MANO A MANO

Fernando Fayart: "Espero no volver a enfrentar a Sarmiento, porque me sentí muy incómodo"

El defensor está hace cuatro meses en México defendiendo los colores de Petroleros de Salamanca. Llegó luego de su gran temporada en All Boys donde obtuvo el título y es ídolo. Además quiere volver a Sarmiento institución en la que cumplió el sueño del campeonato en 2004.

Cualquiera que lo haya  visto lo describe  como un jugador aguerrido y con mucho sacrificio a la hora de jugar. Son de esos "tipos" que no dan nada por perdido y que empujan al equipo desde el fondo.  Hasta él mismo pondera su "lucha" y amor propio: "Tengo una personalidad fuerte y una mentalidad ganadora que me ayudaron a suplir la falta de técnica" cuenta desde México en exclusivo para DEMOCRACIA este juninense que, luego de salir campeón con All Boys, emigró hacia el país "azteca" buscando crecer como jugador.  A los 28 años el defensor  surgido de Sarmiento, sintió que era una linda chance para mostrarse fuera del país y revalidar lo hecho en el "verde" donde logró el campeonato de la "B" Metropolitana en 2004 o en el equipo de Floresta, en el que lo idolatran y lo extrañan como a pocos.


-Por haber estado tantos años  en Sarmiento, ¿qué significa el club en tu vida?
-Mucho. Llegué a los seis años y estuve toda una vida. Hice miles de amigos con los cuales sigo en contacto, me permitió crecer como persona y tuve la suerte de conocer a "Taqueta" que me hizo querer  tanto este deporte. 


-¿Qué sensación tenías cuando te tocó enfrentarlo?
-Algo muy extraño. Lo enfrenté un par de veces y fueron raras sensaciones las que viví porque adelante estaba el equipo que me dio la posibilidad de ser futbolista y del cual soy hincha. Además jugaba contra muchos amigos, con los que hacia menos de dos años habíamos ascendido. Me sentí muy incómodo dentro de la cancha. Espero que no se repita.


-¿Qué sentiste cuando saliste campeón con Sarmiento?
-Algo difícil de explicar, porque como te dije nací en el club y soy hincha. Fue un año hermoso, yo venía de Los Andes, de haber estado casi cinco años ahí y dejaba muchas cosas de lado. También iba a jugar por primera vez en la "B" Metropolitana,  era como un paso atrás en mi carrera. Pero encontré  un grupo muy bueno donde salíamos a ganar en todas las canchas y terminamos siendo el  mejor equipo del campeonato. Por suerte lo pudimos ratificar en la final con Atlanta y cumplir el sueño de salir campeón con mi equipo.


-¿En algún momento tenés pensado volver?
-Me gustaría volver pronto. Se que el club está en una buena etapa, creciendo mucho y esperemos que este año pueda ascender nuevamente y mantenerse de una vez por todas en el Nacional "B" que es donde tiene que estar Sarmiento.

La consagración en el "Albo"

Llegó en 2006 al equipo de Floresta y al principio lo miraban de reojo porque no terminaba de convencer. Pero fiel a su costumbre el "Topo" siguió trabajando más que nunca para terminar siendo ídolo de All Boys y baluarte en el campeonato obtenido en la temporada 2007-08.


-En All Boys, ¿por qué crees que cambiaste insultos por elogios?
-Definitivamente por mis ganas de salir adelante: el primer año nos estaba yendo muy mal y por ser de los más grandes recibía muchos insultos. Se fue "Coqui" Ferraresi y vino "Pepe" Romero como entrenador.  En las primeras charlas me comentó que si no quería jugar las últimos fechas de ese torneo me entendía, que estaba todo bien. Le dije: "yo quiero jugar, no me importan los insultos". Por suerte después me toco hacer goles importantes para clasificar al reducido y ahí empezó a cambiar la historia.


-¿De ahí viene el apodo "Fernando de los milagros"?
-Claro (risas). El anteúltimo partido del torneo 06/07 contra Morón, perdíamos 1 a 0 y fui a jugar de 9 los últimos 20 minutos: bajé la pelota para el empate y metí el segundo. Después en el último partido contra Central Córdoba ganamos 1 a 0 con gol mío, clasificamos al reducido y desde ahí me quedó el apodo (risas).


-¿Por qué ese equipo salió campeón con tanta holgura?
- Porque entrábamos a la cancha sabiendo que no podíamos perder. La mentalidad ganadora que tuvimos desde el inicio era impresionante: fue sin dudas el mejor equipo en el que me tocó estar. Nos acoplamos muy bien y por eso creo que sacamos tanta diferencia con el resto.


-En el campeonato jugaste 31 partidos, marcaste 4 goles y fuiste despedido como ídolo, ¿qué te dejó tu paso por All Boys?
-Muchas cosas lindas. Lo mejor que me pasó fue jugar en la posición que más rindo, de central por derecha con línea de cuatro.  Me dejó grandes compañeros que nunca voy a olvidar y la satisfacción de haberme quedado y poder revertir todo lo malo que me había pasado el año anterior y coronarlo con otro ascenso del que estoy muy orgulloso.

Su llegada a México

En julio de este año, Fernando Fayart firmaba su contrato con Petroleros de Salamanca, una ciudad ubicada en el estado de Guanajuato a unos 300 Km del Distrito Federal. El equipo juega en la Primera División "A" -segunda categoría del fútbol mexicano- en donde el "Topo" busca nuevos horizontes.


-¿Cómo llegaste a  México?
-Mi representante me acercó la pro-puesta y la verdad que hacía rato tenía ganas de pro-bar suerte afuera. Pensé que era una de las últimas chances, así que me decidí por  venir a México.


-¿Qué se puede decir del Petroleros de Salamanca?
-Es un club muy nuevo, con 6 ó 7 años de vida. Acá es muy normal que cambien de dueño y ciudad los clubes y ahora está creciendo mucho, falta poco para terminar de cerrar el estadio y hay muchas ganas de poder subir a primera división.


-¿Cuál es tu objetivo allá?
-Mi objetivo acá, como lo fue siempre en Argentina, es mejorar, tanto en lo deportivo como en lo humano. Tratar de seguir jugando, hacerme conocido en este medio y crecer futbolís-ticamente.


-¿Cómo es tu vida con una cultura muy diferente?
-Es  muy normal, trato de adaptarme día a día. En los tiempos libres busco conocer el país y su cultura, porque creo que así crece uno como persona. Por suerte hace dos meses llegó Laura, mi novia, así que ahora estoy más acompañado,  intentando entre los dos  pasarlo lo mejor posible.

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