Rivadavia de Lincoln integra la Liga Deportiva del Oeste desde 1983. El Albirrojo de la vecina localidad hace un gran esfuerzo para cumplir con los compromisos que tiene semanalmente.
El fútbol es el deporte más convocante pero no es el único que se practica; también se brindan clases de básquet, hockey, tenis, vóley, natación, bowling y handball.
Para conocer más detalles del club, Democracia dialogó con el actual presidente, Diego Ramos, quien anticipó detalles de los proyectos edilicios y deportivos que buscarán ejecutarse en la brevedad.
- ¿Cómo y cuándo te acercás al club?
- Estoy desde los once años. Hice todas las divisiones inferiores y tuve la posibilidad de jugar en primera. Después, a los 25 años, aproximadamente, decidí involucrarme un poco más, me sumé al grupo de dirigentes que había en ese momento y comencé a trabajar. Ahí es cuando en la parte dirigencial se comienza a dar un cambio generacional. Al poco tiempo conformamos una comisión con viejos y nuevos dirigentes, hasta que en una asamblea de socios fui elegido como presidente. Tenía 28 años.
-¿Qué balance has realizado de aquella primera presidencia?
- Lo primero que hicimos fue trabajar fuertemente en la parte futbolística. Contratamos a Juan Carlos Pirez, que para muchos de nosotros había sido alguien muy importante. Habíamos sido dirigidos por él, sabíamos cómo trabajaba y por eso lo fuimos a buscar. Empezamos a trabajar juntos hasta que finalmente pudimos repatriarlo y profundizar con el proyecto que creíamos era el más adecuado. Esa fue la base y unos cuatro años después se vieron los frutos, poniendo a Rivadavia como protagonista de los torneos federales. Se trabajó mucho con la escuelita y las divisiones inferiores; también en la parte humana, en lo deportivo y obviamente en infraestructura.
- ¿Cómo se dio esta segunda presidencia?
- A partir del centenario del club comenzó una nueva etapa. Yo estaba un poquito alejado, sobre todo por cuestiones laborales y decidí volver a estar más presente. Me sumé para la organización de los festejos por el centenario y a partir de ahí no paré más. En 2015 vuelvo a ser elegido como presidente y tengo mandato hasta el año que viene.
- ¿Cómo está el club hoy?
- Creo que hay dos miradas. Está la mirada optimista y la mirada de la realidad. Hoy el club brinda a sus socios y simpatizantes unos siete deportes para practicar. Todos los días transitan por el club unas 200 personas pero tenemos una infraestructura que hace muchos años que no le hacemos refacciones importantes. Lo que hacemos son tareas de mantenimiento y además tenemos un problema con los salarios de los trabajadores, que nos gustaría que sean mayores. El compromiso es mejorar en esos sentidos, tratar de lograr un crecimiento sostenido en estos aspectos. Por suerte tenemos herramientas para lograrlo, sobre todo contamos con un grupo de colaboradores importantes, son unas cien las personas que están constantemente aportando tiempo y trabajo al club.
- En los clubes, los problemas casi siempre se reducen a lo económico.
- Sí, hoy por hoy la búsqueda de financiamiento es un trabajo constante. Nosotros tenemos un gimnasio que se utiliza todos los días y que fue inaugurado en el 73. Le hemos hecho algunas reformas pero entendemos que necesita una refacción importante. El piso ya no resiste más.
- ¿Cuál es la relación con los socios?
- El número es muy bajo y este es otro de los objetivos, tratar de aumentar. Tenemos unos 900, de los cuales 250 son vitalicios y con el resto tenemos algunos problemas de cobranza. Pagarán unos 400. Es bajísimo, está muy por debajo de los gastos fijos del club y eso nos demanda mucho esfuerzo extra, para llegar mínimamente al presupuesto que tenemos que tener para abrir y cerrar la puerta del club. En este año que estamos, con esta nueva comisión, hemos hecho un gran esfuerzo para cumplir con los gastos, no nos hemos endeudado y hasta hemos podido achicar un pasivo que el club tenía. Pero todo demanda un esfuerzo muy importante.
- ¿Qué representa para el club la presencia de Rolando Schiavi?
- La relación es muy buena. "Rolo" se acercó al club en un momento deportivo malo, cuando descendimos al Federal B. Su regreso nos hizo olvidar ese trago amargo y gracias a él también notamos el acercamiento de muchas personas. El fútbol profesional hoy está manejado por una subcomisión, donde "Rolo" tiene una participación constante y muy positiva porque se le consultan muchas cosas.
- ¿Qué objetivos te gustaría cumplir antes de que finalice tu gestión?
- Aumentar el número de socios, generar más recursos y desde lo edilicio queremos construir una portería en el ingreso al club para tener más control y generar un cambio de conciencia entre quienes acudimos diariamente. Después estamos gestionando un subsidio en la Secretaría de Deportes de la Nación para reformar el gimnasio. Eso ya está en camino. También somos conscientes que se han logrado muchas cosas positivas, como lo fue la puesta en funcionamiento de la pileta climatizada, que nos permitió aumentar considerablemente el caudal de socios.
- Lo último: ¿cómo vivís la responsabilidad de ser presidente de Rivadavia de Lincoln?
- Con mucha naturalidad, me siento como en mi casa. El club me ayudó a formarme como persona, formé parte de equipos, de grupos, conocí un montón de amigos y hoy sigo rodeado de gente maravillosa, sana, que ayuda y alimenta al sueño que tenemos todos, de seguir adelante y ver a nuestro club crecer como hasta ahora.
FUNDADO EL 22 DE MARZO DE 1915
Rivadavia de Lincoln: Trabajo, amor y fe
La institución está asociada a la Liga Deportiva del Oeste desde 1983. En la actualidad, el Rojo representa a Junín en el Torneo Federal A. En diálogo con Democracia, el actual presidente, Diego Ramos, habló del presente y del futuro de uno de los clubes más importantes de la zona.
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