Murió Leopoldo Jacinto Luque.
Falleció el ex jugador de fútbol Leopoldo Jacinto Luque, a causa del Covid 19.
DEPORTES

Falleció Leopoldo Jacinto Luque, una leyenda del fútbol argentino

El ex campeón del mundo murió a los 71 años. Falleció luego de ser internado en terapia intensiva en la Clínica de Cuyo de Mendoza tras agravarse su cuadro de salud por el Covid-19.

 Leopoldo Jacinto Luque, otra gran pérdida de la historia del fútbol nacional, el ex delantero y campeón de la Copa del Mundo en 1978, falleció por coronavirus tras agravarse su cuadro de salud en los últimos días. Tenía 71 años luego de contraer covid lo internaron en la Clínica de Cuyo de Mendoza. La hazaña más grandiosa con la albiceleste del santafesino fueron cuatro goles en el Mundial del 78 – con César Luis Menotti como DT. Luque presentó síntomas el 25 de diciembre, en Navidad, pero obtuvo su resultado “Positivo” cuatro días después.

Según informó Los Andes, el exfutbolista no presentó complicaciones durante los primeros días, pero en las últimas horas manifestó una saturación de oxígeno muy baja por lo que fue derivado de urgencia a la Unidad de Terapia Intensiva, donde falleció.

El reconocido ex técnico de Unión de Santa Fe entre 1986-1987 (su primer equipo) sufrió en las últimas horas una obstrucción pulmonar padecimiento que lo ubicaba en la lista de pacientes de riesgo. Según detalló el Sitio Andino, el 29 de diciembre fue a hisoparse. En aquel momento su estado de ánimo era muy bueno:

“Estoy bien, controlado con medicamentos por la obstrucción que tengo, pero no presento ningún síntoma. Deberé pasar diez días en mi casa aislado y lo que más me molesta es que no podré nadar en la pileta que tengo en el patio”, bromeó en ese momento.

Leopoldo Jacinto Luque nació en Santa Fe el 3 de mayo de 1949 y hacía 30 años que estaba radicado en Mendoza. Fue una pieza clave del seleccionado argentino dirigido por Menotti, los campeones del mundo en 1978. El ex delantero, jugó en Unión de Santa Fe, Rosario Central, River, Racing y Chacarita.También tuvo su trayectoria como entrenador, dirigió en Unión, Central Córdoba, Belgrano, Deportivo Maipú, Gimnasia y Esgrima de Mendoza, Independiente Rivadavia y Argentino de Mendoza.

En 1975 fue uno de los máximos goleadores de la Copa América al marcar cuatro goles junto al colombiano José Ernesto Díaz.  Una de las figuras de la selección dirigida por César Luis Menotti a fines de la década del setenta, haciéndose de la Copa Mundial de Fútbol de 1978.

Como resultado de marcar cuatro goles (le hizo uno a Hungría, uno a Francia y dos a Perú en el Mundial del 78), se posicionó cuarto en la tabla de goleadores detrás de Mario Kempes (Bota de Oro con seis goles), del peruano Teófilo Cubillas (cinco) y del neerlandés Rob Rensenbrink (cinco), y junto al austriaco Hans Krankl.

Luque le dio Al Gráfico en 2017 una entrevista, en esa oportunidad reveló algunos detalles sobre el fútbol de los setenta. También explicó el origen de su nombre su nombre y sus orígenes. Sus padres se privaban de mucho para lograr comprarle un par de botines también para que pueda pagar los boletos de colectivo para ir a entrenar. Por eso, desde pequeño, trabajó cosechando frutas y verduras en la quinta de un amigo de su papá.

“Mi papá se llamaba Leopoldo Jacinto. ¿Viste que antes se acostumbraba que el hijo repitiera un nombre del padre? Bueno, mi mamá dijo ´¡Los dos!`. Siempre me presenté como Leopoldo Luque. El Jacinto nunca me gustó demasiado, aunque es el nombre de una flor. A mis cinco hermanos les pusieron nombres comunes, no sé qué pasó conmigo”, bromeó en aquella ocasión.

Contó también quien en el mundo del fútbol le puso `El Pulpo´:

Me lo puso el Negro Gallego. Siempre usaba mucho los brazos para cubrir la pelota, entonces quedó `este es un pulpo.

