SUPERCLÁSICO DE CUARTOS DE FINAL

Boca sufrió frente a un River diezmado pero logró imponerse en los penales

El Xeneize no pudo derrotar en los 90 a su clásico rival, que llegaba afectado por un brote de Covid-19. Al final, con su arquero Rossi como figura, fue mejor desde los doce pasos y se instaló en semifinales.

Boca Juniors derrotó ayer por penales (4-2) a un River Plate diezmado por los 16 casos positivos de coronavirus, en el Superclásico que cerró los cuartos de final de Copa de la Liga Profesional de Fútbol.
Carlos Tévez marcó para el Xeneize en el primer tiempo, mientras que Julián Álvarez lo hizo para el Millonario, en la segunda mitad. Con el trabajado triunfo, los conducidos por Miguel Russo cortaron la racha de cinco eliminaciones seguidas ante su clásico rival. Ahora, su rival en semifinales será Racing, que superó también desde los doce pasos a Vélez.
Boca estuvo cerca de la reprobación, ya que la situación lo obligaba a asumir el mando de las acciones, pero no lo consiguió o lo hizo solo de a ratos. River, aun con limitaciones, no renunció a su intención de presionar y por momentos se hizo cargo de la pelota.
El arquero juvenil Alan Leonardo Díaz tuvo que debutar en Primera en el contexto de emergencia y la responsabilidad no le pesó. El árbitro Tello no sancionó la falta que Tévez le cometió al defensor Jonatan Maidana, en el gol que abrió el marcador. El erro condicionaría al juez, para el resto del partido.


Lentamente, el Millonario se fue acomodando y los ajustes que hizo Gallardo hicieron su efecto. Así, Álvarez, de cabeza, estableció el 1 a 1, luego de un gran centro de Fabrizio Angileri. Los jóvenes Lucas Beltrán, José Paradela y Tomás Galván le dieron juego a un River que se plantó mejor, con Ponzio de volante central desde la salida de Enzo Pérez por lesión, ya sin la discreta producción de Jorge Carrascal y Milton Casco.

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La igualdad de River llenó de preguntas a un Boca más confundido que de costumbre. El resultado quedó abierto hasta el final.
River arriesgó en sus salidas con el buen pase de David Martínez desde el fondo y Boca nunca aprovechó las contras que se le generaron.
Los penales, una vía predilecta de Boca para acceder a instancias finales, le dieron al equipo de Russo el alivio ante un River que se retiró con la cabeza en alto de La Bombonera y con un futuro complicado, a la espera de no sufrir más casos de Covid-19 con vistas a la Copa Libertadores.
Boca enfrentará a Racing en semifinales a sabiendas de que la imagen que dejó ante River no la puede repetir.