FÚTBOL

Martín Fabián Funes: “El gran campeón”

El entrenador que llevó a ganar el título de reserva a Sarmiento por primera vez en su historia. Como jugador estuvo en Platense y luego fue bicampeón con River Plate de Junín.

Nací en Junín, en el barrio La Loba, a cuatro cuadras de la cancha de River Plate. De chico me decían el “Chueco” y cuando fui a jugar a Platense me pusieron “el Piojo”. 

Fui a las Escuela 22 con Leandro Meza, Agustín Carabajal, Lucas Vargas, Adrián Santángelo. 

En la escuela se jugaba al fútbol. En el patio había un arco dibujado en una pared y en los recreos jugábamos ahí. El secundario lo hice en el Comercial.

No hice otro deporte que no fuera el fútbol. En el barrio jugábamos entre los recovecos de la Plaza del Niño, en la plaza Eusebio Marcilla, mucho en un lavadero de autos abandonado en la intersección de Avenida Arias y Posadas. Ahí, enfrente, vivía Leandro Meza y era un punto de reunión.

En River estaba el bocha Boianelli, un gran técnico y una persona espectacular. Fiché a los doce años. Hice todas las inferiores y llegué a debutar en la primera división. A los 15 años me promovió Pancho Bitar.

Pero enseguida vino una captación de fútbol de Platense y vieron varios chicos. Me fui a Vicente López con  Mariano Sardi, Mauricio Ratto, Diego Lanare, Sergio Masino. Vivíamos en el club, en la pensión de calle Zufriategui donde está la cancha.

Hice una temporada y me lesioné con una pubalgia, antes del año de estar ahí. Justo cambió el coordinador –entró Carlos Picerni- y quedée libre.

Me volví a River Plate y comencé el proceso con Sergio Lippi, Héctor Alcolea y Ramón Mendoza que tenían a cargo el fútbol. Fue una época hermosa porque salimos bicampeones de primera división en el año 2000 y fuimos a España a jugar con categorías inferiores. 

Lo que sucedió es que Sergio Lippi organizó una gira, junto con Héctor Alcolea y Ramón Mendoza, que duró dos años consecutivos. Yo fui el segundo año con los chicos, ya como profesor. Y jugamos contra el Real Madrid, el Español de Barcelona. Estuvimos quince días por España.
Yo me había recibido de profesor de Educación Física en Junín y realizado el curso de entrenador en la escuela Juan Zubeldía.

Cuando Lippi pasó a dirigir Mariano Moreno me fui con él a jugar y salimos campeones. Además trabajaba como técnico con el Gallo Melillo. Fue una etapa excelente. Aprendí mucho con Oscar y hasta el día de hoy nos seguimos viendo.

Luego fui a trabajar a Jorge Newbery con el colorado Cavagna. Justo me habían llamado para jugar en el Singlar de Ascensión, en una temporada que terminamos en la mitad de la tabla.

En 2004 dejé de jugar y me fui a trabajar a Instituto de Córdoba, con el cuerpo técnico de Héctor Rivoira, junto con Sergio y mi hermano Jorge. 

Después nos fuimos seis meses a Ferro Carril Oeste y posteriormente estuvimos dos años en Chacarita Juniors, siempre en el Nacional B. Todo junto al cuerpo técnico de Rivoira.

En el 2008 me vine a Sarmiento como coordinador. Ya cuando llegó Sergio Lippi pasé a ser ayudante de campo en el ascenso al Nacional B –junto con Tití Mastrángelo- y en la tercera etapa de Sergio renuncié a la coordinación y pasé a ser el único ayudante de campo que tuvo en el ascenso de 2014 a primera división.

Seguí ligado a Sergio en el Nacional B y la Primera División de 2015 y el 2016 que nos fuimos antes que terminara. Aprendí muchísimo con Lippi. Había sido mi maestro en el Profesorado, fue técnico mío, una persona que me enseñó de todo. Es un aprendizaje a cada instante con Sergio y le voy a estar eternamente agradecido.

Nos fuimos a Douglas Haig de Pergamino y luego a Crucero del Norte. Ahí terminamos en 2017.
En 2018 me llamó Fernando Chiófalo para dirigir la reserva donde inicié un proceso que lleva tres años.

Esta temporada fue soñada. Si bien nosotros creíamos que podíamos ser competitivos, nadie imaginaba el desenlace final. A medida que íbamos jugando evaluábamos los buenos  rendimientos. Incluso perdiendo partidos como contra Independiente que hicimos un primer tiempo excelente.

A veces se pierde jugando bien y el otro no es mejor. A veces es al revés. Igual, a la larga, el que juega bien tiene más chance de ganar. Incluso hay estadísticas que demuestran esto. Manejar más la pelota que el rival te permite patear más al arco y genera las chances de convertir. Entendiendo la posesión como herramienta y no como un fin.

Para mí el partido contra Independiente fue bisagra. Perdimos 4 a 2 con un equipo que venía primero. Pero cuando evaluamos el post partido nos dimos cuenta que realmente estábamos bien, a pesar de la derrota. 

Vino Tucumán y le ganamos muy bien, luego 4 a 1 a Lanús pudiendo haber hecho más goles. Clasificamos dos fechas antes con Boca, River y Argentinos Juniors que eso fue fabuloso.

Le ganamos a Argentinos con mucha autoridad. Ellos habían recibido 5 goles en 13 fechas y nosotros en un partido le metimos 3 goles, erramos un penal y nos comimos como tres goles más. Y nada menos que a Argentinos Juniors, el semillero del mundo, con una gran cantidad de jugadores que salen de ahí.

Luego le ganamos a River Plate y el que más costó fue la final contra Boca Jrs. por la situación que nos tocó jugar. Pero los chicos en el segundo tiempo tuvieron una entrega mayor y un esfuerzo extra para defender cuando nos pusimos en ventaja. Ellos se vinieron por todos lados.

Si bien el título es soñado, a la vez es merecido por lo que fue el balance del año.

Ahora hay que defender el lugar que alcanzamos de la misma forma que salimos a jugar cada partido. Las mismas herramientas, no solo futbolísticas, sino con la humildad, la responsabilidad, ser solidarios, tener coraje para salir a jugar contra equipos que en la teoría y en los libros son superiores, pero que después en el campo de juego se comprobó que no era tan así. Este es el camino. Redoblar la apuesta del cuerpo técnico, los chicos y el club para  tratar de defender y dignificar lo que se alcanzó.

No sé si se desarma todo el equipo. Hay chicos que van a subir y está bueno que así sea.  En definitiva esa es la tarea principal. De nada sirve una medalla, una copa, si muchos de estos chicos no logran integrar el equipo superior. Lógicamente con sus tiempos, su equilibrio, para que se afiancen en primera.

¿Maradona o Messi? No me gusta mucho esta división de optar entre dos grandes. Yo crecí con la etapa de Diego y hay una carga emotiva, emocional, de todo lo que nos tocó vivir con él. La elección va por ahí.

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