Héctor Luis Cuevas nació el 31 de agosto de 1982 en Córdoba Capital. Jugó en tres de los cuatro grandes de la provincia (en Belgrano, Talleres y Racing, sin hacerlo en Instituto). Sin embargo, al hacer referencia a su nombre en el fútbol del interior, rápidamente se lo asocia a Sarmiento y a Junín. Mucho de ello tiene que ver con los cuatro ciclos que tuvo en la institución de nuestra ciudad, donde logró tres ascensos con el Verde a las distintas categorías. Además, el Verde fue el equipo en el que más partidos disputó.
De hecho, Sarmiento ha tenido destacados delanteros en los últimos años, como a Ramón "Wanchope" Ábila, Pablo Magnín o, en la actualidad, Mauro Albertengo. Pese a la jerarquía de los nombres mencionados, Cuevas ha dejado su sello a base de sacrificio, goles y resultados. En tal sentido, se puede afirmar que el "legado Cuevas" es algo que persiste y se suma en la historia de los exitosos ataques que ha tenido el Verde.
En una entrevista con Democracia, el exdelantero de Sarmiento analizó sus pasos por el club, como también el crecimiento que vivenció la institución de nuestra ciudad. También eligió a la mejor dupla en ataque con la que le tocó estar y enumeró tres goles que ha convertido con la casaca "verdolaga".
-¿Qué significa Sarmiento para vos?
-Significa mucho para mí. Me dio todo, deportivamente hablando. Después, sobrepasa la parte deportiva y emocional, le guardo un lugar especial en mi corazón.
-¿Qué lugar ocupa en tu trayectoria deportiva?
-Ocupa el lugar número 1, es mi casa deportiva y va a ser mi segunda casa también. Es donde me sentí cómodo, donde mejor me trataron, donde viví muchas cosas, tanto lindas como feas. Uno se va a quedar con los mejores momentos y Sarmiento me dio todo.
-¿Lo ponés sobre todo lo que viviste en Córdoba?
-Más allá de que soy de Córdoba y jugué en dos grandes, donde conseguí un ascenso con Belgrano que significó algo importante en mi carrera, lo que viví en Sarmiento, como los tres ascensos, lo bien que me trató el club o en la ciudad con los juninenses es algo totalmente diferente.
-También jugaste en Douglas Haig. ¿Percibís esa rivalidad entre los dos clubes?
-No, nunca percibí ese sentido de rivalidad en ninguno de los casos: jugando en contra de ellos o en el Verde. En Douglas me trataron muy bien, tuve la suerte de hacer una buena cantidad de goles y logramos el objetivo de mantener la categoría en su momento. Llegué de la mano de ´Mostaza´ Merlo, pero no se percibía ese clásico regional o por así llamarlo. Quizás en el día que se enfrentaban los equipos, pero después no estaban pendientes de cómo le iba a Sarmiento (obviamente que yo sí en lo personal). Fue un lindo club y recibí buenos tratos.
-¿Con qué ciclo en Sarmiento te quedás?
-Todos fueron especiales, todos tienen algo de especial. El primer año, en el 2004, fue especial porque fue mi primer año como jugador profesional, mi primer contrato, y a los seis meses ascender y salir campeón lo hizo especial. En el 2012 volví al club después de un tiempo, cuando uno ya tenía un nombre y una trayectoria en Primera y Nacional B, era especial ya que volví a una tercera categoría y volvimos a salir campeones y ascender. El último, jugando en el Nacional B y ascendiendo a Primera mirá si no va a ser especial, que el club volvió a codearse con Boca Juniors, River Plate e Independiente. Fue algo hermoso.
-Tu top tres de goles en Sarmiento.
-El número uno siempre va a ser el que le hice a Colegiales porque significó mucho para el club, ya que fue un título y una estrella para el club, al salir campeones. En segundo lugar, haber hecho el primer gol en la vuelta a Primera contra River fue algo muy lindo. Y en tercer lugar, hacerle el gol a Rosario Central, en el Gigante de Arroyito, cuando volvimos a la B fue hermoso.
-A diferencia de los dos primeros, ese último fue fuera de Junín y con todo un estadio en contra.
-Tal cual. Cuando armaron el fixture decían que Central era el gran candidato y el mejor equipo que iba a jugar contra un recién ascendido. Pensaban que nos iban a ganar y les dimos una sorpresita.
-¿Cuál de las tres finales que perdió Sarmiento te hubiera gustado jugar?
-Contra San Martín de Tucumán. Esas finales fueron hermosas, a cancha llena, impresionante.
-¿En Tucumán o en Junín?
-Las dos. La primera fue hermosa en Junín y la segunda tuvimos mala tarde.
-En Tucumán se podría establecer la relación de un escenario similar al de Central: estadio lleno, contra el favorito.
-Sí, totalmente. Esos son los partidos que más me gustan a mí, cuando tenés todo en contra, cuando el jugador saca su rebeldía, muestra su hombría, su hambre de gloria. Pero bueno, los chicos hicieron un gran torneo y es una lástima que se haya escapado ese torneo.
