FÚTBOL

Gastón Ariel "La Pepona" Caresani

Campeón con Mariano Moreno, Jorge Newbery y Rivadavia de Junín. Jugó en Sarmiento y Estudiantes de La Plata. Mútiple campeón con equipos de la zona.

Nací en el barrio San Francisco de Asís, a cinco cuadras de la cancha de Mariano Moreno. Un barrio hermoso. Calles de tierra, potreros por todos lados. Jugábamos al fútbol hasta que se hacía de noche y seguíamos debajo del único foco que había en la cuadra, que estaban en las esquinas.

Salíamos de la escuela y vivíamos en la calle. Siempre lo comparo con mis hijos y me pregunto que hubiese pasado si hubiéramos tenido la tecnología de hoy. Quizás hubiésemos sido iguales. Pero a nosotros nos gustaba la calle. Y la calle te daba aprendizaje, amistad, códigos, supervivencia, todo.

Fui a la escuela primaria número 19 y la secundaria la hice en el Industrial hasta cuarto año que abandoné cuando me fui a jugar a Estudiantes de La Plata.

Fiché en Mariano Moreno. Ya mis hermanos jugaban en las inferiores. Tenía 8 años. No existían las escuelas de fútbol. Chiche Tablada nos daba una pelota y con un par de chicos más jugábamos detrás del arco entre la línea de cal y el alambrado. Ahí hacíamos el picado.

Llegué a primera a los 16 años. Debuté en un nocturno. El Longa Romero era el técnico y estaba Sergio Lippi que fue mi entrenador de inferiores que para mí es el que más alto tengo.

Me fue bien ese nocturno, luego un torneo oficial.

Después el Dr. Rubén Vergara me llevó a probarme a Estudiantes de La Plata. Allá fui campeón invicto de cuarta división, con edad de quinta. Muchos de ese plantel luego fueron jugadores de primera como Cuchillo González, Poroto Russo, Rodolfo Cardozo, Carlitos Ruiz que era de Junín, el Pato Mc Allister, Peinado.

Al tiempo había que elegir. Eramos tres arqueros, dos de club y yo de afuera.  Quedé libre yo y me volví a Junín.

De nuevo en Moreno ganamos el oficial famoso por las dos finales contra Jorge Newbery en 1987.

Después hubo un problema con el pase porque los convenios que se hacían en privado con los clubes en AFA no quedaban registrados. Para AFA yo era jugador libre de Estudiantes de La Plata. No existía ningún vínculo con otro club. Cuando me entero quedo con el pase en mi poder.

Conocí a Mario Rizzi que me propuso ir a la Liga de General Villegas dos años, en Banderaló. Fuimos campeones dos años seguidos.

Luego me vine a Jorge Newbery y posteriormente pasé a Sarmiento. En el Verde no jugué. Fue la temporada 1991-92. Estuve de suplente.

Los dos técnicos de ese año, Cacho Cadars y Pipo Ferreiro me llamaron para diferentes clubes. Cacho para Cipolletti y Pipo para Deportivo Italiano. Me fui a Italiano que jugaba Nacional “B”. Ahí jugué casi todo el campeonato. Con un equipo que se armó para salvarse del descenso, hicimos una gran campaña. Terminamos peleando el campeonato con Banfield y Colón.
Después me fui a Independiente de Mendoza. Estuve medio año y rescindí por falta de pago. Todavía estoy esperando.

Volví a Sarmiento en la recordada campaña 1994-95 donde ya sí jugué con Lucho Avilés de técnico y perdimos el octogonal con Tigre en Lincoln. Habíamos empatado en Buenos Aires y acá ganábamos dos a uno. Lo perdimos en los ocho minutos finales 3 a 2. Es mi karma ese partido. Habíamos hecho un torneo bárbaro. Ya se hacían dos torneos y en ambos nos pasó lo mismo. Punteamos hasta casi el final y luego el equipo se desinflaba.

Me fui un año a Guatemala con Carlitos Ruiz. Estuve en el club Azucareros. El técnico era Juan Verón, el padre de Sebastián. Y estuve laburando con Carlitos Ruiz que había puesto una academia de fútbol.

Cuando volví a Junín empecé a jugar en la zona. Fui campeón en todos lados. Ya había sido campeón en Junín con Newbery, Moreno y Rivadavia. Afuera con Juventud e Ingeniero de Banderaló. En la Liga de Arenales con Singlar (con José Percudani, Merlini, Ariel Giangualano, el Gringo Albergamo) y 12 de Octubre de Ferré.

Ya después empecé a ir a comer asados y jugar los domingos, que era más divertido.

El problema que no salen tantos jugadores es que los chicos tienen muchas más variantes de diversión que la que teníamos nosotros solamente con una pelota. Acá si te la rebuscás hay algún potrero, pero la mayoría desaparecieron. Mis hijos de 7 y 5 años ni les importa, van solamente a fútbol para cumplir un horario, se encuentran con amigos.

Antes había más chicos por clubes. Pero hay también otras prioridades en los que entrenan. Se sacó un poco el ojo en producir jugadores por ganar partidos. En determinadas edades eso no es ideal. Tienen que aprender las cosas básicas del fútbol y a su vez colaborar con la familia para sacar buenas personas. Sacarlos de la calle. Hoy hay mucho peligro fuera de casa.

Aún los que tienen muchas condiciones para jugar, brillan menos. El fútbol se transformó en otra cosa. Hoy es mucho más físico. Todos los jugadores tienen un GPS atrás. Nosotros no sabíamos si corríamos o no.

Es otra época, otro fútbol. No la reniego, pero sí se ha matado al talento para que prevalezcan otras cosas.

¿Maradona o Messi?
Son incomparables. Dos jugadores diferentes en dos épocas distintas. Doy gracias de haber disfrutado a los dos. Por permanencia por ahí Messi tiene más años en el reinado que Maradona por distintos problemas no lo pudo lograr. Messi hace 14 años que es el mejor del mundo.

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