FÚTBOL

Jorge David “Clavito” Castro

Campeón con Sarmiento en 1977. Campeón con Mariano Moreno en 1981 logrando el cupo del Nacional. Jugó en varios equipos de la zona. Actualmente es director técnico.

Son muy pocos los que me conocen por mi nombre, generalmente amigos de la escuela. Este apodo nació en el barrio. Me bautizó uno de los Ochoaispuro, que jugaba en Ambos Mundos. Resultó que estaba de novio con una vecina de casa y yo todos los días le clavaba clavitos en la pared, a cada rato, mientras él hacia el novio del otro lado.

Nací en el barrio 20 de Junio que actualmente se llama Once de Julio. No sé cuál fue el motivo, pero estoy hace 60 años en el barrio. Era todo monte, había una cancha sola. Éramos todos futboleros  y la mayoría llegó a jugar a nivel local, Coco Benítez que jugó a nivel profesional, los Frías, los Pavón , el Negro Miranda, los Sosa, los Vega. Se armaban muchos  campeonatos en la cancha del barrio. Jugábamos también el barrio contra barrio con los del triángulo que eran los de la cancha de Ambos Mundos, los del bajo, los de Martiarena, muy buenos campeonatos de fútbol. Ahí se hacían grandes amistades.

La mayoría íbamos a la escuela 22, la 12 o la 29. Éramos todos amigos. La mayoría entrenaba en Sarmiento cuando estaba don Rusiñol, un maestro. Algunos los pescaba Juan Torelli con el Zurdo Ramos que se los llevaba a BAP. Entre esos me sacó a mí de Sarmiento que no estaba fichado por la edad y me llevó a BAP. Tuve la suerte de tener a Dionisio García, Taliche Lombardi, una camada de técnicos muy linda.

Como jugadores estaba el Beto Ortiz que al poco tiempo se fue a San Lorenzo de Almagro, Lito  Aguilar que se fue a Estudiantes, los dos Frías, Walter Destéfani, Hugo López, el Vasco Guruceaga, que me sacaron de las inferiores y me llevaron a la primera. Estaba el Lobo Contreras. Juan Frías pasó a jugar por la derecha y me dejaron de once. Debuté a los 15 años contra Rivadavia de Junín.

En BAP tuve la suerte de salir campeón en el último nocturno que se jugó en cancha de Sarmiento. Después no puso más la cancha para este tipo de campeonatos de la Liga. Jugamos la final con Jorge Newbery. Habíamos terminado invictos en la zona. Jugamos contra Newbery una noche de lluvia y el Negro Morán nos hizo un desastre. Perdimos siete a uno.

Cancha de Sarmiento llena, nadie daba dos pesos por nosotros. Le ganamos la finalísima 3 a 1 al equipo de Alfredo Mariano Gironacci. Ahí me vieron de Sarmiento y compraron el pase. Fui directamente al profesionalismo en 1977 porque había jugado cinco amistosos y Héctor Silva dio el ok para sumarme. Fue el año que ascendimos por primera vez en la historia del Verde. Estaba Hugo Basso y Hugo Ferrari, ambos también de BAP.  Una gran camada de compañeros que hasta el día de hoy seguimos compartiendo charlas y lindos recuerdos.

En los amistosos tuve la suerte de enfrentar a River Plate de Buenos Aires. Pero en la quinta fecha de la C me rompí la tibia y me costó recuperarme. Igual siempre estuve con el grupo, estuve en el banco muchas veces, entré en un par e hice un gol. Fue el sueño del pibe de jugar en Sarmiento.

Me fui a Racing de Teodelina, pasé a Argentino de Lincoln donde salimos campeones con Miguel Ángel Álvarez, Coco Benítez, Hugo Masino, Beto Miranda. Viajábamos en colectivo. El técnico fue Aldo Pivato. Un equipazo. Hicieron un campeonato para llegar a la final El Linqueño con Newbery de Junín y terminamos siendo finalistas nosotros con El Linqueño. Le ganamos la final y fui figura en los dos últimos partidos.

Ahí me vieron de Rivadavia de Lincoln y me llevaron. Volví a Junín para 1981 que Mariano Moreno hizo un equipazo para el nocturno y lo ganamos de forma invicta. Pero nos quedamos para ganar el local con amplitud en todos los juegos. Ganamos después el Regional y Moreno obtuvo el derecho de jugar el Nacional, que integré el equipo con el Negro Morán, el Cano Susceret, Angelito Kenan, Cerato, Romero, un equipazo. Tuve la mala suerte que me lesioné.

Algunos nos fuimos a Rivadavia de Junín, gran campaña, siete partidos invicto y lo terminan sacando de técnico a Delfor Ayué. Nunca supe por qué. Y decidí no jugar más a los 27 años.

Me casé y a los seis años volví a jugar en el 90-91 porque me llevaron de técnico a Social de Ascención. Ya era técnico en BAP. Pero Julián Basabe, que sabía que yo jugaba, me pidió que llevara el pase. Y fuimos sub campeones. Nos ganó el Singlar la final. Cancha llena, gente de todos los pueblos, un acontecimiento histórico. Perdimos en suplementario 1 a 0, una tarde lluviosa. Recuerdos inolvidables.

Hace 32 años que me dedico a la dirección técnica. Gracias a Dios me va bien. He dirigido primera donde fui campeón con El Colonial Apertura y Clausura de 1995, en Social, en Defensa Argentina en una campaña muy buena, pero me dedico a las inferiores.

Cuesta conseguir talentos porque se terminaron los campitos.  Nosotros salíamos de la escuela 22 y había cinco campitos. Salía mi viejo a buscarme porque no llegaba nunca a casa. En la esquina de lo Palavecino había uno; en Posadas y Arias, una canchita hermosa; en la placita en la esquina de la escuela, los anexos de Sarmiento y llegar a  casa y cruzar la calle al campito. Jugábamos los chicos, grandes y medianos. El avance de la tecnología hizo estragos en los chicos. El celular, las computadoras y la inseguridad. Hoy tenés que cuidar mucho a los chicos en los clubes, hay que estar siempre al lado de ellos. El alcohol, la droga.

¿Maradona o Messi? Por más que Maradona no haya hecho los goles de Messi o no haya ganado lo que Messi ganó, me quedo con Maradona. Dos épocas distintas y Diego jugaba y daba la vida por la camiseta. Jugaba con la pierna rota, fundido, como sea. Al Nápoli le dio lo que nadie le podía dar en el sur de Italia. Donde fue dejó una huella. A Messi lo veo en España con grandes jugadores al lado, pero no dejo de reconocer que es un jugador extraordinario.

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