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Brian "Boxi" Castaño, único campeón mundial que actualmente tiene la Argentina.
BOXEO PROFESIONAL

El pugilismo argentino de cara al futuro

Hasta el presente, la pálida temporada deportiva 2018 muestra una languidez que será muy difícil de revertir para nuestros peleadores.

El boxeo argentino mostró, en lo que va de 2018, una languidez que le resultará difícil revertir. De siete argentinos que pelearon por títulos del mundo, sólo dos lograron ganar y apenas uno conserva la corona: Brian Castaño. 
Y, entre las derrotas, hubo pálidas mucho más duras de lo que podrían sugerir fríos números, expresa en un informe el periodista Andrés Mooney, de "A la vera del ring" (primera parte). 
Es que, excepto la victorias del “Boxi” ante el francés Cedric Vitu –por nocaut técnico en el 12° round, en marzo, por el título superwelter AMB- y la de Matthysse contra el ignoto tailandés Tewa Kiram –por nocaut en el 8°, en enero-, el resto sufrió reveses categóricos: en febrero, el mendocino Juan Carlos Reveco fue noqueado en siete asaltos por el filipino Donnie Nietes, quien retuvo su cinto mosca FIB; el chubutense Omar Narváez ni siquiera arriesgó para intentar convertirse en el primer argentino en reinar en tres categorías diferentes y, en abril y por el cinto gallo OMB, perdió todos los rounds frente al sudafricano Zolani Tete.
Durante esa misma noche, el bonaerense Jesús Cuellar fue aplastado en tres vueltas por el estadounidense Gervonta Davis, por el supercampeonato superpluma AMB; en junio, el mendocino Jonathan Barros no pudo quedarse con la corona superpluma del CMB cuando cayó por nocaut en tres capítulos frente al mexicano Miguel Berchelt; y, hace días, el trelewense Lucas Matthysse fue vapuleado por un veterano Manny Pacquiao que le arrebató el título welter AMB.
Frente a ese panorama, conviene hurgar para saber quiénes son los mejores boxeadores nacionales que están en actividad y bajo el ala de qué promotor están.
Sebastián Contursi tiene entre sus mejores exponentes a:
Brian Castaño (18 peleas, todas ganadas, 12 por nocaut y de 28 años): el matancero es explosivo, guapo, tiene una pegada más que respetable para el primer nivel y su estilo gusta en el mercado estadounidense. Además, su larga campaña amateur –con 189 peleas sobre sus espaldas- le garantiza un bagaje técnico que no abunda. Es el único campeón mundial que tiene Argentina en la actualidad. Y aunque se las vio con bravas –la guapeó y venció en las tarjetas al difícil marfileño Michel Soro, en Francia, como visitante absoluto-, aún le falta enfrentarse a un gran nombre, en un gran escenario. No tiene confirmados fecha ni rival.
Fabián Maidana (15-0, 11 KO, 26 años): por recursos técnicos, justeza en la pegada y nivel de oposición, el santafesino es, de los jóvenes en ascenso, el más sólido. Hizo casi toda su campaña en Estados Unidos y marcha 8° en el ranking AMB welter, aunque su intención es bajar a superligero, la misma categoría en que comenzó el reinado de su hermano Marcos.
Jesús Cuellar (28-3, 21 KO, 31 años): el bonaerense, excampeón mundial pluma, deberá demostrar que, pese a su último traspié –el estadounidense Gervonta Davis lo arrolló en tres rounds, cuando el argentino hacía su debut en superpluma-, está vigente. No le resultará sencillo, pero tiene trayectoria y oficio como para volver a protagonizar una pelea grande. Ocupa la 7° posición en el ranking ligero jr. AMB.
Neri Romero (10-0, 7 KO, 29 años): tiene pegada, buena línea técnica y es riguroso para entrenarse. Sin embargo, no hay certezas respecto a dos aspectos que aún le resultan desconocidos: cómo reaccionará cuando lo golpeen y cómo lucirá ante rivales de jerarquía.
Alan Castaño (13-0, 8 KO, 25 años): el bonaerense no termina de despegar y arrastra una inactividad - el año pasado, hizo sólo un combate- que no permite ver su desarrollo. Es aguerrido, temperamental y tiene un boxeo de corte netamente ofensivo. Por el momento, su nombre resuena solo por ser el hermano de Brian.
Jonathan Pachado (2-0, 1 KO, 22 años): el bahiense de General Daniel Cerri asoma como toda una promesa. Tiene buenos desplazamientos, solidez ofensiva y combina golpes con velocidad y precisión. Amén de estos atributos, sus dos únicos combates como profesional impiden saber de qué es capaz en un ring.
 
