MANO A MANO

Meoni: “Siempre me gustó el fútbol, vivía jugando en el campito. El deporte me ayudó a respetar"

El Intendente habló de lo que generalmente no habla. El deporte como formador, y su pensamiento en ese sentido. Comenta la importancia para la ciudad del Autódromo y anhela que a mitad de año esté concluido. También recuerda su infancia ligada a la pelota, los amigos del “campito” y su afecto incondicional por Sarmiento.

Por unos minutos dejó la presión de lado, los problemas de la coparticipación de la soja, los paros del campo, la crisis económica, el adelantamiento de las elecciones, los fondos no recibidos desde el gobierno nacional o los problemas cotidianos del tránsito en la ciudad. Volvió a su infancia, se recordó corriendo detrás de la pelota en los campitos de su barrio detrás de Vialidad de la Provincia, a la vera de la ruta 188. “Estaba casi afuera del mapa urbano”, comenta entre risas el Intendente que en fragmentos de la nota fue simplemente Mario. Reconoce al deporte como algo “fundamental” en la formación de los chicos explicando que de niño el juego lo ayudó a formarse como persona.

“Gracias al deporte aprendí a relacionarme, a comprender las reglas y a hacer muchos amigos”, argumenta con un tono feliz en su voz, como volviendo a revivir esos años en lo que jugaba como defensor en Jorge Newbery. “Me gustaba mucho Roberto Mouzo”, dice y agrega: “Jugué del ´78 al ´82, iba con todos mis amigos y es un club al que le tengo mucho cariño, aunque mi corazón está en Sarmiento”. Con sus 44 años, vivió las grandes campañas del “Verde” como el campeonato de 1977: “Me iba solo a la cancha porque mi padre no era muy futbolero, pero yo no me perdía un partido”. Y expresa con un poco de resignación que “en el campeonato del ´80 trabajaba justo los sábados pero cuando tenía franco estaba en la tribuna”.

-¿Qué significa el deporte para usted?
-Es una de las actividades vitales de los seres humanos, en cuanto a lo que simboliza en la salud tanto física como mental: creo que es un gran formador de personas.

-¿Y para su gestión?
-De la misma manera. Por eso tenemos una actividad bastante importante en lo que tiene que ver con la formación de los chicos con las escuelas deportivas, con los trabajos en los barrios, con la promoción del deporte, en la salud deportiva con la incorporación del consultorio el año pasado para garantizarles a todos hacerlo sin inconvenientes. Me parece que hay una atención integral, fundamentalmente del niño y de los adolescentes pensando al deporte como una forma de vida.

-Algunos deportistas amateurs con lo que hable durante este ciclo de notas, se mostraron un poco molestos al ver, por ejemplo, ayuda para las instituciones profesionales de Junín y no para ellos…
-No lo veo así, creo que hemos ayudado a muchos siempre que pudimos. Básicamente lo que hacemos es subsidiar a las entidades madres como a la escuela de atletismo, o a otros deportistas puntuales. Cuando se ve en Sarmiento, Ciclista o Argentino la publicidad tiene que ver más con la inserción de la ciudad a nivel turístico, como una marca para mostrarse al país más que un apoyo a la práctica deportiva. Para que la gente sepa que hay turismo en la ciudad tenés que publicitarlo y creemos que el deporte es un canal muy importante para hacerlo.

El sueño del Autódromo

El proyecto que comenzó haces unos años está a pocos meses de concretarse. Ocupa 97 hectáreas  y la pista principal tendrá 4.200 metros de extensión, lo que permitirá que todas las categorías del automovilismo nacional compitan en el “Eusebio Marcilla”. “Cuando se concluya la obra va a marcar un antes y un después en la historia de Junín” explica.

-¿Cómo surgió el proyecto del autódromo?
-La primera idea fue de la propia gente del Auto Moto Club hace bastante tiempo: aún no había asumido como Intendente. Me pareció una propuesta muy interesante porque conjuga deporte, turismo y una actividad económica trascendente. Eso nos motivó a mover una fuerte inversión y avanzar. Los ingenieros y técnicos de la municipalidad pensaron todo el diseño de la pista y demás, fuimos consiguiendo el dinero y estamos cerca de cumplir el sueño.

