Arturo Vidal, emblema de una generación que brilla en la cancha pero que decepciona afuera

El mediocampista Arturo Vidal es un emblema de lo que el propio futbolista catalogara como la “mejor generación” de la historia del fútbol chileno, pero los actos de indisciplina que protagonizó no coinciden con lo que muestra en el campo de juego.
El choque de Vidal anteayer, a bordo de su impactante Ferrari y cuando conducía en estado de ebriedad, volvió a ponerlo en el ojo de la tormenta ya que inmediatamente después de confirmarse la noticia se recordaron los escándalos en los que estuvo involucrado en años anteriores.
En 2007, en el marco del Mundial Sub-20, Vidal estuvo en la pelea contra la policía de Canadá luego de perder un caliente partido ante el seleccionado argentino.
En 2011, ya como integrante del seleccionado mayor conducido por Claudio Borghi estuvo en el grupo de futbolistas que llegó tarde y en estado de ebriedad a la concentración luego de concurrir al bautismo del hijo de Jorge Valdivia.
Borghi y las autoridades de la ANFP lo sancionaron Vidal, junto a Gonzalo Jara, Carlos Carmona, Jean Beausejour y Valdivia, pero fue uno de los primeros que pidió perdón y regresó luego del hecho que fue catalogado como el “Bautizazo”.
Como futbolista de Juventus, de Italia, también tuvo sus contratiempos: en octubre del 2013 se presentó un día más tarde a los entrenamientos por quedarse en Chile festejando la clasificación al Mundial de Brasil 2014.
Al año siguiente, también en octubre, lo echaron de un boliche en Turín por protagonizar una pelea en la que tuvieron que interceder los guardias del local. Además, llegó tarde al entrenamiento, quedó como suplente en el primer partido de la temporada y fue sancionado con una multa económica.
Estos acontecimientos dejaron marcado a Vidal, quien supo dejarlos momentáneamente en el pasado a medida que crecía su exitosa carrera futbolística. No obstante, este último incidente lo volvió a poner en el centro de la polémica.