Sergio Malizia
Sergio Malizia habló con Democracia.
DEPORTE EN PANDEMIA

Sergio Malizia y el silencioso trabajo en el área de kinesiología del Verde

La pandemia fue algo que vino a irrumpir con la "normalidad" que se conocía hasta el momento. En tal escenario, los clubes y las entidades deportivas no fueron la excepción y debieron suspender los entrenamientos por un lapso de, no menos, cinco meses para prevenir posibles contagios, cuidar a los deportistas y reorganizar las planificaciones de entrenamientos.
Los encuentros virtuales cobraron vital importancia para no perder los estímulos deportivos y mantener en actividad a los jugadores. Una de las aristas de gran relevancia en ese contexto (y que lo sigue siendo durante el resto del año) es el área de kinesiología de las instituciones deportivas. 
En el caso de Sarmiento, Sergio Malizia es un representante del gran trabajo que se realiza desde este sector para con los futbolistas y no solo de Primera, sino de las categorías juveniles. 
En diálogo con Democracia, el kinesiólogo del Verde compartió cómo fue la vuelta a los entrenamientos. Al respecto, contó: "Se hizo una adaptación a lo largo de las primeras semanas de pretemporada, no es que empezaron haciendo fútbol directamente. Iniciaron con grupos de seis futbolistas trabajando de manera personalizada y comenzaremos en breve con la competencia oficial".
Y explicó: "Esta es la undécima semana de prácticas a nivel profesional. Sin embargo, los chicos nunca dejaron de entrenar pese a la pandemia, ya que cada uno tenía una rutina de ejercicios y se ejercitaba con las cosas que tenía a mano: algunos con una bicicleta, otros podían correr y otros hacían menos actividades en un departamento".

Hay un grupo que a veces pasa desarpercibido, que son los utileros y ayudantes, que siempre están presentes. Eso hace a la formación de equipos de trabajo y muchas veces no se nombran, pero es fundamental. 

"En comparación con otros equipos, que se puede mirar con el diario del lunes, el grupo de Sarmiento tuvo muy pocas lesiones gracias al trabajo preventivo que se hizo. Se ha hecho un trabajo con mucha responsabilidad, junto con un grupo muy profesional y agradable para el trabajo", destacó sobre la institución de nuestra ciudad.
En torno a los contenidos y a las formas de regresar a la actividad señaló: "Se trabajan todas las cualidades físicas. Los encontramos de una manera muy buena por el trabajo que se desarrolló hacia el cuidado de los jugadores. Veremos cómo responden cuando empiezan las competencias que se van a enfrentar contra otros equipos".
"También hacíamos recomendaciones a través del área de nutrición, de la parte médica, del profesor de educación física", mencionó y reconoció: "Hoy se valora mucho el trabajo interdisciplinario. El kinesiólogo Federico Pérez, junto con los médicos, tanto clínico como deportólogo, la nutricionista, los traumatólogos. Es un equipo muy grande que trabaja a la par del plantel".
"Me parece que el secreto es trabajar con las distintas disciplinas para el bienestar de ellos", aseguró Malizia.
Asimismo, visibilizó el trabajo que realizan todas las personas que asisten en la cotidianeidad a Sarmiento y dijo: "Hay un grupo que a veces pasa desarpercibido, que son los utileros y ayudantes, que siempre están presentes. Desde que te llevan el agua, desinfectan todos los elementos de trabajo; todo eso hace a la formación de equipos de trabajo y muchas veces no se nombran, pero es fundamental. Da gusto ir a trabajar así".
"El jugador, lógicamente, nota esa contención. Sarmiento es un club muy profesional en todos los aspectos", resaltó.
Por último, compartió las complejidades que tiene su trabajo al estar mucho tiempo en el club. "Es una profesión que demanda mucho tiempo fuera de casa : concentraciones, partidos , días laborales, carga horaria, que son muchas horas".
"Pasé la mitad de mi vida en el club trabajando como kinesiólogo", enfatizó.

Su experiencia con el Covid-19
Sergio Malizia fue una de las once personas afectadas por el Covid-19 que experimentó el Verde. Fue uno de los testigos de lo que es portar el virus que azota al mundo. Respecto a su vivencia con esta enfermedad, expresó: "Pasé los primeros días con mucho cansancio y fatiga, tal cual lo dice la gente que lo contrajo. Después, no tuve mayores inconvenientes. Obvio que respeté el tiempo de reposo pero no tuve ninguna complejidad más. Uno sabe que hay personas que la pasan muy mal y cabe aclarar que no tuve problemas ya que no fui sintomatológicamente activo". 

Pasé la mitad de mi vida en el club trabajando como kinesiólogo.

"Desconozco cómo me contagié. Estoy atendiendo pacientes en la clínica, con otros en el consultorio. Uno saca conclusiones de dónde pudo haberse contagiado pero para mí fue imposible hacerlo", aseguró y aclaró: "Nunca sentí pudor ni presión social por ser portador de coronavirus. De hecho, soy una persona muy sociable y no es algo para tener vergüenza".
Tras haber superado al coronavirus, Malizia se reintegró a los trabajos en Sarmiento. Sobre el momento en que recibió el alta médica, recordó: "Al otro día que lo recibí ya estaba trabajando. Soy una persona muy activa y estaba feliz de volver al ruedo".
Por otro lado, no quiso perder la oportunidad para destacar la labor desarrollada por todas aquellas personas que se desempeñan en el área sanitaria en la ciudad. "Hay que resaltar a todos los enfermeros, los médicos y tantos otros que se ocupan de la salud por el esfuerzo que están haciendo".
"La gente lo valora pero hay que vivirlo, hay que ver cómo se trabaja para darle importacia a lo que se está haciendo con ese grupo de trabajo. La mayoría son colegas de trabajo y sé que a veces pasan momentos muy feos. Por eso, ojalá reciban alguna recompensa el día de mañana más allá de la vocación por su servicio, que sea valorado por toda la sociedad. Es una deuda pendiente de todos los ciudadanos hacia ellos", reflexionó.

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