Hincha de Unión de Santa Fe y admirador de River Plate, reveló que de joven le gustaban mucho Artime, Onega y Lallana, pero que con el paso del tiempo se hizo fan de Johan Cruyff. Afirmó que miraba el Mundial 74 por televisión, estaba en la B con Unión y hacía cuentas para calcular si en el siguiente podría tener la chance.

Respecto a cómo mejoró su físico para el Mundial 78, comentó:

“El que me cambió el físico fue el `Toto` Lorenzo. Él siempre decía: `A estos jugadores los voy a hacer bajar de peso`, pero conmigo fue al revés, me hizo subir 8 kilos. Cuando terminaban las prácticas, muchas veces me iba al bowling y me comía unos panchos con una Coca y cuando llegaba a casa estaba sin hambre y no cenaba. Lorenzo empezó a hacerme concentrar un día antes que el resto para que descansara bien, me alimentara bien y después me llevaba al gimnasio y me hacía una rutina física fuerte. Se quedaba ahí controlándome. Me adoptó como un hijo, me ayudó muchísimo”.

Siempe sostubo que había características básicas para ser un buen delantero: “El goleador por ahí hace goles con cualquier cosa, por ahí le pega en el hombro y es gol o de cabeza o como sea. Son recursos de los delanteros que quieren hacer goles y que están entrenando continuamente. Yo en mi vida, no hacía ni gastaba tiempo en nada que no sea en el partido que tenía que jugar, ya sea en Unión, River o la Selección”.

En su años como jugador, se dio el lujo de jugar en q5 clubes diferentes: Unión de Santa Fe (1965-1967 y volvió en 1981), Sportivo Guadalupe (1968), Gimnasia y Esgrima de Jujuy (1969), Central Norte de Salta (1970), Atenas de Santo Tomé (1971), Rosario Central (1972), Unión de Santa Fe (1973-1975), River Plate (1975-1980), Deportivo Tampico - México (1981), Racing (1982), Santos - Brasil (1983), Boca Unidos de Corrientes (1983-1984), Chacarita Juniors (1984) y Deportivo Maipú (1986).

 

Su relación con Diego Armando Maradona

“¿Era lógico que Maradona se quedara afuera del Mundial 78 o se equivocó Menotti?” Fue la pregunta que un periodista le hizo a la cual él respondió: “Siempre pensé que Diego podría haber estado y no hubiera desentonado, pero también siempre pensé que los otros también merecían estar: Alonso, Valencia, Villa y hasta Bochini, que quedó afuera. Al pibe le sirvió igual vivir toda esa previa al Mundial desde adentro”.

Luque recordaba a Diego sentado sobre la pelota en una chancha que “El Flaco” había mandado a hacer “con las mismas medidas que la del Monumental, el mismo pasto, todo”. Diego quedó afuera de los 22, por lo que pateó la pelota y se fue: “¡Se hizo un silencio! Fui el primero que trató de romperlo, pero Villa, inteligentemente, me interrumpió: ´Leopoldo, no hay palabras´ (...) Me acerqué a Diego (Maradona), le puse la mano sobre el hombro y nos fuimos caminando. Me acuerdo que le dije: ´Me imagino lo que podés sentir en este momento, o no, pero si me pasara a mí, ¿sabés lo que tengo que hacer, Diego? Pegarme un tiro en los huevos porque ya tengo 28 años y otra chance no voy a tener de jugar un Mundial. Vos sos un pibe y vas a jugar dos o tres mundiales. Y me contestó: ´Sí, maestro, gracias´. Maradona estaba muy triste, pero no lloraba. Y hasta me atreví a decirle: ´La vas a romper y vas a salir campeón del mundo´”, dijo Leopoldo años después, como si le visionara un enorme futuro a ese pibe que se estaba formando y que llegaría a ser el mejor jugador de la historia.

