FÚTBOL

El Bachi Américo: El inolvidable wing izquierdo, goleador, que tuvo Sarmiento en la década del ´70

Nací en Junín el 12 de octubre de 1950 a una cuadra del club Los Indios. Después me fui a vivir con mis abuelos en la intersección de las calles Perú y Coronel Suárez.

Era una casa de antes y tenía como media cuadra de lote. Mis abuelos tenían toda clase de frutas, ciruela, higo, manzanas, durazno, granada, que hoy no existen más.

Jugábamos con los chicos del barrio donde ahora está la escuela Marianista. Era un campito lindo y siempre era lugar de reunión de los pibes del barrio. También íbamos al Alumni que era famoso en ese entonces y después se hizo club.

Eran primos míos los fundadores. Héctor Lalli fue uno que era primo hermano, estaba Isi que era casado con una prima mía.

Yo fui a la escuela 22 hasta quinto grado y sexto lo hice en la escuela 18 porque nos mudamos a Villa Belgrano.

Empecé a jugar en las inferiores de River Plate. Pero cuando me fui a vivir a Villa Belgrano ese año le pedí el pase a River y jugué en la quinta de Villa. Al año siguiente quise volver a pedir el pase y no me lo dieron. Como me obligaron a volver a River abandoné el fútbol.

Estuve un año corriendo en bicicleta. Me había ido a vivir en frente de lo de Cacho Crisafulli y al lado trabajaba con el flaco Lagiovanna en una herrería. Él también era ciclista. Entonces me enganché a pedalear con un amigo, Enrique Iácullo, pero nunca gané una carrera. Eran épocas bravas para el ciclista. Habían aparecido Repara, Torito, que andaban bárbaro.
Después me vino a buscar Omar Valdéz y me convenció para ir a River Plate otra vez. Jugué medio año en reserva y en 1970 pasé a primera que salimos campeones. Pero prácticamente no jugué en la Liga de Junín.

En 1971 me fui a Alejo Ledesma (provincia de Córdoba) con Cacho Vilaseca, José Carnelli y de técnico fue el cabezón Nieva. Salimos campeones con el Club Los Andes.
Ahí me pide Sarmiento. Me llaman para hacer una prueba. Me lleva Chacho Villafañe. Fuimos a Rosario a jugar contra Central Córdoba y otro partido contra Flandria.

En Central iban cuarenta minutos y la pelota no me pasó ni cerca.
Debuté en Sarmiento en la “C” de 1972. Fue en Zárate, empatamos tres a tres y metí un gol. Venimos a Junín a debutar de local contra Colegiales y metí dos goles, ganamos. Ese año me fue bárbaro. Casi todos los partidos hice goles.

Ascendí con Sarmiento en 1974 de la “C” a la “B”. Primero estuvo Pedro Mansilla de técnico y después Héctor Silva. Y en 1975 estuvimos a punto de subir a la “A”, fue uno de los mejores equipos de Sarmiento. Tenía jugadores de sobra. Se hizo un cuadrangular en Rosario y por un penal San Telmo nos dejó afuera.

Jugué en Sarmiento hasta 1976 donde descendimos contra Flandria. Vino un presidente a Sarmiento que para muchos fue bueno pero para mi no. No quería a los de Junín.

Incluso iba a la cancha a putearlos.
Me fui porque Pedro Mansilla me vino a buscar para quedarme en la “B” prometiéndome que metían el pase. Jugué con otro nombre en la reserva de Flandria en 1977 pero el pase no entró nunca. Estaba Pappalardo que había sido compañero mío en Sarmiento.
Me tuve que venir a Junín. El mellizo Azconzábal me convenció y me llevó a Teodelina. Salimos campeones. Fuimos a jugar una final zonal a Venado Tuerto y me echaron junto con Clarito Villegas. Habían venido jueces de Rosario y me dieron más de un año de suspensión. Me destruyeron.

En 1978 me habla Chacho Villafañe y me lleva a Sarmiento de Chaco. Yo laburaba en el Ferrocarril y renuncié para seguir jugando. Estuve un mes y medio. Cuando llegó el pase todavía tenía la suspensión vigente de Venado Tuerto. No pude jugar.
Ya me había abandonado y estando mal físicamente me llamó Héctor Silva en Luján. Eramos como doce de Sarmiento. Anduvimos más o menos, pero había plata. Promosur, una de las primeras que incursionó en el fútbol era quien aportaba. El presidente era un pibe de 18 años y se dejaba la barba para aparentar más. Hicieron la presentación del equipo con todas las pompas. Además bancaban al auto de Luis Di Palma ese mismo año.

Pero Promosur presentó quiebra,  se disolvió y en el club entraron a echar gente.
Luego anduve en algún club de la zona pero ya dejé de jugar.
Hay mucha diferencia del fútbol de antes al de ahora. Yo hoy considero que el delantero está para perder la pelota. Quiero decir que tiene que encarar. En nuestra época pasabas al defensor o perdías la pelota. Ahora yo veo que no la quieren perder y la juegan para atrás,  porque es  más fácil. Antes los full back no jugaban nunca con la pelota y ahora prácticamente son los dueños con casi 30´de posesión. Si los delanteros hoy juegan 10´es un logro.

Hoy en vez de meter un gol se tiran al suelo. Antes lo que menos queríamos es que nos golpearan, pero si alguien venía fuerte había que ponerse duro para no ir al suelo. Y si el defensor se caía, era uno menos que defendía porque uno se iba hacia el gol. Ahora antes que lo toquen se tiran al suelo.

Nosotros nos entusiasmamos mucho con Sarmiento en la “A”. Veo que el salto es grande para los jugadores. Hay chicos que a lo mejor en las prácticas andan bien, pero en los papeles no hay caso. Les cuesta mucho.  Es bravo jugar la “A”. Sarmiento llega siete u ocho veces y le cuesta hacer un gol. Pero tenemos que ser optimistas.

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