BÁSQUET

Roberto Horacio Mancini: Un espigado pivot juninense de los ´60 y ´70

Nacido basquetbolisticamente en el club Junín, pasó por Los Indios e hizo grandes campañas en 9 de Julio.

Nací en Junín en el barrio El Picaflor, Italia y Remedios de Escalada de San Martín. Una barriada espectacular. Toda gente trabajadora. Había dos grupos. Estábamos los más jovencitos , y los más grandes como Linguido, Greco, Mirambell, que eran a los que nos teníamos que acoplar para jugar a la pelota en la calle. 

Por calle Italia pasaba siempre la gente que vivía en el parque donde se había hecho un asentamiento y tenían una cancha de fútbol. Esa gente frenaba todos los días a tomarse un copetín en el boliche de Greco que estaba en Italia y Remedios de Escalada de San Martín.

Y nosotros nos habíamos hecho amigos de esa gente que con el tiempo nos invitaba a jugar al fútbol en su canchita del Parque Borchex. Hace 60 años atrás.

La primaria la hice en la escuela número dos y la secundaria en el histórico Comercial. Fui con Rosellini, Susana Garone, Marita Clarke. 

Hice varios deportes, pero en el que menos participé fue en el futbol, tal vez porque mido casi dos metros.

Como vivía a dos cuadras del club Los Indios y dos del club Junín, me la pasaba en el club Junín, amén de estar en la calle. No había peligros en la calle en ese entonces.

En el club Junín estaba Arturo Tuso, que jugaba al básquet, y me invitó a participar. No era el club de hoy en día. Estaba en una situación económica delicada. Entrenábamos a la nochecita y cuando se apagaba la luz. Arturo Tuso me hacía picar la pelota en la oscuridad. El problema era cuando se perdía la pelota, había que buscarla prácticamente en la oscuridad. Era cancha de cemento, al aire libre. Pero vivíamos en el club. 

Jugábamos con Coco Marrafini, Carlos Mastromauro, Omar Valdés. No participábamos  en campeonatos porque no había ni siquiera pelotas.
De ahí pasé a Los Indios porque el básquet en Junín llegó un momento que se terminó. Estaban de jugadores Pichi Cairnie, Hugo Violino. Para mi Hugo Violino fue una de las máximas estrellas que dio el básquet de Junín, junto con los Pagella y los Biurrun. Hugo era excepcional, de otra categoría.

Arranqué con ellos, pero después se fueron retirando y quedamos con Darío Racero, Roberto Lisa, el Gringo Rochetti. Hicimos un buen grupo y competimos en el primer nivel. El club tenía grandes dirigentes como Mario Pugliese. Era  una época hermosa para  el básquet de Junín, con una competencia leal. Dentro de la cancha nos matábamos. Me acuerdo que con Totón Conte nos matábamos a los codazos. Pero fuera de la cancha, grandes amigos.  Con Quique Biurrun, otra gloria del básquet, igual. Nos dábamos con todo y terminaba el partido y afuera de la cancha éramos grandes amigos, amistad que se extendió con el paso del tiempo.

Eran otras épocas. Se jugaba por la camiseta, por amor al club que representábamos no se cobraba ni cinco centavos.  Hasta se lloraba cuando perdíamos.

De ahí pasé a 9 de Julio, porque los clubes no estaban tan bien como ahora y faltaban siempre cosas elementales. Desde gente para trabajar hasta elementos básicos. No había pelotas para jugar.

En el “9” fue mi mejor etapa, con Polo Cárdenas como técnico. Habíamos formado un equipo con los hermanos Pagella, Santiago Carnelli y el Dady Romero. Además estaba Rubén Bertinotti.

Fue una época soñada. Había más gente afuera de la cancha, que adentro mirando el partido. No había espacio para todos. Hay mil anécdotas. Una vez salimos campeones ganándole a Argentino en la cancha de ellos.

Los partidos se comenzaban a vivir con una semana de anticipación. Nosotros practicábamos en la cancha de 9 de Julio y los dirigentes escondían gente en la plaza para espiar que no vinieran de otros clubes a chusmear como entrenábamos. Una locura.

Cada uno era muy amante de su club. Lo defendíamos a muerte, nos quedábamos a comer, pasábamos muchas hora en el club. Los clubes son importantísimos para la vida de las sociedades. 

Termine mi carrera ahí a los 35 años con casi 28 años dedicados al básquetbol. Tengo amigos maravillosos con los cuales me sigo juntando al día de hoy, más allá que después la vida nos llevó por caminos distintos. Totón Conte de Ciclista, Darío Sabelli y Jorge Viaño de San Martín, los Sofía en Sarmiento, los Biurrun y Josecito Gashp en Argentino. Dani Ferrari, Roberto Lisa. Era una época muy distinta a la de hoy.

Yo veo mucho deporte. Y noto que en los países más adelantados que nosotros le dan más importancia. Creo que todos los chicos que andan en la calle deberían estar dentro de un club., practicando una actividad. Para mi se arranca por la familia y se sigue por la educación. Yo le sacaría a los chicos tanto celular, tantas redes sociales y los metería a hacer deportes. El deporte tiene que ir acompañado de la educación.

Por ejemplo en EE.UU. a la par de lo que estudian los chicos, tienen su actividad deportiva obligatoria. Para muestra de cómo les va hay que fijarse cómo les fue en los juegos olímpicos y cómo nos fue a nosotros.

¿Ginóbili? El mejor de todos los tiempos. Junto con Messi son los grandes deportistas de la Argentina, no solo en su actividad, sino en la parte humana.

COMENTARIOS