Ya en 1979 pasado el Mundia, su suerte había cambiado y venía sin hacer goles. Menotti lo dejó afuera contra Irlanda. Para el partido siguiente contra Escocia, “El Flaco” le notificó que finalmente sería titular. Al pasar por la puerta de la habitación de Maradona (que estaba entreabierta), Luque se animó a golpear y entró. “Le dije: ´Diego, Menotti me dice que mañana juego yo y hace rato que no meto goles´. Diego me miró fijo y me dijo: ´Maestro, olvidate. Mañana haces mínimo dos goles´. Dicho y hecho, metí dos goles”, contó luque en una de las notas exclusivas que solía dar.

De hecho, con “El Diez” se llevaban muy bien. “Teníamos una gran relación, al igual que el equipo porque estuvimos concentrados cuatro meses y no hubo ningún problema. Todos trabajaron y se compenetraron en hacer las cosas bien. Si las cosas no salían bien futbolísticamente por x motivo, había que correr, porque si corrés se las hacés difícil. Teníamos todo planificado”. Para el ex delantero de la selección, Diego armando Maradona fue el mejor futbolista de todos los tiempos. Luego le seguían Mario Alberto Kempes y en el tercer lugar, Lionel Messi, según contó en entrevistas.

La pérdida de su hermano durante el Mundial de 1978

Antes del partido contra Francia, el hermano de Leopoldo Luque viajó en auto desde Santa Fe hacia Buenos Aires para ver el partido. Pero, tuvo un accidente de tránsito y falleció. Sobre ese momento tan doloroso, Luque había expresado: “Mi hermano, que era ciclista profesional, siempre iba a verme jugar y tuvo esa mala suerte (...) Mis padres y mi cuñada se pusieron de acuerdo para no decirme nada. De su muerte, me enteré al día siguiente. Mi viejo intentó calmarme y yo le dije: ‘¿Por qué no me avisaron antes?´. Recuerdo que me contestó: ´¿Para qué íbamos a avisarte antes, para que te fueras de la concentración. Nosotros no estamos tranquilos, pero aceptamos que Dios quiso que sea así y Dios sabrá por qué´”.

 

Una de sus confesiones más polémicas:

“Los milicos me secuestraron, me robaron y no me mataron de milagro”

En julio del 2020, Luque le dio una entrevista al Diario Clarín en la cual contó el traumático momento que vivió en 1979, un año después de ganar el título mundial.

“Esto no lo conté nunca (...) Al principio no dije nada por miedo. Andá a saber si estos loquitos me reconocen, saben dónde vivo y me vienen a buscar. Después fue pasando el tiempo y, qué se yo, lo tenía ahí como una cosa más. Pero me da bronca cuando dicen que salimos campeones gracias a la dictadura. Dicen que andábamos con los milicos y a mí los milicos me secuestraron, me robaron y no me mataron de milagro. Ya te digo: cuando empecé a caminar y a encarar para el descampado, en mi cabeza solo esperaba el sonido del disparo, el ‘¡Puum!’ que me matara”, develó.

Fue un día de semana, el entrenador de River en ese momento Ángel Labruna, decidió cuidarlo, entonces fue a ver a sus compañeros al Monumental. termiado el partido, se irigió a su auto y cuando iba para su casa en Martínez, vio que un autolo estaba siguiendo y lo encimaba mientras circulaba por la avenida Cabildo. Ante el miedo intentó escaparse pero el vehículo lo pasó y lo interceptó. “Veo que se baja un tipo corriendo. En una mano levantaba una chapa de Policía y en la otra tenía una pistola. Se me acerca y me pide los documentos. Yo le dije que sí, que se los daba. No entendía nada. Los tenía en la guantera, dentro de un sobre. Y el tipo me amenaza: ‘Quedate quieto porque te arranco la cabeza de un tiro’. En ese momento, otra persona entró por el lado del acompañante, abrió la guantera, agarró todos los papeles que tenía y se me sentó al lado”, describió en diálogo con Clarín.

Lo bajaron del auto y lo hicieron caminar, Luque dijo en denuncia que hizo luego en la comisaría más cercana, amagó a caminar hacia La Panamericana,  pero estos efectivos le dijeron: ´No, para el otro lado´. Ese Día le robaron el coche y algunas joyas como cadenas y anillos. Luque dijo que ese día tuvo un miedo muy grande de que lo asesinaran. Por suerte unas horas después, lo liberaron. 

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