FÚTBOL

Néstor Gustavo “El Huevo” Celis

Varias veces campeón con Mariano Moreno, llevó sus goles a la zona y otros clubes de la ciudad.

Nací en Junín en el barrio Nuestra Señora de Luján, frente al campito donde está ahora el edificio de los militares.

Fui a la escuela 7 con Mussi, que ahora está en Mar del Plata, Domínguez, que está en Rojas, un montón de buenos jugadores.

De hecho al estar el campito enfrente de mi casa jugábamos como siete partidos por día. Se sentía una pelota y a la calle. Había jugadores extraordinarios como Miguel Ángel Álvarez, los hermanos Montenegro.
Yo me metía en todos los partidos, con la gente más grande. En ese tiempo jugaba Velorio Giménez, la China Ayala.

El campito era el ABC del fútbol. Se aprendía el fútbol, la gambeta, la picardía. Fue mi infancia, más allá que algún día jugábamos a los autitos que se preparaban con gomas de cámaras; hoy es completamente distinto.

Salvador Chiaravino comenzó a llevarme a jugar a los campeonatos que se hacían en el club Ambos Mundos. Era Baby Futbol. Hacía un equipo en el barrio y lo llevaba. Además en Canal 2 se hacía un torneo en el primer piso con una pelota especial que había que pegarle fuerte. Ahí también íbamos.

Lógicamente cuando llegó la edad de ficharme, Chiaravino me quería llevar a Defensa Argentina. Pero mi viejo, mi tío, eran todos hinchas de Mariano Moreno. Inclusive yo iba a ver jugar a mi tío en la cancha de Moreno.

De mi barrio iban los chicos con los que jugábamos todo el día,  el pibe de Mussi, el chico de Terrón –que hoy es Fiscal- por lo que me incliné por ir a Moreno.

Fiché en la novena, Estaba Chiche Tablada como técnico. Jugaban Gustavo Caresani, el Beto Alonso, Saavedra que era marcador central.

Salimos campeones en la sexta, en uno de los torneos más peleados del año.

Debuté en primera en cancha de Sarmiento, contra B.A.P. No sé por qué se jugó allá. Tenía 17 años.

Jugué muchos años en la primera. Salí campeón de un nocturno, en 1981, y luego un oficial donde estaba Héctor Silva como técnico y era un plantel muy juvenil. Estaban los hermanos Carpinella, Forzano, Gnazo.

Me fui a jugar  a Belgrano de Morse, que estaba en la Liga de Junín, y luego ese mismo año al Singlar de Ascensión donde había un montón de jugadores de nuestra ciudad. Había un peruano que había traído Jorge  Newbery, de apellido Honores, estaba el fallecido Banegas, jugaba Pozo. Fui de mitad de campeonato para arriba.
Jugué dos años en Defensores de Salto, en Deportivo Alberdi dos años, otros dos en la Liga de Ameghino, un año en Deportivo Pinto.

En Junín estuve en Villa Belgrano, un nocturno para Independiente, otro campeonato con Ambos Mundos que fuimos campeones.

Los tiempos cambiaron. Antes lo único que hacíamos nosotros era ir a jugar al fútbol. Era religión, y la desaparición de los campitos de barrio por el avance de la población fue lo que mató al fútbol. Ir a jugar tenía una importancia terrible. Cuando te fichaban era todo una ceremonia.

Había mucha gente que se encargaba en los clubes de ir a buscar jugadores a los campitos. Por ejemplo don Juan Torelli y el Sordo Ramos en BAP, Salvador Chiaravino en Defensa, Castro en Independiente que tenía jugadores de primera línea. Barcelona en Moreno, que tenía un Ford Falcon y salía  a los barrios más alejados a buscar los jugadores cuando le faltaban dos o tres los sábados. Todo eso desapareció. Eran otras épocas. Hoy con la play station, la compu, el celu, no van a jugar al fútbol. Yo tuve suerte que de los cuatro hijos varones, uno sigue la tradición, Mariano. Y ahora el más chico, de siete años, está entusiasmado y lo voy a llevar a un club.

¿Maradona o Messi? Maradona fue el más grande. No dejo de reconocer lo de Messi, pero futbolísticamente como ha jugado y en las condiciones que ha jugado Maradona, es superior.

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