CONCENTRACIÓN DE LA SELECCIÓN ARGENTINA

La Serena te enamora

El seleccionado argentino abandonó ayer La Serena para jugar hoy en Viña del Mar ante Jamaica el último partido de la fase de grupos de la Copa América, pero apenas finalizado el partido de esta tarde/noche regresará al balneario del que jugadores y cuerpo técnico quedaron prendados apenas se instalaron.
La iniciativa de cambiar el plan original y permanecer en el Serena Suites, entrenando a diario en el bello complejo deportivo de la fábrica de muebles La Alpina, se tomó apenas llegó el capitán Lionel Messi a conocer el lugar, y todos marcharon detrás suyo.
Pero no estaba equivocado "Lío", como tampoco el resto que accedió a variar la logística, porque La Serena es una ciudad que enamora por sus encantos contrapuestos, en el que si se pudiera ser lechuza para girar completamente la cabeza, podría compartirse el mar de frente y las montañas a la espalda.
El graznido de las gaviotas en la playa y el sonido cadencioso de las olas siempre tienen el abrigo de un sol benigno, aún en los albores de un invierno que estará llegando formalmente en 48 horas y que aquí se hace sentir solamente por las noches.
Para el argentino tan proclive a comparar con su país al resto del mundo, esa zona costera tiene cierta similitud, si no se mira hacia las montañas, con la ciudad de Pinamar, aunque sus playas tienen menos extensión.
Alejarse del mar e involucrarse con el centro implica dar un salto en el tiempo y retroceder a la época colonial, con construcciones de estilo español y, para no salir de la variante, un fuerte parecido a la ciudad uruguaya de Colonia.
El transcurrir apacible de los habitantes de la zona le da cierto tono medieval al ambiente, con templos de piedra construidos unos muy cerca de otros, como esperando que algún Quijote vaya en busca de su Dulcinea y finalmente todos se terminen enamorando de La Serena. Como le pasó al seleccionado argentino.

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