DESTACADO EXJUGADOR Y ACTUAL DIRECTOR TÉCNICO

“Si en el fútbol te fanatizás con una idea, se pierde la posibilidad de incorporar otras cosas”

Así lo entiende Adalberto Ismael Bonópera, el “Morocho”, quien integró el inolvidable equipo de Sarmiento en 1980, pasó por otros equipos y también tiene amplio recorrido como entrenador.

Adalberto Ismael Bonópera puede hablar de fútbol todo el día y todos los días, porque es el deporte que amó desde chico y al que defiende con pasión, conocimientos e ideas en cada charla de café, e reunión de amigos o con sus alumnos de la Escuela de Directores Técnicos “Osvaldo Juan Zubeldía” de Junín, ciudad en la que el apodado “Morocho” (casi como un contrasentido a sus rubios cabellos) nació el 13 de febrero de 1960.
Entrevistado por Democracia, Bonópera comenzó narrando sobre sus inicios en el mundo del deporte:
“Antes de jugar al fútbol practiqué básquet en el Club Los Indios, cuya sede estaba a la vuelta de mi casa. Nos dirigía Rubén Darío ‘Polo‘ Cárdenas y otros profesores, hasta que los suspendieron por una ‘chiquilinada‘ que nos mandamos y fue en ese momento que fui a jugar al fútbol a Sarmiento, cuando tenía diez años. En ese querido Club recorrí todas las inferiores, hasta llegar a la primera división en 1976, en el torneo Nocturno local, cuando tenía 16 años. Mis entrenadores de formativas fueron Lucio Omar Moyano y Marengo (dupla), Hebert  Pérez, Aldo ‘Comisario´ Rodríguez, Juan Torres, Alfredo Bertucchi, Rodolfo Cadile, Osvaldo Burgos, Aldo Riera, ‘Taliche´ Lombardi. Ya en 1978 me convocaban para hacer fútbol con los profesionales, el técnico era Marino, le siguió Juan Carlos Montes, hasta que se fue a Mendoza, llevándose a Luciano Polo, Rodolfo ‘Fito’ Pezzatti y a Del Bono. Quedó como técnico Alfredo Gironacci, quien estaba atajando en el equipo profesional y por su experiencia pasó a ser técnico. En 1979 nos dirigió Juan Manuel Guerra, quien salvó al equipo del descenso. Luego arrancó ‘Cacho’ Cadars, con Manuel Lorenzo como profesor y luego regresó Juan Carlos Montes. Tengo un reconocimiento con todos los técnicos, ya que todos me dejaron enseñanzas para el fútbol y la vida posterior como director técnico”. 

El inolvidable Sarmiento de 1980
Ampliando conceptos, Adalberto narró: “Mi primer contrato profesional lo firmé en 1980 y tuve la suerte de integrar el famoso equipo del ´verde´ que logró el ascenso a Primera División de la A.F.A. Jugué ese año con futbolistas de la talla de Rubén Glaría, Horacio Peremateu, Roberto Salomone, Marcelino Britapaja, el ‘Lobo´ Rodolfo Fischer, José Raúl ´Toti´ Iglesias, ‘Palito’ Ortega, Néstor Hernandorena, José Romero, José María Lorant, los locales Luciano Polo, Miguel Álvarez, Juan Boianelli, Aldo González y otros. Fue un gusto enorme haber integrado ese maravilloso plantel, del que me quedaron muchas anécdotas y muy gratos recuerdos”.
Tras ello destacó: “Todo el año ’80 fue de alto volumen y el partido que más recuerdo es el del viaje a Banfield, donde se ganó un partido clave y todo fue un festival, en la ruta, trenes, una revolución deportiva creó Sarmiento en esa época. Los partidos empezaban en el centro de la ciudad, los sábados a la mañana, en los cafés, las casas de audio, que ponían relatos de los goles de Sarmiento a todo volumen, era una fiesta, antes y después de cada partido. Los días que hacíamos fútbol había mucha gente viendo las prácticas, se permitía la entrada libre y gratuita al entrenamiento, nos invitaban de todos lados, ya sea casas de familia, entidades de la zona, etc. Fue, sin dudas, uno de los ciclos más importantes de la historia deportiva de Junín”.


Más adelante, quien fue un volante de buenas condiciones técnicas y despliegue, expresó: “en 1981, después de dejar Sarmiento, firmé para Mariano Moreno y también formé parte de un plantel bárbaro, con el cual ganamos el campeonato. Pero me comenzó a aquejar una pubalgia, que me tuvo a mal traer durante varios meses y me llevó a estar un año y medio parado, porque no lograba curarme. Ya en 1982 me fui a jugar a Studebaker de Villa Cañás, junto a ‘Tito‘ Parisi y otros jugadores de Junín. En esa Liga, la Venadense de Fútbol, íbamos a jugar a distintas ciudades, porque la integran varios equipos”.
“En 1983, estuve otra vez parado por la pubalgia y en  1984 me convocaron para jugar en Origone de Agustín Roca, donde tuvimos una gran temporada junto a Oscar Tuso, Barraza, Edgardo Carpaneto, Daniel Falabella, Horacio Massari, José Salvo, Lagomarsino, el “Cano” Norberto Suceret y otros grandes jugadores. Perdimos la final contra El Linqueño, de visitante, tras un esfuerzo tremendo a lo largo del campeonato. Seguí en 1985 e Origone, otro gran equipo, ya que se sumaron Rubén ‘Pupy’ Allemandi de Lincoln, el recordado Luis Sospicio y otros. En 1986 jugué en Compañía de Salto y luego pasé y completé la temporada en Rivadavia de Lincoln, convocado por Juan Carlos Píriz. 
En 1987, me llevó a Rivadavia de Junín Miguel Ángel Romero, quien era el técnico de primera; en 1988 pasé a Villa, con grandes jugadores ahí como Horacio Massari, Oscar Tuso, Roberto Pezoa, Eduardo Rassi, entre otros. Me dieron durante un partido fuerte en un tobillo y eso, sumado a cuestiones personales (no tenía más ganas de jugar) hicieron que me retirara como futbolista en 1988, con 28 años de edad”.


