Gustavo Merlo
Gustavo Merlo habló con Democracia.
FÚTBOL LOCAL

“Villa es una institución organizada y con un proyecto serio”, aseguró Gustavo Merlo

En diálogo con Democracia, el nuevo coordinador de divisiones juveniles del “villero” contó cómo fue su llegada al club y analizó el fútbol regional. “Esta profesión te da muchas sorpresas y es una materia impredecible”, dijo.

Gustavo Merlo es una palabra autorizada al hacer mención al fútbol regional, ya que ha dirigido en Junín, Ascensión y Rojas. Además, fue futbolista profesional, vistiendo la casaca de Sarmiento y teniendo su brillo deportivo en Bolivia. Se suma a la lista de quienes fueron jugadores y DT del Verde, la misma que integran Sergio Lippi o Mario Finarolli.
Por todo ello, cuando uno hace alusión a su nombre se refiere al buen fútbol. De hecho, él mismo lo reconoce: “me gusta que se le tenga respeto a la pelota”, explica a este medio.
Democracia dialogó con el nuevo coordinador del fútbol infanto-juvenil de Villa Belgrano para conocer cómo se dio su llegada, abordar su filosofía deportiva y sus aspiraciones de cara al futuro.

-¿Cómo fue que se dio tu llegada a Villa Belgrano?
-Estábamos hablando bastante seguido con Lucas Maggiolo, quien está bajando una línea muy interesante de trabajo en el club, con una metodología concreta de trabajo. Me dijo que me necesitaba y me llamó el presidente para una función de las infantiles y lo que es coordinación de escuelita. Tenemos una amistad de la época de Sarmiento. Él es de Rojas y está trabajando con el selectivo de River.

-¿Con qué club te encontraste?
-Está muy bien, es una institución muy organizada y empezamos a trabajar hace aproximadamente veinte días en el club.

-¿Qué desafío te propusiste para este nuevo desafío como formador?
-Estamos involucrados en un proceso para que en dos o tres años tengamos a las divisiones inferiores jugando de una misma manera, encontrar una forma definida de juego, de tener gente capacitada en todas las categorías del club. El presidente nos brinda la institución, el predio, el material deportivo y todo lo que tiene a su alcance para que podamos trabajar tranquilos, así que tenemos esa calma. Todavía es prematuro para hacer un análisis sobre la evolución de los chicos, pero sí sabemos que hay mucho por mejorar y que estamos acá para eso. Arrancamos con veinte chicos y hoy tenemos más de cuarenta, eso nos ayuda y nos hace saber que estamos haciendo las cosas bien.

-¿Cuál sería esa forma de jugar?
-Nos bajan una línea de trabajo que va a determinar una forma de jugar. Más allá de los sistemas que se puedan utilizar de acuerdo a las características de los jugadores, es importante respetar las formas: que la pelota salga por abajo, tener alternativas para salir jugando, tener jugadores de buen pie en la mitad de la cancha para que la pelota pase por los volantes. La idea es ejercitar los distintos sistemas para que los chicos sepan manejarlos. 

-¿Cómo te gustan que jueguen tus equipos?
-Por lo general mis equipos se caracterizaron por una forma de juego, más allá de los sistemas: jugadores de buen pie y con respeto por la pelota. En 2019 tuve la suerte de viajar con mi hijo (Agustín) a Europa y ver entrenamientos en La Masia, para ver al Barcelona. Me identifico muchísimo con eso: el buen trato de pelota, la posesión, tratar de procurar el error del rival en su campo y la recuperación rápida ante la pérdida. También vimos al Machester United y al City, lo que te hace abrir mucho la cabeza y te dice que no vas por un camino errado.

-Sobre algo más local, ¿qué análisis haces sobre el fútbol regional?
-Creo que haber pasado por Social de Ascensión hace poco y jugar en la liga de Arenales, jugar el Cuatro Ligas con Rojas, Salto y Colón, me permitió ver que el roce con otras ligas te hace crecer. Quedarte y jugar siempre con los mismos no te permite crecer tanto y te achatás. Jugando a nivel regional te encontrás con equipos como Racing o Barracas de Colón o Argentinos de Rojas que tienen a jugadores de buen pie y que no conocés tanto te ayuda a crecer, por el roce y porque te hace ser más competitivo. Quizás te lleva a viajar demasiado y tener otros gastos, pero también te hace crecer como institución y al futbolista. No es lo mismo que Social de Ascensión juega contra Belgrano, Colonial o Singlar, a que todos los fines de semana juegue contra un equipo de Colón, de Rojas o Junín. Precisamente esa es la idea a un futuro, tener ese tipo de roces y que los chicos puedan crecer con esas competencias.

