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Palmeiras goleó y puso un pie y medio en la final de la Libertadores.
COPA LIBERTADORES

Palmeiras goleó a River en el partido de ida

El equipo "millonario" sufrió un duro revés como loca, en la primera semifinal, perdiendo 3 a 0 en el estadio de Independiente.

River Plate sufrió un duro revés esta noche en la semifinal de ida de la Copa Libertadores ante Palmeiras, en cancha de Independiente, donde el elenco brasileño, que está invicto en el torneo, le ganó 3 a 0, explotando al máximo los contraataques de que dispuso a lo largo del encuentro.
Los paulistas tuvieron una sola opción de gol en el primer tiempo, y no fue generada por su juego, a todas luces conservador en esa fase del partido, sino por un error del arquero Franco Armani, que no confió en su compañero Robert Rojas y rechazó con los pies un centro que era del defensor paraguayo, dejándole el balón servido a Rony, que remató cruzado y tras un desvío muy fino, se metió contra el palo derecho.
Ese fue el primer síntoma de una noche que iba a ser de contínuos padecimientos para los dirigidos por Marcelo Gallardo, que parecían repetir lo del superclásico del sábado, cuando dominaron a Boca con la posesión del balón pero no pudieron plasmar la superioridad en la red.
Anoche, River siguió manejando la pelota después del tanto brasileño que llegó muy poco antes de la media hora de una etapa inicial y le dejó a los "millonarios" una gran sensación de injusticia por lo que habían hecho con su juego y lo que en realidad indicaba el marcador.
Apenas comenzado el segundo período, Rojas fue pasivo en la marca y permitió que Luiz Adriano le hiciera una especie de pick and roll basquetbolístico posteándose de espalda y girando sobre el cuerpo del paraguayo para partir sin oposición en busca del arco riverplatense y vencer a Armani con remate bajo que ingresó entre las piernas del golero y 2 a 0 consumado.
El segundo golpe le dolió mucho a River, y le costó asimilarlo, al punto que pareció "groggy" durante varios minutos, y curiosamente una "canchereada" de Gabriel Menino, bajando con el taco una pelota que llegaba por elevación, terminó siendo definitivamente productiva para las aspiraciones de los conducidos por el portugués Abel Ferreira.
Esa acción provocó el enojo de varios futbolistas riverplatenses, y el poco experimentado Jorge Carrascal fue a hacer justicia por "pie propio" con una doble patada con derecha e izquierda que obligó al árbitro Leodán González a expulsarlo.
Todavía no se jugaba el cuarto de hora del segundo tiempo y esa "calentura" del colombiano fue letal para su equipo, que para colmo de males recibió el tercer tanto por un cabezazo del lateral izquierdo uruguayo Matías Viña que llevó a Armani a buscar la pelota en el fondo de su arco por tercera vez en la oscura, y no solamente por la lluvia; noche de Avellaneda.
Con semejante diferencia y la valorización doble del gol de visitante, River tenía que salir a todo o nada y se exponía a las contras de los brasileños, pero no le quedaba otra, porque levantar semejante lastre dentro de una semana en San Pablo requerirá, esta vez sí, de una verdadera hazaña futbolera, aunque para un equipo de Gallardo todo es posible.

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