 
Su etapa como entrenador
Luego, el “Morocho” comenzó su recorrido como director técnico y al respecto, señaló:
“En 1990, Miguel Ángel Romero, un gran amigo con quien compartí equipo en 1981 en Moreno, estaba dirigiendo a River de Junín y le salió una propuesta para ser DT en la zona. Me preguntó si me animaba a dirigir a ´La Loba´ y le dije que sí, así que fui técnico de River hasta 1992, iniciando mi recorrido como entrenador. Entre 1991 y 1992 hice el curso de DT en la Escuela ´Osvaldo Zubeldía´ y ya en 1993, me fui a trabajar con Hugo Déboli, de Lincoln y otro amigo del fútbol, a Barracas Central, en el ascenso de AFA. Trabajé como ayudante de campo de Hugo y me dieron para dirigir la tercera, quinta y séptima divisiones de Barracas. Sumamos como jugadores al juninense Paratore y a Fabio Schiavi y se hizo un gran torneo, fue una hermosa y gran experiencia para mí”. 
Continuando, Bonópera recordó: “En 1994, una empresa que trabajaba con jugadores libres me puso al frente de ese grupo, para entrenarlos, y luego la misma empresa tomó a su cargo el equipo de General Lamadrid y poco después también a Estudiantes de Buenos Aires, a los que llevamos varios jugadores. En Estudiantes colocamos a Fabio Schiavi, estaba como técnico Ricardo Trillini y luego Ricardo Caruso Lombardi, lográndose el ascenso a la Primera ´B´ Nacional, también ascendimos con Lamadrid de la ‘D’ a la ‘C’, siempre con la empresa y yo como manager, otros recuerdos inolvidables.
En 1999, Oscar Tuso se hizo cargo del plantel profesional de Sarmiento y me invitó a colaborar con él, estado yo aún en Buenos Aires. Volví a Junín, trabajamos mucho y bien y luego ese equipo, con Mario Finarolli como técnico, logró el ascenso, con el equipo formado por Oscar. Casi totalmente estaba conformado por jugadores de Junín y luego que se adaptaron a la categoría, el equipo explotó y ascendió. También dirigí la primera local en esa temporada 1999/2000 y salimos campeones de la Liga. En Sarmiento me crie y pasé momentos imborrables”. 


Luego, comentó:
“En 2008, cuando regresé de Buenos Aires, Darío Minervino –quien estaba en Villa Belgrano- me llevó al Club y salimos campeones del Nocturno, viviendo momentos muy lindos. También con Darío estuvimos para otro Nocturno en Independiente, así que tengo recorridos varios clubes de Junín. Algunas veces la suerte acompañó y logré títulos como jugador y entrenador. El fútbol fue mi formador y mi vida”.
“En 2013 dirigí formativas de Sarmiento con Martín Funes como coordinador, hasta parte de la temporada 2016, la última etapa en la Reserva. Fue una gran experiencia, con profesores como Hernán Morón, Pablo Regazzi y Matías Berardo. En juveniles, fue el primer año en AFA, las dos veces que Sarmiento ascendió a la ‘A’ yo estuve, debo ser el único con contrato que estaba en el Club, en 1980 como jugador y luego como entrenador. De una u otra manera, soy el amuleto de la suerte (risas)”.
Consultado sobre cómo le gusta que se pare en cancha un equipo que él dirige, Adalberto señaló: 
“Me gusta que mi equipo tenga mucha posesión de pelota, con buena técnica, buen juego. El sistema 4-3-1-2 o el 4-3-3 son mis preferidos, porque es un planteo equilibrado en sus líneas. Equidistante en todas sus líneas, con marcación zonal, que es más solidaria, con menor costo técnico, físico y psicológico de los jugadores”, agregando luego: 
“Como técnico me gustaba la motivación que nos daba Juan Carlos Montes antes de empezar a entrenar, con él o con el preparador físico, así que salíamos bien enchufados a practicar. Reconozco que tomé un poco de cada entrenador, porque me gusta escuchar y mirar, ver qué es lo mejor de cada DT, porque si en fútbol te fanatizás con una idea, se pierde la posibilidad de incorporar otras cosas. Cuanto más es el volumen de aprendizaje, más uno le puede volcar al jugador, se le puede dar más amplitud de ideas”. 
"Hace un tiempo que no dirijo, o se fue dando y si algo sale y estoy a la altura de las circunstancias, dirigiría”, siguió detallando.

El profesor Bonópera
En la actualidad, el entrevistado se sigue desempeñando como profesor en la Escuela de Directores Técnicos “Osvaldo Juan Zubeldía” de Junín y al respecto informó:
“Me incorporé en 2012, cuando me llamó Oscar Tuso. Ingresé como profesor de Táctica y Estrategia y sigo aún al frente de la materia. Más que enseñar, uno aprende y logra otro vínculo muy fuerte con el fútbol”, narrando en el final una anécdota de su trayectoria como futbolista:
“Cuando me fui de Sarmiento, me probé en Banfield y quedé. Estaban el ‘Bambino´ Veira y el ‘Nano´Areán como técnicos, pero no firmé porque un acuerdo de los dirigentes de todos los clubes no permitía incorporar jugadores que habían quedado libres por falta de pago y como ese era mi caso, no jugué en Banfield”, cerró la jugosa entrevista con Democracia el “Morocho” Adalberto Ismael Bonópera.

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