remate desde afuera del área, que se perdió por arriba del traversaño.
Desde un nuevo tiro de esquina, Unión volvió a golpear: llegó desde la derecha el envío de Gastón González, la figura de la cancha, y Franco Calderón ganó de cabeza cerca del punto del penal, para vencer la estirada de Vicentini y poner nuevamente al Tatengue al frente.
A partir de allí, el visitante comenzó a justificar la victoria que se concretaría en los números, aunque con un margen más estrecho que el que prometía el desarrollo del trámite. Sarmiento empezó a sufrir por las pérdidas del balón en su propio campo.
Primero, fue la presión de Nardoni sobre Gabriel Alanís, en los metros finales de la banda izquierda, que terminó con una comobinación con Machuca y una ocasión concreta malograda en el arco de Vicentini.
Luego, a los 25, una nueva jugada por izquierda terminó desarmando la defensa de Sarmiento: Rasmussen salió lejos a cortar y con Machuca, que le cedió la pelota Nardoni, para que encarara por afuera y metiera el pase hacia el medio, para que Luna Diale definiera ante la salida de Vicentini.
El DT Sciacqua modificó el diseño del mediocampo, incluyó a Federico Bravo -que regresó de una lesión que lo obligó a pasar por el quirófano- y a Gervasio Núñez, para intentar recuperar el gobierno de una zona ocupada casi sin oposición por el equipo de Munúa, en la segunda mitad del duelo.
El 3 a 1 era justo, pero Unión volvió a darle vida a un Sarmiento que no encontraba los caminos. Casi sobre los 30, Alanís arrancó desde el carril izquierdo hacia el centro, eludió a Emanuel Brítez con una pared con Torres, entró al área, enganchó hacia adentro y definió de zurda, para dejar parado a Moyano.
A diez del final, Unión volvió a pegar: Nardoni eludió a Bravo en la puerta del área, vio pasar a Gastón González por la izquierda y descargó para que el extremo cruzara el zurdazo y dejara sin chances a Vicentini.
El árbitro Ariel Penel adicionó cinco minutos, ya con los 90 cumplidos. Por un imprudente golpe sobre el ingresado Guido Mainero, el defensor Juan Portillo vio la tarjeta roja y dejó a su equipo con diez, cuando nada hacía prever una reacción de los de Sciacqua. Sobre el final, Luciano Gondou ganó de cabeza en un córner desde la izquierda y puso el 3-4, que sería definitivo.
Sarmiento pagó con sobreprecio sus errores defensivos y se quedó con las manos vacías, en su mejor momento en lo que va de la Liga. Nuevamente, como en anteriores ocasiones en su campaña en Primera División, deberá destinar esfuerzos a reconstruirse para volver a sumar en el campeonato. Sin demasiado tiempo, porque a la vuelta de la esquina espera el viaje a Avellaneda, para enfrentar a Independiente.
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