Los de Arano
Mario Néstor Arano, el pintense radicado hace años en Junín, tras el retiro de su "estrella", Lucas Matthysse, tiene entre sus mejores proyectos a:
Marcelo “Nino” López (34-2-1, 19 KO, 32 años, de Arribeños, Partido de General Arenales): tras una campaña cuidada y sin brillo en Argentina, se lució donde debía hacerlo: entre 2015 y 2018, realizó cuatro peleas en Estados Unidos en las que demostró que tiene con qué para ilusionarse. Ganó tres y en la que perdió, ante el estadounidense Michael Pérez, fue burdamente perjudicado en las tarjetas. Se encuentra 9° en el ranking superligero OMB.
Matías “la Cobrita” Rueda (30-1, 27 KO, 30 años): por potencia en sus puños y por sus grandes números, es un boxeador capaz de, en el futuro inmediato, tener una chance titular o protagonizar un combate grande. Saltó del nivel C al A sin escalas y lo pagó demasiado caro: el mexicano Oscar Valdez lo aplastó en dos rounds cuando, en julio de 2016, disputaron el título pluma OMB. Es una incógnita –no menor- saber en qué categoría peleará: si en la pluma en que hizo toda su carrera –y en la que padeció para dar el peso-, en superpluma o en ligero, donde combatirá este sábado.
Fabricio "Turbo" Bea (9-0-1, 9 KO, 20 años): el puntano es un joven pegador que, aunque posee un empate, debería marchar invicto: en septiembre de 2017, cuando igualó en Córdoba contra el mendocino Jonathan Arena, se vio damnificado por un mal fallo y debió haber ganado. Aunque demostró pimienta en sus puños, aún es demasiado joven y tiene muchas pruebas que superar.
Fidel Ángel Ruíz Díaz (14-1, 11 KO, 25 años): el chaqueño era la gran apuesta de Arano Box -y la figurita con que la empresa quería seducir a Oscar de la Hoya- hasta que el bonaerense Jonathan Eniz lo aniquiló en dos rounds -en septiembre del año pasado, en Villa Carlos Paz- y los obligó a cambiar de planes. Luego, volvió a la victoria y, cuando su presente parecía reverdecer, en junio lo internaron de urgencia por un coágulo en la cabeza del que salió sin secuelas. Habrá que ver cuánto afectan su psiquis estos dos factores poco felices para su carrera y para su vida. Tiene recién 25 años, es el actual campeón sudamericano ligero y luce un boxeo elegante.
Yamil Peralta (9-7, récord que incluye sus nueve victorias y su derrota en WSB, además de sus seis reveses en la APB): si bien no debutó en el profesionalismo de la FAB, el bonaerense tiene una vasta experiencia amateur, con dos participaciones en Juegos Olímpicos incluidas: Londres 2012 y Río 2016, donde consiguió diploma. A los 27 años, se tuteó de igual a igual con los mejores boxeadores aficionados del planeta y con aquellos que compiten en las ligas rentadas de AIBA. Su pasado lo podría posicionar en una situación de privilegio de cara al futuro, tal como le ocurrió al también dos veces olímpico Alberto Melián, quien al poco tiempo de sacar la licencia rentada argentina se metió en el 9° lugar del ranking mundialista AMB.
Héctor Sarmiento (19-0, 13 KO; 25 años): cuando ataca, es un boxeador; cuando se defiende, parece otro. El campeón nacional pluma pega y boxea de forma ordenada, pero genera muchas dudas cuando recibe: más allá de que su guapeza le permite ponerse de pie, se va a la lona con facilidad. Su nivel de oposición también arroja más interrogantes que certezas. Es que viene de ganarles a tres rivales más pequeños físicamente y que, al momento de enfrentarlo, atravesaban un pobre presente: su comprovinciano Lucas Carranza llegaba con cinco de sus últimas seis peleas perdidas; el venezolano José Alfaro provenía de la división suepergallo y no había peleado nunca contra alguien de récord positivo; y el santafesino Emanuel González, que no alcanzaba las 10 peleas, era un supergallo natural.
Carlos Sardinez (12-0, 2 KO; 26 años) el campeón sudamericano gallo tiene recursos que lo posicionan como un muy buen valor del boxeo nacional. No posee una pegada demoledora, pero sí una técnica pulida. Cuando se enfrente a oponentes de cuidado –algo que todavía no hizo- sabremos de qué está hecho realmente.
A ellos se agrega el pugilista de Teodelina (Santa Fe), Emiliano "La cobrita" Domínguez, quien se mantuo invicto en sus primerar 21 peleas, todas ganadas, con siete nocauts, para luego perder las dos últimas que disputó, la primera de ellas en París, Francia, en su primera salidad internacional, ante el local Mohamed Mimoune, y luego en Río Cuarto frente a Leonardo Fabio Amitrano.
El santafesino radicado en Junín está entrenando duro a las órdenes de Luis Dionisio "Cuty" Barrera, con deseos de regresar rápido a los primeros planos y la consideración general.