-¿El técnico que más te marcó en Sarmiento?
-Sergio Lippi. Creo que fue el que más me marcó, más me ayudó, del que más aprendí, tanto cosas buenas como malas, el que más cosas recuerdo que me queden.
-¿Tu mejor dupla en ataque que hayas tenido en Sarmiento?
-Me voy a quedar con tres jugadores con quienes me encantó compartir cancha y me la hicieron muy fácil. Son Ezequiel "Pochito" Cerutti, Ignacio Cacheiro y Nicolás Sánchez. Son los tres que me dieron una mano importante, que no me hicieron correr tanto y que me la daban redonda para que termine las jugadas. Me acuerdo que me decían: ´Gordo vago, no corrés una´ (risas).
-En cuanto a la gestión deportiva, ¿qué podés destacar?
-El club creció muchísimo. Recuerdo el año 2004, que no teníamos dónde bañarnos, no teníamos ropa de entrenamiento, andábamos deambulando, no cobrábamos. Ahora, la segunda imagen cuando vuelvo en 2012 era otro club: ya tenía su lugar de entrenamiento, la cancha con excelentes condiciones. Y ahora es un club excelente en lo institucional y está preparado para estar en la Superliga.
-¿Cómo hacés para seguirlo a la distancia?
-No me pierdo ningún partido. Sigo todas las páginas en las redes sociales del club, trato de ver los partidos televisados y si no los voy siguiendo por la información que circula. Tengo relación con algunos de los chicos, así que los voy molestando, les voy preguntando, me saco dudas, me interiorizo siempre por el club porque lo quiero mucho y quiero que le vaya bien.
Los juninenses me trataron siempre muy bien. Estuve a punto de mudarme para allá (por Junín), pero después pasaron cosas que pesaron más y hoy en día estoy en Córdoba.
-¿Cuándo te retiraste del fútbol?
-Me retiré profesionalmente en Racing de Córdoba el año pasado, y ya pasaron varios meses que dejé el profesionalismo. Después estuve jugando un regional acá en Las Palmas, para cumplir mi sueño de jugar con la camiseta y el equipo de mi barrio, y hasta entrenarme pese a todas las lesiones que tuve. Estaba Juan Carlos Olave, con quien compartimos cuatro años en Belgrano, me pidió si podía jugar, por lo menos para compartir vestuario con los chicos, experimentar cosas nuevas como concentraciones y viajes. Fue para sacarme el gustito, ya que no podía entrenarme todos los días, estaba dedicado a otras cosas y no podía dedicarme como profesional.
-¿Te quedó alguna cuenta pendiente en lo deportivo?
-Creo que no, cumplí todas las expectativas que tenía y que me fui haciendo, ya que nunca me imaginé vivir del fútbol. Tenía 24 años y aún no vivía del fútbol, sino que hacía algunas changas para mantenerme. Por todo eso, te puedo decir que cumplí todos mis objetivos: nunca dije ´quiero jugar en Primera´, o ´quiero jugar en Europa´. Todo se me fue dando y me fui superando. Me quedo con todo lo que hice y todo lo que me tocó vivir. Soy un agradecido al fútbol y a la vida por todo lo que viví. Haber vivido 15 años de este deporte es algo único, y no es para todos. El otro día escuché que tan solo el 1% de jugadores llegan a vivir del fútbol, así que soy un afortunado.
-¿Lo ves como protagonista a Sarmiento para ascender a la Liga Profesional?
-Creo que ha perdido grandes jugadores, como (Wilfredo) Olivera, (Pablo) Magnín o (Ariel) Cólzera. La ausencia de ellos, obviamente, se va a sentir porque eran importantes para el equipo, pero tiene un buen técnico que es bicho, sabe los jugadores que quiere, tiene una base importante de futbolistas como (Manuel) Vicentini, (Yamil) Garnier o (Federico) Vismara. Hay un buen plantel que puede pelear. Es una pena que no hayan continuado las fechas porque yo creo que ese Sarmiento tenía muchas chances de pelearle el ascenso a San Martín. Hay que tener fe y renovar las esperanzas. Finalmente, habrá que esperar para ver cómo y cuándo arranca en concreto.
-¿Qué haces en la actualidad?
-Estoy asociado en una constructora que tiene más de 15 años. Desde que estaba en Racing (de Córdoba) venía haciendo algunas cosas y quería meterme en un rubro diferente del fútbol, quería despejar mi cabeza, y llegué por medio de un amigo. Ahora soy encargado de la logística de la empresa.
En la actualidad, Cuevas se encuentra alejado del fútbol al haberse podido mantener en un nivel superlativo y haber cumplido todas sus metas, las mismas que fue creando con el correr de los años.
Hoy, desde Córdoba, el exjugador del Verde guardó los "cortos" y colgó los botines para dedicarse plenamente a la logística de una empresa de construcciones. De esa forma, Cuevas dejó el espacio deportivo y se reinventó para crearse nuevos objetivos y crecer fuera del fútbol. Sin embargo, su legado en Junín perdura al igual que sus goles que sigue gritando cada vez que se los recuerda.
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