El 28 de agosto de 2018, Emanuel Ginóbili decidió comunicar de manera oficial su retiro, después de una exitosa carrera de 23 años (16, en la NBA), dentro de la elite del básquet, que lo posicionaron como el mejor jugador argentino de todos los tiempos y uno de los deportistas más sobresalientes de la historia de nuestro país.
Manu se fue convirtiendo en un sello distintivo de los San Antonio Spurs desde su desembarco en la temporada 2002-03. Ganó cuatro anillos de la NBA. Junto a Tim Duncan y Tony Parker, sus “aliados” incondicionales dentro del rectángulo de juego, conformaron el llamado “Big Three”; mientras que tuvo un feedback extraordinario con el veterano entrenador Gregg Popovich.
En el AT&T Center, el 28 de marzo de 2019 luego del partido que los Spurs disputaron contra los Cleveland Cavaliers por la fase regular de la NBA se llevó a cabo una ceremonia marcada por la emoción, donde la franquicia texana decidió retirar la camiseta número 20, que utilizó Ginóbili en San Antonio. Algo que solamente es para pocos “elegidos” dentro de la máxima liga profesional de básquet del mundo.
En los últimos días se conoció la noticia que Ginóbili vuelve a San Antonio. Ahora en su rol de dirigente. El bahiense cumplirá las funciones de “asesor especial de operaciones” en los Spurs. Aunque tanto Gregg Popovich como Robert Canterbury Buford (CEO y Manager de la franquicia) siempre lo quisieron que cumpla una función después de su retiro, pero Manu se dedicó a “disfrutar de la vida” algo que se privó en su etapa de jugador.
Por tal motivo, los años post-básquet de Ginóbili transcurrieron en absoluta calma, manteniéndose alejado del foco de los aficionados y pudo dedicarle mucho más tiempo al núcleo familiar conformado por su esposa: Many Oroño y sus tres hijos: Nicola, Dante y Luca. Además, Manu despuntó su pasión por el ciclismo, el tenis y seguramente habrá disfrutado de muchos platos de polenta a la tabla, su comida preferida y que era prácticamente “privativa” en su época de jugador.
En un principio, la idea de la cúpula de los Spurs es que Ginóbili cumpla esa función ejecutiva clave en el “scouting” de los futuros jugadores de San Antonio y para el seguimiento de los nuevos talentos. La realidad es que el equipo texano se encuentra en una etapa de transición y de plena reconstrucción de la plantilla, ya que cuenta con una gran cantidad de basquetbolistas que no superan los 25 años como es el caso de Dejounte Murray (25), Lonnie Walker (22), Keldon Johnson (21) y Devin Vassell (21), entre otros.
“Él (en referencia a Ginóbili) va a hacer todo. Ayudar desde todo punto de vista con la gerencia de la franquicia, entrenar y probablemente realizar distintos viajes a Italia y que en alguno de ellos también lo podría acompañar”, expresó Popovich. El viejo Pop sabe muy bien que puede contar con Manu en este nuevo rol para atraer posibles talentos europeos para darle un salto de calidad a la franquicia texana de la NBA.
Aunque varios medios estadounidenses comenzaron a especular que este sería el primer paso de Ginóbili para ser un potencial entrenador de los Spurs en el futuro. Popovich, de 72 años, se encuentra al frente del equipo de San Antonio desde la temporada 1996-97, todo un récord en la NBA. El propio Pop sabe que está quemando sus últimos cartuchos como técnico y no vería mal que su pupilo Manu (a quien lo considera como un hijo más) podría ocupar su lugar en el banquillo. El tiempo lo dirá.
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