-¿De su gestión fue uno de los proyectos más ambiciosos?
-Puede ser, nosotros consideramos que la construcción de la pista va diferenciar a la ciudad con el resto, porque en turismo después del autódromo Junín se va a potenciar mucho: por un lado la gente que viene a las carreras y después porque da publicidad para que descubran la ciudad a través de los medios. Además, tenemos una importante cantidad de pilotos que nos representan muy  bien.

-¿Cuándo imagina la primer carrera?
-Esperemos que muy pronto. La parte de la pista en treinta días ya estaría lista. Estamos hablando con la gente del Auto Moto para buscar los recursos de lo que falta: el alambrado perimetral, los boxes, el taller de verificación técnica. Deseo que a mitad de año esté completo, ojalá que podamos conseguir a partir de eso carreras. No quiero hablar de fechas, porque hasta que no lo tengamos terminado no lo podemos saber, pero tenemos un fuerte compromiso de la ACTC y del TC2000 para hacer competencias: va a ser un gran circuito.

Su vida deportiva y el amor por Sarmiento

Como todos empezó a pegarle a la pelota en los campitos de la ciudad, en los famosos “barrio contra barrio” y luego, a los 12 años, fue a despuntar el vicio del fútbol a Newbery. También vivía su pasión por el club de sus amores: Sarmiento. “Creo que hoy vive su mejor momento institucional”, asevera.

-¿De chico jugaba al fútbol?
-Sí, iba todos los días y entraba a la cancha, ahora no sé si puedo decir que jugaba (risas). De los 12 a los 16 años estuve en Newbery.

-Se dice que era un gran defensor…
-(risas) No, hacía lo que podía. Mi puesto era de central, alguna rara vez de volante, pero mi lugar en la cancha estaba en el fondo. Iba con mis amigos del barrio, vivía cerca de la cancha y es un club al que le tengo mucho cariño.

-¿Era de ir seguido a la cancha para ver a Sarmiento?
-Sí, siempre me gustó mucho el fútbol: vengo de un hogar muy humilde así que el único deporte con el que uno tenía contacto directo era con el fútbol, con los amigos en el campito. Iba todos los sábados a la cancha sólo, porque mi familia no es muy futbolera. Me tomaba el colectivo blanco que había en esa época y me iba para la cancha. Recuerdo mucho el partido de Sarmiento – Español del año ´77 porque la cancha reventaba de gente, me lo acuerdo muy clarito.

-¿La campaña del ´80 la siguió?
-Por supuesto: no podía ir todos los sábados a la cancha porque a los 15 años empecé a trabajar de lava copas y justo ese día tenía que trabajar (risas). Pero los días que tenía libre no me lo perdía. Obviamente que también en la “A”: fueron momentos inolvidables. De ahí para adelante lo he seguido mucho. La última gran alegría fue ganarle a Tigre en el ´96 cuando ascendimos: éramos 30 en la tribuna, no había mucha confianza en el partido de vuelta (risas). El último campeonato también, pero ese lo viví con más intensidad porque estaba en la cancha.

-Cómo hincha, ¿cómo vio el alejamiento de Lippi y la llegada de Rizzi?
-Creo que Sergio venía haciendo un trabajo importante, estuvo en los primeros puestos todo el campeonato: una lástima que se haya alejado. También creo que Mario es un gran entrenador y mejor persona, lo aprecio mucho. Tengo confianza en que se va a terminar muy bien la temporada. Igualmente hay que ser respetuosos de las instituciones, de los jugadores y sí el cuerpo técnico decidió irse hay que aceptar la decisión y hoy acompañar a Mario.

-El proyecto en sí de Sarmiento, ¿le sirve a la ciudad?
-Seguramente, me parece algo extraordinario, no sólo como hincha sino como juninense. Es algo muy bueno. Por primera vez en mucho tiempo veo a un club que tiene una dirigencia responsable con un proyecto claro, mucho más que jugar un campeonato, ganar puntos y ascender. Se va a notar en los próximos años y a Junín le va a servir para su crecimiento. Sin duda desde que tengo uso de razón el club está viviendo una de las mejores etapas de su vida: ojalá que los hinchas y la ciudad entiendan este proceso y lo respalden.

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