BÁSQUET

Nicolás "Nico" Romano

Nacido basquetbolísticamente en Argentino de Junín, lleva ganados dos anillos de la Liga Nacional. Uno con Regatas Corrientes y otro con San Lorenzo de Almagro. Además ganó un Súper 8, con Regatas, y un Súper 20, recientemente con Instituto. Fue campeón con Fuerza Regia de Monterrey, México.

Nací en Junín, en el barrio de Las Morochas. Me crié en Chile y Winter. Fui a la Escuela Normal hasta que empecé la secundaria, me cambié después al colegio Padre Respuela donde me puse de novio con Geno. Luego estuve en otra escuela por un lapso muy corto para tratar de terminar el secundario.

Pasó de todo, fui papá muy chico, algunos acontecimientos me llevaron a no poder llegar a terminar la escuela presencial, pero por suerte me recibí.

De chico jugaba al fútbol. Pero curiosamente a pesar de estar en frente de la cancha de Mariano Moreno, mi papá me llevó a jugar a River Plate.

De La Loba pasé a Jorge Newbery, hasta los once años que fue cuando empecé a hacer básquet. 

No pude ser campeón con las inferiores de Jorge Newbery. Sí ganamos un torneo zonal con la selección de Junín cuando tendría diez años.

Después fue un año donde hice los dos deportes juntos y me terminé de decidir por el básquet.

En Argentino estaba Rauli Azpelicueta como técnico. Me acuerdo cuando llegué, no sabía ni de qué se trataba este deporte. Únicamente porque era un club que me quedaba a una cuadra de casa era grandote y tenía a amigos  en la escuela que venían al club yo empecé a jugar. Me acuerdo que Rauli me daba muchísima participación a pesar de que no sabía de qué se trataba el básquetbol.

Con las inferiores me fue bárbaro. Justo llegué a un club donde estaba lo mejorcito de la ciudad. Mis compañeros eran muy buenos y los profes bárbaros. Hasta que me fui del club siempre ganamos los torneos locales, en todas las categorías.

Esto me sirvió un montón para crear una mentalidad ganadora, estaba en un club que quería ganar todos los torneos.

De muy chico siempre entrené y jugué en otras categorías superiores. A primera local promovieron una camada donde estaba el Negro Espinoza, Enzo Ruiz, Enzo Cafferata. Estaba Chiche Japez como entrenador de la parte técnica individual y después él nos llevó de a poco a jugar en la primera local. También recuerdo como entrenador a Jorge Epifanio en el local.

En Argentino llegué a jugar la Liga “A”. Siendo muy chico, teniendo quince años, con Adrián Capelli como técnico. Mi debut fue el primer partido que Argentino jugó en la Liga contra Atenas de Córdoba, en la Cúpula de la Sociedad Rural. Atenas había sacado una diferencia muy grande en el partido y entramos los pibes. Nosotros súper contentos.

Después de Argentino tuve un paso por San Martín de Junín en la Liga Nacional “B”. Al año siguiente descendió Argentino y volví al club. Pasé por Ciudad de Bragado, tres meses en la Liga Nacional “B”,  luego me llevó Independiente de Neuquén, posteriormente Quilmes de Mar del Plata y ya no paré en la LNB.

A la selección nacional llegué desde muy chico. Ya en cadetes estaba integrando los planteles, con posibilidades de jugar torneos sudamericanos. Era algo impensado e increíble. Después era loco porque se entrenaba tanto, tanto, que en un punto ya no era todo disfrute. Era de pasarla mal, con sufrimiento a veces. 

Pero cuando volvía a mi club notaba que hacía diferencia sobre el resto. Era otra preparación ya en ese tiempo, de alta competencia. Me sentía mucho mejor.

También fuera del país jugué en Guaiquiríes de  Margarita -en Venezuela- y anduve por México con el Fuerza Regia,  donde me fue muy bien. La he pasado bárbaro en los dos lugares.

Ahora con la selección fue algo impensado a mi edad. Después de un tiempo pronunciado de no haber sido tenido en cuenta, trato de disfrutarlo, de pasarla bien. No solo entrenando y jugando, sino en los ratos que puedo llegar a compartir con mis compañeros. Compartir una sobremesa con jugadores que están en ligas superiores es lo que más disfruto.

Todos los días sigo tratando de superarme, de mejorar, de mantenerme, para seguir teniendo oportunidades. Acá en Instituto nos armamos para pelear cosas importantes, para ser protagonistas. Tuvimos un año que empezó bien, luego se complicó con las lesiones. 

Tuvimos chicos que sufrieron un acontecimiento que no fue muy agradable y nos golpeó como equipo. Se sumaron casos de Covid, les pasó a todos los equipos.

Pero estamos en la lucha. Ahora estamos cuidando el puesto que tenemos porque queremos quedar entre los cuatro de arriba. Vamos partido tras partido tratando de disfrutar que estamos todos juntos, porque hace un rato largo que no estábamos los ocho mayores en el plantel. Siempre apuntando a saber para qué estamos jugando.

COMENTARIOS