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FÚTBOL

Daniel “El Loby” Astrada

Campeón con Independiente de Junín en 1993. Jugó en varios clubes de nuestra ciudad y la zona.

Nací en el Barrio San Jorge. Fui a la escuela 19 y después a trabajar, sin escalas. Vivía más en el campito que en mi casa. En ese tiempo había tres campitos en el barrio. Cerca del Cementerio del Oeste teníamos la cancha grande, otro más adentro donde se hacían los ladrillos de barro para hacer las casas del barrio en la época de Villamayor. Ahí trabajé con mis viejos para levantar la casa en que vivimos siempre. Y había otro campito más atrás que era como una canchita auxiliar que teníamos en caso de sobrecarga de partidos, los fines de semana sobre todo.
Llegué a Independiente porque me llevó Moreno, que fue como un padre para mí. Yo era amigo del hijo. Hice toda la carrera ahí desde las inferiores hasta la primera, donde debuté a los 15 años. Estaban los Carpanetto, tuve la suerte de jugar con el Piojo Garbe, Carballo, Oscar Suárez.
Salimos campeones en 1993 donde le ganamos en dos partidos finales a Rivadavia de Junín. Tuve la suerte de meter un gol de tiro libre. Me quedaron muy buenos recuerdos del club, inclusive en cada fiesta que hacen me llaman para que vaya.
Después me fui a probar a Sarmiento. Jugué un partido y la rompí. Me querían, pero los dirigentes del momento me llamaron a tomar un café a Tribunales y me dijeron que por las condiciones de vida que tenía no me iban a tener en cuenta. Yo trabajaba en Ashira y ya tenía un hijo.
Me fui a jugar a Villa Belgrano, donde estaba de técnico Claudio Munafó.
Tuve la posibilidad de jugar el Torneo del Interior con Rivadavia de Junín, con Marcelo Marisi de técnico. El preparador físico era Sergio Lippi, ya en ese tiempo muy exigente y nos hacía entrenar a nivel profesional. Estaba el Mencho Neculpán, el Lorito Allende que había venido de Mendoza, y muchos chicos de los que llevo el mejor de los recuerdos.
Pasé por Defensa Argentina donde hicimos un torneo espectacular. Tuve de técnico a José María Lorant, una excelente persona. Jugué con la Chueca Villarreal, Miguel Ángel Álvarez, el Chato Barrionuevo. En ese tiempo Schiavi todavía jugaba en Rivadavia de Lincoln, no había llegado a Boca Jrs.
Me acuerdo que en un partido ante Rivadavia, la Chueca Villarreal le pasaba la pelota por entre las piernas a Schiavi y cuando se daba vuelta, se la volvía a pasar. Lo volvió loco. Nunca lo había visto, fue algo hermoso.
La verdad que el fútbol de antes era hermoso. La semana pasada pasé a ver Defensa con Rivadavia y nada que ver. Es patear para adelante, correr detrás de la pelota, totalmente diferente.
Luego me fui a Irigoyen de Alem. En El Dorado, en Alumni de Vedia y en Independiente de Villa Cañás donde jugué con Daniel Di Gilio.
Me contrató después Racing de Teodelina donde tuve la suerte de jugar con el Lechón Clara y José Percudani, que venía de ser campeón del mundo con Bilardo en 1986. La verdad que era un equipo muy humilde donde todos se brindaban para el espectáculo y la gente los quiso muchísimo. Nos pasaban a buscar, nos llevaban, los traían, nos iban a buscar para tomar mate por la tarde.
Pasé a Belgrano de Morse, que estaba Fernández de presidente. Perdimos la final contra Alsina de Los Toldos, que lo dirigía Luciano Polo.
Terminé mi carrera en Defensa Argentina.
Lo importante de todo fue la amistad que coseché dentro de la cancha. Más allá que me gusta ganar, siempre,  después del partido lo más importante es seguir saludándose con todos.
Actualmente sigo ligado al fútbol con amigos que hicimos un comedor, La Favela, donde le damos de comer a cincuenta chicos y le hacemos hacer deportes.
También jugamos en el torneo de la UNNOBA, con una diferencia de edad importante, pero estamos en la rueda final. Nos pone como adultos, muy contentos el seguir compartiendo y compitiendo en esta misma pasión que nos une a todos que es el fútbol.
No es que no salgan jugadores. Los clubes no se dedican a buscar como antes. Nosotros en el Barrio San Jorge los sábados armamos cuatro equipos completos. Hay personas que se dedican a tener las redes, otros las pelotas, hay seis juegos de camisetas. Todos en la cabeza del Lelo Carballo, también está Omar Vega. Hay muchos chicos que juegan muy bien. Quizás falta que se los lleve un club  y les enseñe como es jugar en cancha grande. El único que viene a buscar jugadores siempre es Defensa Argentina.
¿Maradona o Messi? Distintas épocas. Para mí Maradona fue el mejor del mundo, totalmente. Actualmente el mejor del mundo es Messi. Por ahí se lo critica demasiado, se le exige demasiado, pero el Argentino es así para el fútbol.

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