FUTBOL

Entrevista con Ángel Kenan, un ídolo de Mariano Moreno en los 70 y 80

Ganó cinco campeonatos: los oficiales de 1981 –donde llegó al Nacional- y 1987, y los nocturnos de 1974, 1981 y 1986.

Nací en el Barrio Eusebio Marcilla, más conocido como Barrio Carosio en este entonces. Guido Spano entre Apolidoro y Bauman. Era escuela a la mañana y campito a la tarde, religiosamente. 

Comencé en la Escuela Nº 1 hasta segundo grado. Mi viejo falleció en un accidente cuando yo tenía nueve años y mi mamá optó por cambiarme de escuela porque me quedaba lejos. Entonces terminé el primario en la Escuela Nº 8. Hice de tercero a séptimo y de ahí a laburar, junto con mi hermano. 

En esa época no había juegos intercolegiales. Por afuera jugábamos escuela contra escuela, pero organizado por nosotros.

Futbolísticamente me ocurrió algo extraño. Nací y a las pocas horas mi viejo me hizo socio de Defensa Argentina, club del que era hincha. Pero como la cancha de Moreno me quedaba a cuatro cuadras, nunca fui a la cancha de Defensa.

A los once años me fue a buscar un señor de apellido Guarnerio, que le pidió permiso a mi vieja para ficharme en Moreno. No recuerdo que mi mamá haya ido a la Liga en ese tiempo, probablemente firmó los papeles en casa. Sí recuerdo que nos subió a tres pibes en el colectivo Blanco y nos llevó a la Liga a firmar nosotros. La Liga estaba en ese tiempo por 25 de Mayo e Italia.

Empecé a jugar y no tenía categoría, después sí tuve edad para la octava. Pero el problema mío era que no podía entrenar porque trabajaba a la tarde. Miraba los sábados el diario donde salían las citaciones y si figuraba iba a jugar directamente. Terminaba el partido y seguía jugando en el campito hasta que se hiciera de noche. Fue hasta la quinta donde comenzaron a practicar de noche y ahí sí tenía tiempo de ir. 

En 1973 llegué a la primera. Iba al banco. Pasó que la quinta fue dos años seguidos campeona, 71 y 72. Entonces en el siguiente nocturno ascendieron a la mayoría. Estaba Chiche Tablada como técnico. 

En ese tiempo nos pagaban dos mil quinientos pesos. Pero me había hablado Origone para jugar la Liga Independiente, que no necesitaba pase, y me doblaba la suma de dinero. 

Como yo no jugaba, fui a plantearle el problema a Tablada, quien me puso quince minutos al partido siguiente y al otro directamente de titular para que no me fuera.

Jugué quince años en la primera de Mariano Moreno. Gané tres nocturnos y dos campeonatos oficiales. Fue en 1981 que llegamos al Nacional y en 1987. Los nocturnos fueron en 1974, 1981 y 1986. Si llegabas a las finales del nocturno terminabas jugando con los primeros rocíos de marzo, porque era a doble eliminación.

En 1974 llegamos como perdedores a jugar dos finales con Sarmiento, en el Eva Perón, 3-0 y 4-0, a cancha repleta. Creo que debe haber sido una de las últimas veces que llenaron la cancha Sarmiento y Moreno, después se fue perdiendo todo paulatinamente.

Igual a la cancha iba gente de todos los clubes. Me acuerdo la primera fecha del oficial de 1975, en cancha de River, la gente daba tres veces la vuelta al alambrado. Impresionante. Fue cuando Moreno llevó a Taqueta Barrionuevo.

Cuando terminé de jugar en Moreno, ya de grande, me llamaron de Deportivo Pinto que jugaba en la Liga de Lincoln. Hice una temporada pero no hacía diferencia económica. Eso me desalentó y dejé de jugar.

Cambió el futbol de mi época a la de hoy. Se corre mucho más, se juega a un toque. Antes había un solo jugador que marcaba. Era el cinco que se raspaba y te dejaba todo servido. El ocho y el diez creaban. Era la época de los wines. Yo hoy veo cómo chocan y si me tocara a mí, seguro no termino en la cancha.

Hoy no salen jugadores porque se perdió el campito. El jugador salía de ahí. Había gente que iba a buscar jugadores a los potreros. Salían con técnica, con picardía. Aprendían a gambetear.  Muchas veces jugábamos con una pelota que no era tal, sino un bollo de papel, o lo que consiguiera. Se jugaba entre las piedras, las rosetas, el desnivel, los pozos. Eso te formaba como jugador, porque después lo trasladabas a la cancha.

¿Maradona o Messi? Maradona. Fue superior, otra personalidad para ponerse un equipo al hombro y llevarlo. No desmerezco a Messi, un jugadorazo. Pero Maradona, solo, ganaba un partido. A Messi le falta eso… y un Mundial.