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FÚTBOL

Jorge Buvier; “Llamarada”

Arquero de Mariano Moreno con memorables campañas. Además integró un equipo de Sarmiento en el Nacional “B” y jugó en distintos equipos de la zona.

Nací en Junín en el barrio 9 de Julio. Fui al colegio Padre Respuela y la escuela secundaria la hice en el Colegio San Ignacio.

Después, para el terciario, me fui a Lincoln a estudiar en el “Notre Dame”, donde me recibí de profesor de Educación Física.

Fui a la escuela con Vizcaino, Ricasoli, Traverso, Denti, Ayerbe y con la mayoría repetí el secundario donde se agregaron Cuagliaroli, Mansilla, entre otros chicos que ahora no retengo.

Jugábamos al futbol en el Club Atlético Defensa Argentina, porque eran escuelitas en ese tiempo. No nos daba la edad para fichar porque éramos demasiado chicos e íbamos a jugar con Salvador Chiaravino que aglutinaba jugadores, los iba buscando por todos los campitos y cuando te veía cualidades directamente te llevaba para sus equipos.

Cuando llegó el tiempo de ficharme, justo Salvado Chiaravino se fue de Defensa Argentina a River Plate y como era amigo de mi viejo, fichamos juntos con Vizcaino en el equipo de La Loba. Jugué dos años en la octava división, pero siempre al centro aunque a veces solía atajar en los picados de barrio.

Mi viejo había venido en 1954 a Junín porque lo compró el Club Atlético Sarmiento. Él atajaba en el club San Martín en la ciudad de 9 de Julio.
Entonces quería que fuera a jugar a Sarmiento, estaba empecinado con eso.

Y me fui a probar un par de veces pero no me gustaba, había mucho descontrol. Practicaban todas las categorías juntas en la misma cancha, una locura. Agarré la época del Comisario Rodríguez.

Ya jugaba al básquetbol en el club 9 de Julio. Había debutado a los quince años en primera con Fito Rivero y el Chango Poggi. Estaba Polo Cárdenas de entrenador. A mí me gustaba el básquetbol.

Sucedió que mi viejo me había alentado a hacer básquetbol. Como él había atajado, la tenía lunga y como quería que yo atajara,  sostenía que el básquet me iba a ayudar por el tema del manejo de las manos.
Un día le dije a mi papá que abandonaba el fútbol, después de la experiencia en Sarmiento. Se puso como loco. Muy en contra de sus pensamientos, me llevó a Mariano Moreno porque era amigo de Chiche Tablada. En esa época todavía estaban los resquemores entre Sarmiento y Mariano Moreno, aunque comenzaban a disiparse y después fueron cada vez menos.

Fiché en la séptima división. Un día jugábamos contra Jorge Newbery en cancha de Mariano Moreno y mi viejo encontró preocupado a Chiche Tablada. Charlando le dijo que faltaba el arquero, que venía de la localidad de O´Higgins. Entonces le propuso que me dijera a mí, pero que hablara él por temor a que yo le dijera que no. Así arranqué en el arco de Mariano Moreno, porque yo venía jugando siempre al centro.

Llegué a la primera división  a los dieciséis años. Integré el plantel varios años,  pero debuté en cancha contra BAP en septiembre del 1984. Ganábamos cuatro a uno y quisieron preservar a Daniel Perea,  que venía arrastrando una lesión. Me tocó entrar en el segundo tiempo.

Ya estaba haciendo la colimba y no me dejaban salir para entrenar. Eso fue todo un tema. Solamente tenía licencia para jugar. 

Entonces estuve en el banco todo el año. Luego me fui a estudiar a la ciudad de Lincoln y en 1986 agarré la titularidad en el campeonato nocturno.

Salí campeón ese año y después en el certamen oficial de 1990 y en el del año 1992, luego del ascenso, y nuevamente en 1995.

En Junín jugué también con Rivadavia, Ambos Mundos y River Plate.

En Sarmiento profesional estuve en el Nacional “B”  de 1993-1994. Alterné el banco con Mauricio Gianfrancesco. Estuve unos 20 partidos. Atajaba Alberto Enrique Salvaggio.

Estuve en varios clubes de la zona: Leandro N. Alem, El Linqueño, Sport de Salto, Alsina de Los Toldos, Argentino de Rojas, donde en la mayoría salí campeón.

¿Maradona o Messi?
Maradona. Mucho más completo, se ponía el equipo al hombro. Le dio muchas satisfacciones a toda la afición futbolera de nuestro país.

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