BASQUET

Pesar por el fallecimiento de Coco Lares

Roberto Daniel Lares, Coco para los amigos, apareció en los albores de la década del ´90 por las canchas de básquetbol de nuestra ciudad. Siempre con Cata, su inclaudicable compañera de toda la vida. Es que dos de sus hijos (Gerardo y Daniel, hermanos de Natalia) jugaron desde chiquitos en Los Indios, que era el club con la camiseta de los colores de Rosario Central. Ellos vinieron a radicarse a Junín, provenientes de la ciudad de Rosario. De más está decir, Canallas a muerte.
De trato cordial, amable, bondadoso, nunca lo escuché decir una mala palabra en la cancha.
Colaborador permanente en el club Los Indios y con las selecciones locales, haciendo planilla, cronómetro o simplemente atendiendo las delegaciones visitantes. De esas personas que da gusto haber conocido en esta vida.
Ayer el cuerpo del Negro –como también se lo conocía- dijo basta. Se cansó de luchar contra una larga enfermedad que lo aquejaba y decidió irse a jugar al básquet por los caminos que no saben de retorno.
Chau Negro querido, gracias por todo y hasta siempre. 

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