Lucas Matthysse: “Quiero la revancha con García, tuvo suerte el día que me ganó”

El ex campeón mundial interino de peso superligero, el chubutense radicado en Junín, Lucas Martín Matthysse, se encuentra descansando en su provincia, en Trelew, su ciudad natal, y en Rawson, donde vive su mamá.
Allí, fue entrevistado por los colegas de “Radio Sónica”, 89.7 de Rawson, en el programa “Rock and Gol”, que lleva “tres meses en el aire uniendo pasiones, deporte y rock desde los estudios de Belgrano y Conesa”, como señalan los colegas de ese medio.
Reportearon a Matthysse, Ezequiel Cantalejos, Marcos Evans y Leonardo Lugo, y la charla, se inició con la consulta de los periodistas deportivos sureños sobre que siente en cada regreso a sus pagos, y así respondió Lucas:  
“Se extraña, cuando puedo vuelvo y estoy en Rawson con mi vieja, o en Trelew con mis hermanas y me relajo un poco y me voy contento, nuevamente para Junín”, ciudad a la que regresará seguramente esta semana.
Sobre la última pelea, la épica batalla que ganó tras caer dos veces ante John Molina, al que noqueó, Matthysse expresó:
“En la primer caída me agarró con un golpe en la sien y la sentí, pero me levanté bien. El corte llegó luego, pero me curaron bien cuando llegué a descansar. En el quinto, otra caída más y allí empecé a ver, junto con mi rincón cómo podía hacer para revertir el trámite de la pelea.
Pude acortar la distancia a meterme ahí cerca, él se fue quedando por el desgaste y comencé a meter mis manos, así que me di cuenta que allí estaba el negocio, trabajar al cuerpo, meter el hombro, así que pude revertirlo y ganarle”.
En cuanto a la incorporación de Juan Martín Coggi a su equipo de entrenamiento, “la Máquina” Matthysse comentó:
“Coggi me habla mucho y me hace bien, porque me cuenta su experiencia, lo que me puede pasar, de que tengo que cuidarme, ha pasado por muchas cosas él que tuvo todo y ahora no tiene tanto porque hubo gente que le falló. Me ha venido muy bien, porque es muy buena gente.
Con la primer caída de él dije ´ya está´, porque vi que había aflojado y aunque sé que me jugué un montón, porque pude haber vuelto a caer yo, me la jugué y salió bien. Me estaban esperando a mí y salió buena la pelea, porque la de García anterior no había sido tanto. Van a hablar mucho aún de la pelea, de cómo volví y ya están viendo con quien me voy a tener que enfrentar, aunque yo quiero la revancha con García, quien tuvo mucha suerte ese día, para mí me quebró con un codazo. No me dolía pero se me ´inflaba´ al entrar aire. Quiero la revancha, aunque también quiero pelear con Mayweather (tenía un precontrato), tal vez antes con Broner, pero sé que voy a tener otra gran oportunidad.
Contra García, hasta el sexto la llevaba bien, pero luego al pelear con un solo ojo, debí jugármela, terminé peleando y no tuve suerte”.
Sobre su apodo deportivo, los colegas le dijeron a Lucas que bien le podrían haber puesto el mote de “Cirrosis, porque te come el hígado y se acuerdan de las ocho veces que mandaste a la lona a Coorley” a lo que Matthysse, sonriendo, espetó “Ya me re estudiaron, así que se hace difícil pegar allí”.
Sobre el presente del boxeo argentino, el ex monarca mundial interino, dijo:
“Recontento con el buen momento del boxeo argentino y para mí es un orgullo salir a representarlo. Ahora está muy bien, porque Martínez, Maidana, Revecco, Narváez, yo, lo estamos representando bien, con peleas muy importantes en el mundo, especialmente en los Estados Unidos. Con el Chino nos conocemos desde muy chicos, a los 15 lo conocí en Vera, a 50 kilómetros de Margarita. Él cayó a la casa de un verdulero (que nada que ver tenía con el boxeo), donde estaba yo, porque era amigo de mi papá y a los pocos días cayó el Chino, también a practicar, y nos hicimos muy amigos. Esa familia nos dio todo, a nosotros que andábamos por todos lados y aunque somos de hablar poco los dos, especialmente él, nos respetamos mucho y yo siempre lo cargo, cuando hablamos, y le digo: Te acordás cuando viajábamos en el camión del verdulero, un jaula, sentado sobre cajones de fruta y de verdura y ahora viajamos en primera clase, en los aviones?”, comentó en medio de sonrisas.