Los del uruguayo Sampson Lewkowicz
El promotor uruguayo Sampson Lewkowicz (en colaboración con Carlos Tello y Juan Brignone), tiene a estos destacados exponentes en su Team:
Miguel Barrionuevo (34-3-2, 24 KO; 29 años): el catamarqueño es un férreo pegador que hizo todos los deberes en casa para, ahora sí, aterrizar en Estados Unidos, donde el viernes 3 de agosto peleará ante el local Abel Ramos, en Las Vegas. El actual campeón argentino welter tiene atributos que podrían llevarlo a coquetear con la gloria: pega, es zurdo, tiene disciplina y se entrena a conciencia. Está 6° en el ranking welter CMB y 12°, en el de la FIB.
Emanuel Cusolito (27-2, 21 KO; 30 años): el zarateño tiene una pegada que no abunda entre los supergallos. Eso, sumado a un boxeo que no es excelso pero sí prolijo, le permite ser candidato a oponente de cualquier figura a nivel mundial. Estuvo a la altura de la elite cuando, en septiembre de 2015, perdió con hidalguía por nocaut técnico en el 12° round ante el mexicano Moisés Flores, por el título interino supergallo AMB, en Pensilvania.
Román Reynoso (21-2-2, 10 KO; 27 años): el bonaerense es un guapo con buen récord. Sacó grandes resultados –ganó en Canadá y en México, y empató en Estados Unidos- cuando fue de punto, y no logró ganar –perdió contra el ignoto azteca José Osorio- cuando le tocó llegar como favorito. Sus números y su arrojo sobre el cuadrilátero lo dejan a las puertas de una pelea grande.
Matías Romero (18-0, 7 KO, 22 años): venía en franco y poco cuestionado ascenso hasta que, el 7 de abril, en Alta Gracia, venció en discutida decisión al venezolano Jesús Cuadro, quien sin demasiados recursos casi lo deja sin invicto. El pupilo de César Coronel es talentoso, pero resta saber cuánto castigo es capaz de asimilar y cuánto puede crecer con poco poder de nocaut. Tendrá los desafíos de dejar atrás su opaca última actuación y de respaldar su buen récord.
Juan José Velasco (21-5, 12 KO, récord que incluye su victoria y sus 4 derrotas en la WSB; 31 años): en la pelea más grande de su (cuidada) carrera, el jujeño tuvo una digna actuación frente al estadounidense Regis Prograis, quien lo terminó noqueando en el 8° asalto, por el título interino superligero del CMB. Aunque iba de punto y demostró guapeza, exhibió falencias que dejaron en claro que podrá brillar en todos los territorios, menos en el del primer nivel.
Ckari Cani Mansilla (10-1, 7 KO; 26 años): pega como pocos en la categoría supergallo, pero se defiende (mal) como muchos en todas las divisiones. Es frío para definir y, ayudado por el peso de sus puños, puede terminar con una pelea en cualquier momento. Tendrá que sumar paciencia y mejorar su defensa si quiere dar el salto de calidad. Está 2° en el ranking nacional.
Javier Clavero (23-4, 5 KO; 24 años): el aguerrido adeliamariense es otro novel boxeador que quizás haya encontrado su techo en el consumo local. El campeón argentino ligero da espectáculo cada vez que se sube al ring y por eso podría conseguir alguna oportunidad grande.
Elías Araujo (18-1, 7 KO; 31 años): el mendocino tiene una abundancia de guapeza, pero también una carencia de recursos técnicos que tal vez nunca pueda satisfacer. Pese a sus ambiciosos números, parece llamado al lucimiento sólo en el mercado interno. Al igual que Clavero, se entrega en cada pelea y, por eso y por su récord, podría protagonizar un combate titular.

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