FÚTBOL

Rubén Ismael “Mamita” Pérez

Gran jugador de Defensa Argentina, en la década del '60. Ganó un nocturno. Fue dirigente en 1989, donde el CADA logró su único título oficial.

Nací en Junín a dos cuadras del club Atlético Defensa Argentina. Calles de tierra, se jugaba a la billarda, se cazaban mariposas, no había internet, celulares, tablets, solamente estaba la pelota de fútbol.

Fui a la escuela número 7 que quedaba a la vuelta de mi casa. En realidad los fondos de mi casa daban con la escuela. No me dejaban saltar el tapial, si no pasaba por arriba con tal de no dar toda la vuelta manzana. Iban el Taco Frías, Priori, Martiarena.

Terminé la escuela primaria y fui cinco años al Industrial. Luego comencé a trabajar y más tarde hice el curso de Constructor a la noche, fueron cuatro años hasta que me recibí.

Muchos chicos del barrio se fueron a jugar a Independiente. Algunos pocos nos quedamos en Defensa Argentina, que tenía la cancha por donde está el club Social, sobre la Avenida de Circunvalación, que después la Municipalidad cambió de lugar.

El fichaje mío en Defensa Argentina fue cinematográfico. Castro, que espiaba jugadores, me había visto jugar en el campito. Entonces un día me llevó a firmar a la Liga Deportiva del Oeste para Independiente.

En un ínterin me dejó solo y me vio el Moro Ale, que vivía en Defensa todos los días. Me preguntó que hacía ahí. Y le conté que estaba para fichar en Independiente. “Sos loco, me dice, si vivís en el barrio, vení por acá”… y me llevó por otro camino –distinto por donde había ido Castro- y me hizo fichar para Defensa Argentina.

A todo esto Castro me estaba buscando por todos lados. No puedo explicar la cara de Castro cuando se enteró que ya estaba fichado para Defensa Argentina, se quería morir.

Y arranqué en la sexta B de Defensa. Enseguida jugué en quinta y al otro año Jorge Julio –antes de irse a Mendoza- me hizo debutar en primera. Jugué el primer partido contra Rivadavia de Junín, en la cancha vieja. Julio dio el equipo el sábado a la noche y me había incluido en el once titular. Luego se fue y vino Titi Carini como técnico.

En el debut contra Rivadavia jugué bien. En el segundo  contra Moreno, en cancha de River Plate, fui un desastre. Me agarraron el Chueco Suárez, el Sapo Guzmán, el Bocha Corro, me hicieron un nudo con la pelota. No sabía para dónde agarrar en la cancha.

Titi Carini me sacó enseguida y como cinco partidos más adelante volví a la titularidad hasta que me retiré.

El año que más cerca estuvimos de salir campeones de un oficial fue con Mingo Julio. Newbery nos llevaba dos puntos y nos enfrentamos en la cancha de BAP en el anteúltimo partido del campeonato. Le ganábamos uno a cero y Manolo Sanz nos empató con un golazo de bolea antes del final. En la última fecha no pudimos hacer nada.

Pero ganamos un nocturno en la cancha de Sarmiento, habíamos reforzado el equipo con cuatro de Chacabuco.

En la época de Virgilio, estuvo también Gustavo Portiglia, fue un equipazo, jugábamos de memoria.

Tuve la suerte de jugar con Traverso, Velorio Giménez, el Pelado Fernández, Pichi Leytur, Gallina Corriani.

Cuando dejé en Defensa me fui un año a Belgrano de Morse con Carlitos Cavalleri y Toti Orellanos. Hicimos una linda campaña, pero no podíamos practicar, se complicaba todo demasiado. Cada uno tenía sus cosas.

A los 23 años dejé de jugar, me había casado y tenía mucho laburo.

Es una realidad que hoy no salen tantos jugadores. Es uno a las perdidas. Las manzanas libres  donde había un campito en todos lados era el ABC del fútbol, se aprendía a jugar, se agarraba la picardía que hoy no se ve.

Igualmente los chicos no le dan la importancia de antes al fútbol. Se la pasan en una computadora, con el teléfono móvil, la tablet. Hasta juegan al fútbol con la computadora. Así imposible sacar nuevos talentos.

Dejé de ir a ver fútbol acá. Por lo que muestra la televisión cambió el fútbol con el paso del tiempo. Hoy es todo más atlético.

Fui dirigente de Defensa Argentina en el único año que salimos campeones del oficial, 1989, con Daniel González como técnico. Habíamos traído cinco jugadores de afuera. Le ganamos la final a River Plate en cancha de Sarmiento.

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