Querido en Junín

Sobre su vida en Junín, Matthysse señaló:
“Hace diez años que estoy trabajando en Junín, desde el 4 de junio del 2004 cuando combatí con Leandro Almagro en Chubut. Siempre me gustó entrenar, me cuesta un poco levantarme y correr, pero cuando debo hacerlo, lo hago. Entreno bien, me ´matan´ a la mañana con circuitos de 10/12 kilómetros en total. Me he desarrollado en lo físico y en lo personal, todos me saludan en la calle, en los lugares públicos, así que me quieren mucho.
En septiembre u octubre volverá a pelear, así que en breve voy a entrenar nuevamente a Junín. Van a pedir la pelea contra García y sino con Adrién Broner, a quien el ´Chino´ (Maidana) lo aflojó bastante y no se lo ve tan bien como antes. Ojalá que García agarre, fue una pelea dura para ambos y él sabe (García) que tuvo suerte esa noche, así que no sé si me dará la revancha.
También me gustaría, alguna vez, pelear con (Floyd) Maywheather. Hay que pegarle al cuerpo, a los brazos, ir desgastándolo, pegándole en cualquier lado para que se desgaste”.
Tras comentar que “Han salido muy buenos boxeadores de acá del Sur, con muy buenos gimnasios y entrenadores. Aunque estamos lejos y te cuesta más, es una carrera sacrificada y larga”, Matthysse rememoró:
“Arranqué a boxear los 11 años, a los 14 me fui a Santa Fe, y recién a los 29/30 años pude empezar a trascender y ser campeón del mundo. Ojalá que muchos tengan la ocasión de pelear y llegar, como Omar (Narváez), yo, y si tienen que irse, deben hacerlo, aunque les cueste, como a mí. Hasta un mural me hicieron a mí en la playa, en mi barrio, donde me crié desde pibito, el ´1000 viviendas´. Siempre me acuerdo al final de cada pelea y nombro, a mi hija Priscila y al barrio de Trelew”.

Desea entrenar siempre en nuestro país

Ya en la parte final del reportaje, sobre lo que hace en cada visita a Trelew y Rawson, el entrevistado dijo:
“Ando por todos lados, comiendo, paseando. Estoy en lo de mi vieja, pescando en playa Unión con ella, hablamos mucho ahí, porque estamos solos y aprovechamos. Extraño mucho, por eso mi grupo de trabajo es fundamental cuando entreno, por eso me gusta quedarme acá en el país, por eso no es lo mismo irme a entrenar a Estados Unidos. Tengo nutricionista ahora, me cuidé dos meses y cuando no entreno como de todo, guiso de mondongo, asados, todas comidas que compartimos en familia, comí de todo”.
Finalmente, y en cuanto a su hermana, la campeona mundial Soledad Matthysse de Narváez (esposa de Mario, hermano del campeón mundial, Omar Narváez), Lucas dijo:
“Mi hermana tiene muchas ganas, le costó un montón llegar a campeona del mundo y entrena mucho, tiene ganas de pelear ya y no la deben parar más, porque ya tiene 33 años, tres hijas y es admirable lo que hace día tras día”, cerró la charla con los colegas de “Radio Sónica”, 89.7 de Rawson, al programa deportivo “Rock and Gol”.