SENSIBLE PÉRDIDA

Murió un gran futbolista, Omar "Velorio" Giménez

Una triste noticia causó en el mundo del deporte juninense la muerte de Omar Obdulio Giménez, quien dejó de existir ayer, producto de una dolencia que lo tenía a mal traer desde hace algún tiempo atrás. Tenía 71 años.
“Velorio”, como lo conocían todos, fue un auténtico crack, un jugador distinto, de esos que surgen de tanto en tanto. Vistió muchas casacas, pero los aficionados lo ubican con los trapos verdes de Sarmiento, sin desmerecer a las otras entidades, en las que también brilló con luces propias.
En Sarmiento debutó el 4 de marzo de 1972, ante Villa Dálmine. Jugó durante cinco temporadas (1972, 1973, 1974, 1975 y 1976), totalizando 112 partidos, convirtiendo 21 goles. Entre sus logros, cabe apuntar el ascenso del ´74 y la gran campaña del ´75, en la que el elenco juninense estuvo a un paso de ascender a Primera.
Hermanastro de otro “diferente” como la “China” Ayala, Omar se inició en las inferiores de Defensa Argentina, hasta llegar a la categoría superior.  En elencos de la AFA, militó en Platense (tercera y reserva), en Tigre y en Luján. También se destacó en el plano provincial, jugando en varios conjuntos de Mendoza, como Palmira, San Martín y Gimnasia, dirigidos por otro exponente de raigambre celeste: Jorge Julio. En Junín, tuvo un gran momento en Rivadavia y en Jorge Newbery.
¿Sus características? Fue un volante de mucha técnica y dotado de gran habilidad. Tenía enorme panorama para transitar la cancha y acompañar a los delanteros hasta la valla rival. Exhibía un manejo elegante del balón, velocidad y un freno casi constante para cambiar de ángulos. Una hermosa “rareza”, en suma. 
Su apodo fue todo un contrasentido, ya que en lugar de significar algo fatal, debería haber sido un tanto menos dramático. Simplemente porque su fútbol, el fútbol que él desparramaba, era alegría pura, repleta de sutilezas y talento. Más que “Velorio”, quizá el mote adecuado hubiese sido “GenioGiménez.