FÚTBOL

Sergio César “El Mago” Merlini

Radicado en Junín, fue campeón con Independiente de Avellaneda en el Metro de 1983, la Copa Libertadores de América en 1984 y salió Campeón del Mundo en la Intercontinental contra el Liverpool. Jugó en Chile y Colombia.

Nací en Bell Ville, provincia de Córdoba. Allá me decían Quecona de sobrenombre. Aterricé en Junín porque cuando fui a jugar a Independiente, prácticamente llegamos juntos con Jorge Clara. Nos conocimos ahí, convivimos, él estaba de novio con la que es su esposa ahora. En 1984 estábamos jugando la Libertadores y vivíamos juntos. La hermana de la que es su señora la acompañó para ir a visitarlo a Jorge y ahí me presentó y nos quedamos enganchados.

Bell Ville ahora debe tener más de 40.000 habitantes, pero en ese tiempo había menos. Siempre se caracterizó a lo largo de los años en la Liga de ahí que es muy fuerte, por sacar jugadores. Por ejemplo Mario Kempes,  el Tula Curioni -un 9 que jugó en Boca-, Adelqui Cornaglia -un 5 histórico de Rosario Central-, el Tweety Carrario, Mauricio Caranta -nacido ahí que después se fue a vivir a Córdoba Capital-, los Rivadero tanto el Panchi como su hijo Claudio, campeón con San Lorenzo en 1995, Ezequiel Barco, que fue selección y jugó en Quito-.

Arranqué en el club Atlético y Biblioteca Bell, donde jugaba Mario Kempes. Tranquilamente por la infraestructura que tiene debería estar jugando un Nacional B. Yo arranqué con el baby fútbol. Iba a un colegio a dos cuadras de casa, pero como había un campeonato en Córdoba Capital los domingos que iba televisado a la mañana y yo quería jugar me tenía que cambiar de escuela. A partir de quinto grado me cambié de escuela y a los 14 años fiché en el club.

A los quince debuté en primera. Luego me fui a préstamo a Matienzo de Monte Buey y el último año antes de pasar a Independiente, jugué para Mitre de Baldissera un pueblito cerca de Bell Ville. Hacíamos de local en Corral de Bustos, a 20 kilómetros, porque la cancha no daba con los parámetros exigidos. Ese torneo fue muy importante para mi porque ese año perdimos la final con Loma Negra de Olavarría. Fue una cosa increíble. Baldissera tenía 3.000 habitantes. Pero logró conformar un equipo que tenía un técnico de avanzada para la época (el Beto Pedrazzi). Entrenábamos en doble turno, veíamos videos, concentrábamos. Perdimos la final contra el Loma Negra de Mario Husillos, el Gallego Vázquez, el Pampa Orte y estaba el respaldo de Amalia Fortabat.

Previamente, a los 16, pasé por la Selección juvenil de Menotti (que después salió campeona en Japón con Maradona, Ramón Díaz). Estuve quince días viviendo esa experiencia con amistosos, etc.  Tenía para quedarme en River y mi vieja me hizo volver a terminar la escuela. Me faltaba un año de secundario. El flaco Menotti habló con mi papá y después me dijo que le fuera a dar el gusto a la vieja.

De ahí me pide Instituto y Belgrano de Córdoba, que estaba en primera. Un día me llamó el técnico de Alumni de Villa María, pero para volver a jugar el regional. Le comenté lo de Instituto y Belgrano, pero que me gustaría irme a Buenos Aires. Y me dijo “mañana te llamo, tengo un contacto allá”.  Y así fue. A las 4 de la tarde estaba al lado del teléfono: “andate  a Buenos Aires, al Palace Constitución que a las 8.30 te va pasar a buscar el técnico de Independiente”.  Era  íntimo amigo de Miguel Angel López (que había hecho la colimba en Junín).

Me pasó a buscar y directamente a la primera. Nada de inferiores. Entré al vestuario a cambiarme y casi me muero. El Bocha, Trosero, Villaverde, Antonio Alzamendi. “Dale nene, cambiate”.

En ese momento arrancaba el Negro Clausen que lo estaban poniendo de ocho y yo jugué de diez para el otro lado. Tuve la suerte de hacer una práctica muy buena y quedé a préstamo con opción de compra. En el primer amistoso que fuimos a jugar contra Estudiantes de La Plata me puso de titular, de 9. Alzamendi por un lado y la Porota Barberón por el otro. Carlitos Fren, el Gringo Giusti y Bochini. Perdíamos uno a cero. Empatamos uno a uno y faltando cinco minutos desbordó Alzamendi, centro al área y la pelota me quedó pasada. La paré de pecho y le pegué de chilena al segundo palo. Ganamos dos a uno. Con ese partido ya no me dejaron más. Al año me compraron el pase.

Debuté en primera nada menos que en el clásico con Racing jugando de 10. Le ganamos dos a uno con dos pases gol míos a Alzamendi.

Me fui muy bien. Estuve del ´81 al ´89 excepto un año -1986/87- que me fui a préstamo a Estudiantes de La Plata. En el Metro del ´82 y el Nacional del ´83 pedimos el campeonato por un punto y otro por un gol, que lo ganó Estudiantes de La Plata con Sabella-Trobbiani que es donde Bilardo fue luego a la Selección.

En 1983 salimos campeones del Metropolitano y terminé con cinco goles. En 1984 ganamos la Copa Libertadores de América y salimos Campeones del Mundo en la Intercontinental con gol de Percudani al Liverpool.

Me voy a Gimnasia porque habíamos ido a jugar un partido allá y ganamos uno a cero. La gente me terminó aplaudiendo. Y me quedó eso. Y dije que alguna vez iba a ir a jugar allá. Y se dio en 1986. El Pato Pastoriza no me quería dejar ir. Hice ocho goles en una temporada. Pero no le vendieron el pase y el Pato me pidió de vuelta.
Salimos campeones en 1989 con el Indio Solari. Estaba Insúa, el Chaucha Bianco, Alfaro Moreno.

Me agarró la hiperinflación y la guita no rendía. Se medio justo un contrato en dólares en Chile. Y me fui a O´Higgins de Rancagua, el segundo año a Unión Española de Santiago y finalmente a  Cobreloa -en el desierto de Atacama-. En tres años que estuve en Chile hice más que en ocho año acá siendo campeón de todo.

Me fui un año a Cartagena, Colombia. Luego con mi familia estábamos cansados de todo, con los chicos, los cambios de escuela.

Me vine a Junín y apareció Sarmiento. Estaba en conversaciones y a los 3 días vinieron de Douglas Haig de Pergamino. Como para no quedar mal les pedí un platal y que me digan que no. Y me la pusieron arriba de la mesa. Estuve 3 años y me fue bien.

Después dejé, me volvió a hablar Sarmiento pero no quise ir. Para despuntar el vicio me fui a Sarmiento de Ascensión y Singlar de Vedia. Singlar se despachó además con Percudani, el Lechón Clara, Gastón Caresani de acá, el Gringo Albergamo. Armamos un equipazo y fuimos campeones.

¿Maradona o Messi?. Los dos. Fui compañero de Maradona en la selección juvenil. Tuve la fortuna de jugar dos amistosos. No lo pude enfrentar porque en el ´81 cuando fue campeón con Boca se fue y yo llegué al otro año a Buenos Aires. Un fuera de serie. Y Messi es impresionante.