-Siempre estuviste ligado a la formación de jugadores pero también has estado en el fútbol profesional, ¿cómo se fue dando tu carrera como DT?
- Los trabajos se fueron dando de esa forma. Empecé en Social de Ascensión cuando dejé de jugar, como coordinador de inferiores; después se dio la posibilidad en Sarmiento con las categorías 92 y 93, con la suerte de tener una gran camada de jugadores y que muchos de ellos puedan salir al fútbol profesional; tuve un interinato en el fútbol profesional; y cuando uno se va de un club le llegan propuestas y las analiza. Me pasó con Rivadavia que arranqué como coordinador de inferiores y terminé dirigiendo la Primera con un subcampeonato en el Tres Ligas. La profesión esta te lleva a sorpresas porque después de pasar por Social de Ascensión tuve la posibilidad de volver a Rivadavia y salir campeón del nocturno. El año que pasó tuve a mi escuelita de fútbol cerrada por la pandemia, me llegaron ofertas para ir al fútbol en Bolivia, donde desarrollé una gran parte de mi carrera, es todo cambiante. Ahora encontré esta posibilidad de trabajo en Villa que me gustó y convenció. Tiene que haber un entorno para que yo me sienta cómodo con buenas posibilidades y así fue. Son decisiones que uno toma, que a veces salen mejor que otras. Lo que sí, trato de ser coherente con las personas que yo trabajo: en Villa hay un proyecto serio, Maggiolo me dio la posibilidad para poder elegir a los profes y la libertad para poder trabajar.

-¿Por qué no te fuiste a Bolivia?
-Por el tema familiar y de la pandemia. Era una propuesta muy buena: contrato a cuatro años para la coordinación de inferiores. Respecto a lo familiar ya lo hice a los 25 años, cuando me fui solo y dije ´me la banco´. Después, el tema de la pandemia porque tengo mis miedos; una cosa es estar en tu ciudad donde conocés a todo el mundo y otra cosa es que te agarre esto en otro lado. Además, tengo mi escuela de fútbol armada en Junín y no quería descuidarla. Fueron varios factores para que tome la decisión de no aceptar la propuesta que me hicieron en septiembre u octubre. Más allá, sigo en contacto con las personas que me la hicieron y no descarto la posibilidad de que se dé más adelante.

-¿Algún sueño que tengas como entrenador a largo plazo?
-Tengo un nombre y una trayectoria hecha en Bolivia y creo que eso pesa mucho a la hora de que un directivo te llame para dirigir. No me veo dirigiendo en la Argentina si no es primero como ayudante de campo, para luego sí pegar el saltito a DT. Es difícil porque siempre dan vueltas los mismos técnicos y veo que es más complicado acá. Sí veo la posibilidad en alguno de los equipos donde jugué en Bolivia: estuve ocho años ahí, tengo amigos con los que jugué y ahora son dirigentes, y también representantes conocidos. Veo como una posibilidad importante a Oriente Petrolero, que cuando se acomode un poquito económicamente se puede dar, porque conozco a Ronald Raldes, que es el presidente, y tengo una gran relación por el fútbol. Pero bueno, esto nunca se sabe: hace un año estaba jugando el nocturno con la Primera de Rivadavia y ahora estoy como coordinador de infantiles en Villa. Estamos hablando de una materia impredecible.

-Si tuvieras que elegir a un futbolista de Sarmiento que se asemeje al Gustavo Merlo jugador, ¿a quién elegirías?
-Sarmiento últimamente juega con puntas bien definidos, con un sistema de 4-4-2, con poca elaboración y un juego directo, algo que le dio éxito. Por ahí cuando jugaba Ariel Cólzera había un jugador en mi posición. En la actualidad, quizás Sergio Quiroga o Claudio Pombo. Pero ya te digo, no juega con un enganche definido como lo hacía yo delante de la línea de los volantes.
Merlo estará al frente del nuevo proyecto deportivo de la escuela de fútbol de Villa, como así también de la Pre-Décima, Décima y Novena. Integrarán su staff Tomás Sartori, como ayudante, y los preparadores físicos Nicolás Bonet y Jeremías Caro.

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