MARCELO RAÚL PERELLI

“Pompillo” hizo historia a medida que fue caminando en el arbitraje

Fue un referente en la década del ´80 y ´90. Dirigió la mayoría de las finales locales.

Marcelo Raúl Perelli, “Pompillo” para los amigos, comenzó a dirigir en nuestra ciudad allá por los albores de la década del ´80. Hizo historia en el arbitraje por su estilo muy particular. En las finales de los torneos era una fija que estaba pitando. Habla de todo y para todos los gustos.
“Fue por el año ´80 cuando empecé a dirigir. El Negro Ramírez, que hoy lleva su nombre el estadio del club Junín, me invitó a dirigir el primer torneo de cebollitas. Después fui a la Asociación donde estaba de presidente el Dr. Gandolfo con el Coco Pontelli y arranqué con Julio Dell´Orso y Serafín Nieto en la escuelita. Estaban Costales, Simón, Funes, Zapata.  De ahí le dediqué 23 años de mi vida íntegramente al  básquet.
Empezar en esos momentos era bravo. Hoy veo el colegio de árbitros y los felicito como están. Hay mucho compañerismo, a los chicos de abajo les enseñan, los tratan bien, les explican y antes no eran malos compañeros pero para dirigir te la tenías que ganar solo. Nadie te explicaba nada. Es más, parecía que había recelo para que uno no llegara. A mi me tocó la barita mágica que me lo gané en la cancha. Yo a los 16 años dirigí el primer partido de primera y hubo poquitos que a esa edad estaban en la categoría mayor. Dirigí Moreno de Bragado y Ciclista el día que descalifiqué al famoso loco Frisina de Bragado y a Oscar Chacón que le pegó un pelotazo en la espalda a Serafín Nieto que estaba dirigiendo conmigo. De ahí no paré más hasta el 2003 que me retiré.
Después con el tiempo Serafín Nieto comenzó a querer explicar algo de reglamento, como haciendo una apertura. Pero seamos sinceros. Desde que tengo uso de razón hubo muy pocos árbitros que supieron el reglamento con lujo de detalles. Hay que saber todas las reglas. En ese momento Dell´Orso, Cárdenas, Nieto, Molina, después Destéfani.
Hoy hasta los técnicos han cambiado. Se pasan información, videos. Antes eran muy celosos de su trabajo. Eso es lindo porque es por el bien del básquet”.

El recuerdo de Cárdenas

“Pibe si llaman de la mesa andá vos, porque yo de la planilla no entiendo nada. Y era cierto. Cárdenas era un monstruo dirigiendo pero no entendía la planilla de juego. Siempre decía que él era árbitro y no planillero. Era sincero y te mandaba a vos “que tenés una vista de lince” decía. Él fue a dirigir a Perú un sudamericano y le apagaban los puchos en la camiseta. Cuando entró la policía para suspender el partido los echó y les dijo que él era la garantía para que el partido se jugara y que no entraran más a la cancha. Se quedó con Pajarito Gómez, de Bahía Blanca, y terminaron el partido.”
“Fuimos un día a dirigir con Polo a Chacabuco.  Allá estilaban poner la radio en frente de la mesa de control, en la otra punta de la cancha al ras del suelo. Estaban el Gordo Cieri y Camilo Sallussoglia relatando.  Cárdenas era temperamental y lo venían insultando de la tribuna. Salió a marcar un foul de ataque y le hizo la seña a la radio. Cieri con el micrófono le decía que no. Polo le decía el 15 para allá y no me hagas caritas. Cieri se saca los auriculares y le dice que él era el de la radio. Polo, rápido, dijo “que organización en Chacabuco” se dio vuelta y marcó la falta a la mesa. La cancha se venía abajo. Le quedaban las manos rojas a la gente de aplaudirlo.
A mi me enseñó muchísimo, me apreció un montón y además yo con  él dirigía Irak contra Irán.
Él llegaba afuera y lo atendían como un rey. No en vano el Beto Cabrera –Maradona en el Basquet-  en Pergamino le dijo “Qué me cobrás yo soy Cabrera” y él le contestó “y yo Cárdenas y cuando lo toqués tres veces más te vas de la cancha”, terminó el partido y Beto lo fue a abrazar”.

Alagastino

“Lo vi dirigir al santiagueño. Espectacular. Eduardo fue uno de los mejores de su época. Una mecánica de arbitraje excelente, barría toda la cancha. Para mi le sacaba un campo al resto.
Hoy el que más me gusta es el flaco Chiti. Un pibe de La Plata con quien tuve la suerte de dirigir un provincial. Para mi es el mejor árbitro de la Argentina. Respeto a todos. Criticado muchas veces y porque tuvo un problema con Leo Gutiérrez, no me desagrada Juan José María Fernández. Las tiene bien puestas, no mira quién es el jugador que tiene adelante. La ley para todos igual. Por eso lo echó a Gutiérrez que es el nene mimado y tuvo algunos vaivenes. Pero si lo echaba a Campazzo no pasaba nada. Lo descalificó bien”.

El escándalo de Lincoln

“Estaba Yapur de presidente y antes del partido El Linqueño vs Ciclista nos dice que Nieto y yo íbamos y veníamos con él. Creo que no vio ni medio tiempo. Cuando volaron dos sillas, miramos para el costado y había desaparecido. Nos tuvimos que venir disfrazados de policías en el carro de infantería. Menos mal que Terrer y Quintana fueron de Junín con el carro. Las sillas de chapa las doblaban y te las tiraban como si fueran fichas de tejo. Después la gente de El Linqueño reconoció que perdieron bien. Ricardo Pagella que era técnico de El Linqueño me gritó “me sacaste un Fiat 600 del bolsillo” porque le daban un auto si salía campeón y yo lo cargaba “gordo si vos no entrás en un fitito”. Ganaba por 1 El linqueño y se cortó Porta. En vez de encarar la canasta y errar la bandeja, si da la vuelta y se vuelve con la pelota ganan el campeonato. En la contra le hacen foul a Evans. El médico de la policía me dice “el único loco que cobra este foul sos vos” y le digo “usted no vio que lo tomaron del cuello”. Y Evans metió los dos libres y salió campeón Ciclista, faltando un segundo.”