José Raúl "Toti" Iglesias fue un jugador determinante en el campeonato logrado por Sarmiento. A 40 años de aquella conquista, el gran delantero recordó su llegada al club, habló del cambio de mentalidad que tuvo el equipo y reconoció que si le iba a mal en el Verde tenía pensado dejar el fútbol.
- ¿Qué recuerda de su llegada a Sarmiento?
- Yo era un jugador poco conocido, tenía 22 años y recién arrancaba mi carrera. En ese entonces, necesitaba demostrar mis condiciones. Me había mostrado un poquito en San Lorenzo pero nada más, no era un jugador conocido. Arranqué en San Lorenzo, después me fui a España, pero no venía teniendo una continuidad. Entonces necesitaba jugar.
- Llegó junto con jugadores de mucha jerarquía.
- Sí, eso es verdad. Llegué junto con siete u ocho jugadores muy conocidos. Esos jugadores eran veteranos, después había jugadores del club con muchas ganas y en el medio estábamos una serie de muchachos como en mi caso que necesitábamos una oportunidad en el fútbol.
El club me dio la oportunidad de mostrarme y a partir de eso pude desarrollar una carrera impresionante.
Fue impresionante la gente que fue a Banfield. La cancha explotaba de gente de Junín.
- Vino a pelear por un puesto.
- Yo siempre digo lo mismo, irónicamente, vine como el cuarto guitarrista y tuve la suerte de irme como el protagonista de la película. Pero lo mío fue una constancia a no entregarme, venía de dos o tres añitos de muchas dudas. Las cosas no se me venían dando y ya me estaba repreguntando si la carrera de futbolista era para mí. Me acuerdo que en aquel entonces me propuse probar un año más, y si no se me daba, me iba a dedicar a otra cosa.
- ¿Estaba dispuesto a dejar el fútbol?
- Sí, ya se lo había comunicado a mi esposa. Pruebo un año más y, si la cosa no va bien, me dedico a trabajar. Sentía que ya no daba para más, porque parecía que venía como pidiendo una limosna para que me dejaran mostrarme. Por eso es que yo siempre estoy muy agradecido a Sarmiento, el club me dio la oportunidad de mostrarme y a partir de eso pude desarrollar una carrera impresionante. Después jugué quince años en primera división y tuve experiencias muy importantes.
- ¿Y a qué se iba a dedicar si no era futbolista?
- No lo sé, pero lo pensé. Tenía 22 años y lo pensé. Si no era el fútbol, sentí que tenía que trabajar como un ciudadano más, vería qué hacer. De todas maneras, no estaba cansado del fútbol, pero venía de dar muchas vueltas por los clubes y de no poder jugar como yo quería. Entonces cuando se me dio lo de Sarmiento, me preparé mentalmente. Me propuse tener un año bueno y por suerte se dio. Fui el goleador del campeonato y salimos campeones. Puse lo mío para que Sarmiento, por primera vez, logre ser campeón de la categoría.
- Un logro que difícilmente el hincha pueda olvidar.
- Creo que es por eso que la gente nos tiene tanto en el recuerdo. Porque fue la primera vez que Sarmiento salió campeón y a partir de ahí nunca más.
- ¿En qué momento del torneo sintió que el equipo estaba para ser campeón?
- Cuando ya faltaban diez fechas, el torneo se convirtió en un mano a mano de Sarmiento contra Atlanta, que un poco era el poderoso de la categoría. Atlanta venía de descender y Sarmiento era un poco el desconocido. Además de ese mano a mano, estaba Chicago que era otro poderoso. Es decir que Sarmiento era el invitado pobre de la fiesta. Pero recuerdo que cuando nosotros jugamos contra Atlanta, en Junín, le ganamos 2 a 0 con dos goles míos y ahí me di cuenta que podíamos ser campeones. Después de ese partido, el equipo adquirió una mentalidad ganadora terrible y por suerte logramos el campeonato.
- ¿Cómo podría describir aquel equipo?
- Un equipo de guerreros. Un equipo muy bien parado atrás, combativo y de mucha eficacia. Cuando arrancamos el campeonato quisimos hacer otra cosa, otro juego, de salir jugando y de intentar otra cosa. Y así nos fue. Nos golearon varias veces, pero nos dimos cuenta de que el perfil de nuestro equipo debía ser otro, más combativo, de lucha, de meter como loco y de apostar al contragolpe. Yo me sentía bien, me sentía con mucha potencia y los goles se me estaban dando. Entonces, teníamos que jugar así. Y nos salió bien porque de cincuenta goles que anotó el equipo yo marqué la mitad. Así que cambiamos la estrategia y nos fue mejor.
- ¿Qué recuerda del tramo final del torneo?
- Nos quedó a todos muy grabado el partido de Banfield. Si mal no recuerdo, faltaban tres fechas y si contra Banfield, de visitante, nos iba bien, quedábamos muy cerca de lograr el campeonato. Era un partido bisagra. Chicago y Atlanta esperaban que Banfield nos volteara, pero no pasó nada de eso. Fue impresionante la gente que fue a Banfield. La cancha explotaba de gente de Junín y cuando nosotros salimos a jugar el partido vimos ese marco y la verdad es que nos comimos la cancha. El incentivo de la gente fue impresionante y le terminamos ganando 2 a 0. Ahí ganamos el 50 o 60 por ciento del campeonato. Sin dudas, después de eso le ganamos a Chacarita en Junín por 2 a 1 y salimos campeones una fecha antes.
- ¿Cómo es su vida hoy?
- Disfruto de la vida, ya estoy retirado de todas las actividades. En el último tramo me dediqué a la representación de jugadores y me retiré representando a Gonzalo Rodríguez que fue con el último jugador con el que trabajé en San Lorenzo. Hoy disfruto de la vida, de los afectos que me dejó el fútbol y por supuesto de la familia y de los amigos.
- ¿Qué lugar ocupa Sarmiento de Junín en su vida?
- Muy importante, hoy a través de las redes sociales siento el aprecio de la gente. Voy muy poco a la ciudad pero a través de las redes muchos hinchas realmente me hacen sentir su afecto. Hay una peña que lleva mi nombre y muchos homenajes que me hacen sentir muy bien. Muy agradecido. Eternamente agradecido. Nunca me olvidé y nunca me voy a olvidar de la gente de Sarmiento. Nos pasó a todos los jugadores del plantel que salimos campeones, muchos tuvimos la suerte de hacer una gran carrera, de jugar en Europa, pero no podemos olvidarnos de Sarmiento. Es un recuerdo muy lindo y muy profundo el que tenemos del club.
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