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Un 17 de mayo de 1989, Nápoles salía campeón.
ANIVERSARIO

Se cumplen 30 años del único título de Diego Maradona a nivel internacional con Nápoli

El 17 de mayo de 1989 el equipo del sur italiano lograba la Copa UEFA.

Diego Maradona, el genio de la redonda que vive un romance eterno con Nápoli, el club al que transformó por completo, festejó hace casi 30 años el único título internacional que alcanzó en la institución del Sur de Italia, la Copa UEFA
Ocurrió un 17 de mayo de 1989, con un empate 3-3 en condición de visitante frente al equipo alemán de Stuttgart, en donde revistaba, por aquellos días, un todavía joven Jurgen Klinsmann. 
En el encuentro de ida, el conjunto napolitano había reaccionado a una desventaja inicial y terminó imponiéndose en el estadio San Paolo por 2-1, con los goles de Maradona (de penal) y del brasileño Careca. 
Ya esa altura de su estadía en Italia, el astro máximo del fútbol mundial durante la década del '80 había transformado por completo no sólo a esa institución acostumbrada a ocupar las últimas posiciones del Calcio sino también a una ciudad signada por la depresión, el olvido, el tráfico de drogas y la Camorra, la reconocida mafia del sur. 
Maradona había arribado procedente del Barcelona, a mediados de 1984, y el día de su presentación en la entidad 'celeste', más de 70 mil 'tifosi' (hinchas) se juntaron en el San Paolo para comprobar los primeros destellos de una zurda prodigiosa, en una fiesta que ya es leyenda. 
Pero recién tres años después, Nápoli obtuvo su primer 'Scudetto' (1987), con tres puntos de ventaja sobre la Juventus. 
En la temporada 1988-1989, el conjunto dirigido por Ottavio Bianchi tuvo su primera oportunidad concreta para hacerse del primer título internacional en la historia y no la desaprovechó. 


En las rondas preliminares, el conjunto del sur italiano dejó en el camino al PAOK Salónica de Grecia (1-0 y 1-1) y a Lokomotiv Leipzig de Alemania (1-1 y 2-0), para instalarse en los octavos de final. 
Ya en octavos, Nápoli sorteó un difícil adversario como Bordeaux de Francia (1-0 y 0-0), para toparse en cuartos con un viejo conocido: Juventus. 
La escuadra de Turín se impuso por 2-0 en la ida, pero en el desquite, con goles de Maradona (de penal), Andrea Carnevale y Alessandro Rénica (en el minuto 14 del segundo tiempo suplementario), el equipo del Sur italiano alimentaba su pretensión de gloria. 
En semifinales, Nápoli afrontó otro rival de fuste: Bayern Munich, del DT Jupp Heynckes. 
En la ida, el conjunto italiano ganó por 2-0. Y en el desquite, jugado en Alemania, el 19 de abril, se registró un empate 2-2, aunque el resultado pasó a ser cuasi anecdótico. 
De aquella jornada en el Olympiastadion de Munich, los asistentes recuerdan -básicamente- los más de 4 minutos del "calentamiento" precompetitivo del '10', que ejecutó todo tipo de malabares, sin dejar que la pelota cayera al piso, golpéandola con el botín zurdo, muslo, cabeza y hombro, causando la admiración de todos aquellos que no podían creer lo que hacía el 'Rey del fútbol' por esos días. 
La primera final ante Stuttgart supuso un trabajoso éxito. Y la revancha, en el Neckarstadion, entregó un encuentro por demás emotivo. 
Abrió la cuenta el brasileño Alemao para el elenco italiano, mientras Klinsmann, de cabeza, estableció el provisorio 1-1. Antes de la finalización del período inicial, el defensor Ciro Ferrara (39m.), tras pase de cabeza de Maradona, situó en ventaja al Nápoli, por 2-1. 
El pleito parecía sentenciado al comenzar el segundo tiempo, cuando Careca recibió de Diego (17m.) y estampó el 3-1. 
Sin embargo reaccionó el conjunto alemán y llegó a la igualdad con las anotaciones de Fernando De Nápoli en contra (25m.) y Olaf Schmaler (44m.). 
Los minutos finales transcurrieron sin mayores novedades, llegó el pitazo final del español Victoriano Sánchez Arminio y la entidad más popular del sur de Italia abandonó el ostracismo que la había caracterizado por años y años. Todo por obra y gracia de un zurdo incomparable.

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