Lanús se consagró finalista de la Copa Sudamericana
GOLEÓ A VÉLEZ 3 A 0 Y EL GLOBAL SE CERRÓ 4 A 0 PARA EL"GRANATE"

Lanús se consagró finalista de la Copa Sudamericana

Lanús se consagró finalista de la Copa Sudamericana al golear anoche a Vélez Sarsfield por 3 a 0 como local, luego de imponerse 1-0 en la ida en Liniers, con los goles de Tomás Belmonte, Nicolás Orsini y Alexandro Bernabei.
Ahora, enfrentará al ganador de la llave que este sábado 16 definen Defensa y Justicia y Coquimbo Unido de Chile, disputándose la finalísima el próximo sábado 23 del corriente en el estadio "Mario Alberto Kempes", de Córdoba.
Fue una prueba de resistencia. Lanús supo mantenerse a flote en plena tormenta. Se bancó los embates de un rival que salió a llevárselo puesto. Tuvo un nivel de contundencia demoledor y el premio que se llevó fue enorme: la final de la Copa Sudamericana, trofeo que ya levantó en 2013.
Fue una serie de esas que se dan una vez cada tanto en el fútbol. El equipo de Luis Zubeldía apostó al contragolpe y le salió bien. Por momentos fue sofocado. Por eso sufrió. Por eso caminó por la cornisa. Por eso estuvo varias veces al borde del abismo. 
Poco les importará a sus hinchas, que tendrán la posibilidad de ver a su equipo en una nueva final.  En definitiva, Lanús construyó una campaña tremenda en esta Copa, dejando en el camino a gigantes del continente como Bolívar, San Pablo, Independiente y ahora Vélez.
El "Granate" fue un conjunto pragmático. Un canto a la efectividad. En parte por voluntad propia y también por el empuje de un Vélez que fue como una tromba a buscar el gol que necesitaba, el Granate achicó espacios hacia atrás y procuró salir al galope ante cada recuperación. 
"El Fortín", que el primer tiempo ostentó un 74% de posesión, intentó hacer ancha la cancha con Centurión y Janson para abrir espacios por el centro y abastecer a Tarragona. El equipo visitante generó situaciones, pero la falta de eficacia y los guantes del arquero Morales le impidieron capitalizar todo lo bueno que supo generar.
Lanús supo soportar el terremoto. Contó con la complicidad de los delanteros del rival, quienes no estuvieron precisos a la hora de dar el último toque. En síntesis: Vélez perdonó demasiado, algo que en el fútbol es un pecado capital. Y el Granate lastimó cada vez que llegó. Ahora va por el premio mayor.

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