Cristian Pavón, en el festejo del primer tanto.
ENFOQUE

Boca: el deber cumplido

Sin la chispa esperanzadora de una competencia múltiple pero a la vez en plena potestad de sus beneficios, Boca amenaza con hacer de la Superliga una confortable travesía sin emoción ni final, salvo para los que aspiren del segundo puesto para abajo.
Este fin de semana, por ejemplo, el Xeneize sacó mayor diferencia gracias al siempre bienvenido encastre de la solidez propia y de la tibieza ajena: resolvió sin apremios su compromiso en Paraná y se favoreció del curioso desenlace del partido en el Monumental.
Sin Edwin Cardona y sobre todo sin Fernando Gago, como se perfilaba natural, Boca tuvo menos juego y se pareció más al que coronó a finales de junio, pero esa desventaja relativa la compensó con la autoridad suficiente como para hacer valer su jerarquía ante el argumento único del entusiasmo esgrimido por Patronato.
Fue un buen partido de Wilmar Barrios, fue un buen partido de Frank Fabra y fue un gran partido de Pablo Pérez en modo Gago.
Así las cosas, en la lenta cocción de un superior caudal individual y un oficio más afinado para afrontar este tipo de compromisos, Boca hizo los goles en cada momento indicado (uno de Cristian Pavón, de Darío Benedetto el otro), completó seis fechas de puntaje ideal, con 15 tantos a favor y apenas uno en contra y un plus de Guinness: es su mejor comienzo en la era profesional.
Un campo ha sacado Boca, esa es la realidad, nada menos que seis garbanzos por delante de River, San Lorenzo, Colón y Lanús.
En el contexto de los escoltas lo más llamativo es lo de River, que así como no había sabido mantener un resultado favorable versus Argentinos Juniors y Tigre tampoco lo supo mantener con Atlético Tucumán, con la circunstancia agravante de que esta vez se puso 2-0 y malogró varias oportunidades de meter el tercero e incluso el cuarto.
Algo ablandado en las emociones y agrietado en la estructura defensiva, River concedió la posibilidad de que Atlético Tucumán vuelva al partido, el siempre respetable equipo que dirige Ricardo Zielinski asumió el desafío y no sólo empató: también pudo haber ganado.
Pese a que había dispuesto una formación con unos cuantos suplentes, la parda final dejó preocupado al Muñeco Gallardo y superpoblado el segundo escalón de una tabla que tiene en Colón a un admirable convidado de piedra, para que sea dicho de algún modo y, en cualquier caso, respetuoso. 
El equipo dirigido por el yerno de Carlos Bianchi, Eduardo Domínguez, dio fácil cuenta de Temperley y goza de la honra adicional de ser uno de los cuatro invictos que aún quedan.
Amén de Boca, River y el Sabalero, el cuarto imbatido es San Lorenzo, cuyo pasaje de Diego Aguirre al interinato del Pampa Biaggio ha redundado en una elogiable refundación de agresividad bien entendida, chispa y goles. 
De hecho, de momento no se ve tan claro si lo de Biaggio será transitorio o si convencerá a los que cortan el bacalao de que el buzo mayor no le queda grande. 
Ojo con Lanús, que poco a poco vuelve a ser Lanús y amén de estar entre los cuatro mejores de la Copa Libertadores ya sintoniza lindo en el campeonato local: ahora sufrió un buen rato, pero Pepe Sand alargó por duplicado su luminoso presente, o su luminosa vigencia, lo mismo da, para cortar una buena racha del valeroso Unión de Leonardo Carol Madelón. 
Córdoba en paz: Belgrano y Talleres aburrieron y terminaron 0-0, pero la noticia más relevante fue que el "Pirata" recibió en su cancha a su tradicional adversario después de 42 años. Aunque parece que la cosa viene de despedida en el barrio Alberdi: mañana el "Gallego" Sebastián Méndez saludaría al plantel y dejaría de ser el director técnico de Belgrano.
Avellaneda satisfecha: Racing sacó adelante un difícil partido con Tigre (otra vez Ricardo Caruso Lombardi al borde del ataque de nervios) y se llevó los tres puntos gracias a una buena jugada de Augusto Solari rubricada por el colombiano Andrés Ibargüen, mientras que Independiente, que antes del primer minuto ya perdía con Chacarita, en San Martín, concretó la remontada a favor de sendas apariciones de dos chicos de la casa, Fabricio Bustos y Ezequiel Barco.
En el pelotón de los que ni por asomo constan en el lote de los candidatos a los primeros lugares y sin embargo están en buena forma destacaron Argentinos Juniors, Vélez Sársfield y Godoy Cruz, por orden de aparición.
Argentinos aplastó a Central en Rosario y dejó a Paolo Montero colgado del pincel; Vélez acentuó los problemas de Newell’s y el Tomba dio fácil cuenta de un Gimnasia cuyo entrenador, Mariano Soso, ya es cuestionado por buena parte de la hinchada que frecuenta el Bosque.
La sexta fecha de la Superliga ofreció asimismo el descafeinado empate de Estudiantes y Banfield en la cancha de Quilmes.
Tigre, Central, Chacarita y Olimpo todavía no han ganado y la tabla de goleadores la encabeza Benedetto con seis conquistas, seguido de cerca por Sand con cinco.