FÚTBOL

Alberto Guzmán:El Sapo

Nacido futbolísticamente en Mariano Moreno, jugó en Atlanta y Sarmiento de Junín.

Nací en lo que antiguamente era el barrio del cementerio Central.  Había una tranquilidad impresionante. Jugábamos al futbol con la pelota de trapo y, como una exquisitez,  con una de goma. Lógicamente fui a la escuela 19. Hacia atrás eran cien metros de casas y luego todo descampado.

Yo iba a jugar a Jorge Newbery con don Luis Alaniz, que nos venía a buscar y nos llevaba. Hasta el mate cocido con factura nos daba todas las tardes. Llegó el momento de ficharse. Enfrente de casa había un almacén de ramos generales. Ahí se juntaba toda la gente de Mariano Moreno. Cuando se enteraron que yo iba a fichar con Newbery, hablaron con Bozzano y se vino de raje. Hablo conmigo y con Pardini. Entonces cuando iba a venir don Luis Alaniz a buscarnos a las 17, Bozzano llegó a las 16 y nos llevó a la Liga. Cuando se enteró de la maniobra don Luis Alaniz armó un lío bárbaro, pero ya estábamos fichados para Mariano Moreno.

Había sexta A, quinta división, cuarta especial, intermedia y primera. Arranqué en la sexta. Iba por edades. Cada tres años subías una categoría. Después de la cuarta te podían poner en primera.

Teníamos de técnico a Tatá Gnazo, que había venido del Uruguay. Te enseñaba a jugar al fútbol.

El primer año salimos subcampeones. Luego metimos dos títulos seguidos.

Llegué a primera casi cumpliendo 16 años. Jugué con Rabanito Caporataletti, el gringo Sacco, Rebeco, Ferrari, Alberti, Peratta. Ese día promovieron varios chicos, los Zamparolo, Pardini.

En 1961 teníamos un equipazo y salimos campeones. Hasta el día de hoy en el futbol amateur de Junín no se pudo batir el record de lo que hicimos ese año. 5.1 goles de promedio por partido jugado. Debutamos contra Newbery en cancha de Moreno y le ganamos 11 a 1. A BAP le ganábamos 9 a 0 y levantaron el equipo. A Defensa le ganábamos 6 a 1 y levantaron el equipo. A Villa 7 a 2 y levantaron el equipo. Veníamos de quinta división y jugábamos de memoria.

Me tocó la colimba. Me mandaron a Buenos Aires y llegué a Atlanta. Buscaba ser profesional, pero siempre el pase fue de Moreno y pedían fortuna. Ya había ido a probarme porque me llevó Coco Malegni con Zubeldía. Jugué un tiempo pero me fue mal. Estaban Cabrera, Punturero, Sánchez, Vignale.

Resulta que se armó una revolución en el país, con Rojas y Aramburu. Me mandaron a Punta Indio y me cortaron las piernas. Se me había ido el entusiasmo del fútbol a pesar que me había probado en varios clubes. En Tigre cuando estaba Taqueta Barrionuevo, en San Lorenzo de Almagro con Veira, Sanfilipo, Albrech, Irusta. A lo último me probé en el River de Ermindo Onega. Todos vinieron a buscar el pase y le pidieron fortuna de Moreno.

Me volví a Junín. Y a pesar que el primer club que me quiso llevar fue Sarmiento, recién en el ´65 me dieron el pase.

Resulta que un día vinieron a golpear las manos a casa. Era el Gringo Di Viesti. Andaba en una motoneta Siambretta. Era el tesorero de Sarmiento y había puesto la plata en Moreno para sacar el pase. Ese mismo viernes curiosamente jugué un amistoso contra Atlanta. Y en ese partido se vino a probar Irusta, que era de San Lorenzo, y no quedó.

En 1966 volví a Mariano Moreno y salí campeón. Jugaba el mellizo Rubén Azconzábal.

¿Maradona o Messi? Los dos. Nunca se puede comparar el futbol de antes con el de ahora. No me pierdo un partido en la tele. Pero antes había gambeta y hoy mucha velocidad. Se juega a un solo toque. Es una de chocar y tirarse al suelo. No hay wines y, por lo tanto, mucho menos goles.

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