La noche anterior a la gran final de la Copa América contra Brasil, en el mismísimo estadio Maracaná, Lionel Scaloni, en su condición de entrenador del equipo de Argentina, brindó la habitual conferencia de prensa, en este caso acompañado de Emiliano Martínez, el arquero cuya actuación resultó decisiva ante Colombia en la definición por penales. “Gane o no gane, Messi seguirá siendo el mejor futbolista de la historia, porque no necesita ganar un título”, aclaró el conductor del seleccionado albiceleste, quien ofreció la imagen de un hombre medido y cuidadoso en la previa de un partido que ocupará un lugar principal en la historia grande del fútbol.
En cada respuesta, Scaloni trató de bajarle los decibeles al partido que hoy será principal eje deportivo más allá de los límites de Sudamérica, y evitó hacer cualquier tipo de referencia a lo que será la conformación de Argentina para comenzar el juego en el último capítulo del torneo. Es más, a través de los mecanismos que corresponden, desatendió la serie de preguntas que se le plantearon para tratar de conocer detalles sobre los interrogantes que giran alrededor de la Selección y que lejos estuvo de clarificar durante el entrenamiento de la víspera.
Con la mecánica de preguntas formuladas a la distancia para que sean transmitidas por un vocero, la conferencia de prensa virtual permitió escuchar frases mediante las cuales Scaloni trató de quitarle dramatismo al partido en si mismo e incluso a una posible derrota.
“Vamos a intentar jugar a nuestra manera. Todos saben que hay veces que no se puede dominar por 90 minutos. El rival juega, hay que intentar dominar lo mayor posible y cuando sos dominado, ser compacto y después volver a encontrar el dominio. Vamos a intentar tener la pelota y dañar cuando sea necesario”, explicó el nacido en Pujato, provincia de Santa Fe, quien, aseguró, “no creo en las revanchas, creo en el trabajo que venimos haciendo, en el proyecto que llegará a su mejor momento. Pero nada de revancha... Brasil es el eterno rival y espero que sea un gran partido”.
Se mostró “convencido” que “la gente está identificada con este equipo, porque sabe que hasta el último minuto dejará todo” y al referirse que un triunfo argentino representaría una especie de “segundo Maracanazo”, evitó entrar en cualquier tipo de polémica al explicar que “tenemos que jugar como si lo hiciéramos en un estadio neutral”.
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