BÁSQUET

Daniel Jaule: “Tenemos un buen grupo de trabajo, con mucha juventud”

El entrenador del plantel profesional del club Ciclista Juninense analizó las dos burbujas y lo que se viene en el mes de abril, en Olavarría.

La verdad que me sorprendió la primera burbuja. Si bien veníamos de una pretemporada  linda –más allá de que no fue larga- con los amistosos y demás y tuvimos una pasada por Viedma que fue mala. Salvo el partido con Del Progreso –que terminó invicto-,  que lo perdimos en suplementario, después tuvimos buenos momentos en algunos juegos pero perdimos varios partidos por muchos puntos. Totalmente extraño. Para mí fue una sorpresa terrible. Pero esto me sirvió para saber dónde estábamos, cuáles eran los errores y donde había que trabajar en el pequeño receso que había entre la primera y la segunda gira.

Convengamos que este es un equipo joven y sin experiencia. Acá los  únicos dos jugadores que participaron en Liga Argentina son Maximiliano Tamburini y Agustín Acuña.  El resto viene del Federal.

Siempre de lo negativo hay que rescatar lo que se hizo bien. El equipo jugó medianamente bien por períodos muy cortos. Después se caía o cerrábamos muy mal el último cuarto. Hacía tres cuartos buenos y un último muy malo. Las consecuencias fueron que tuvimos una muy mala primera burbuja.

Apoyándonos en las cosas que se hicieron bien comenzamos a trabajar en fomentarlas cada vez más. Y en los pequeños detalles que nos equivocábamos –por ejemplo la defensa de pick and roll o los reversos y rotaciones defensivas-. Indudablemente el equipo mejoró en la segunda burbuja. Inclusive los dos extranjeros tenían 22 años y hacían su primera experiencia fuera de su casa.

Cambiamos la fisonomía del equipo y comenzamos a jugar con dos extranjeros grandes. Lógicamente cuando se me dio la posibilidad de traer a Roquez Johnson ni lo dudé. Y creo que nos dio lo que no teníamos. Aportó rebotes, gol, experiencia y jerarquía en un puesto clave como es el de pivot.

Esto ayudó a los chicos a que se suelten más, a que estén más seguros y realmente lo que hicimos en Mar del Plata fue excelente.

Jugámos la mayoría de los partidos bien a pesar de haber perdido. Solamente hicimos un mal primer tiempo  contra Patagones en el primer juego, que en la segunda mitad  lo salimos a buscar y los perdimos en el cierre por cinco puntos.

Luego contra dos candidatos, Viedma y Villa Mitre, lo perdimos en la última bola. Y contra Viedma en suplementario.

Después le ganamos bien a Del Progreso y muy bien a Quilmes de Mar del Plata. Pero el  equipo estuvo muy competitivo y dio una imagen totalmente diferente a la de la primera burbuja. Se vio un equipo sólido que es lo que me deja muy tranquilo.

Además se promocionaron los jugadores. Logramos poner dos chicos de 17 y 18 años como Valentín Feuillade y Guido Pinelli, que es parte del proyecto de ir promocionando a los juveniles.

Esta es la idea. Con el cuerpo técnico bajamos línea a todos los equipos de las divisiones formativas. Se trabaja de la misma manera, de forma mancomunada. Nosotros sabemos lo que se hace desde el minibásquet hasta los U19. Después tenemos anexado al equipo de Liga un grupo de 8-9 jugadores que los vamos rotando, de los cuales dos ya pisaron la cancha, tienen minutos y entraron en la rotación. Feuillade con 17 y Pinelli con 18. No es solamente que la pelotita entre o salga, o ganar y perder. A mi los chicos me rindieron muchísimo y eso me pone contento. 

Acá hay una situación. Si uno quiere que el chico pegue un salto de calidad hay que arriesgar. Ganando por 20 o perdiendo por 20 los pone cualquiera. Los chicos tienen que jugar los minutos fuertes, los duros.  Pueden entrar en el primer cuarto, el segundo o en el cierre. Donde yo los necesite. Hay entrenadores que no los ponen. Yo estoy convencido que tienen que jugar.

Tenemos muchas expectativas en la burbuja de Olavarría. Vinimos con un buen sabor de Mar del Plata. En el lapso de doce días el equipo cambió muchísimo, pero lo que más me gustó fue la solidez que tuvo.

Yo pensé que este año no iba a ser así. Normalmente mis equipos van de menor a mayor. Arrancamos mal o más o menos y luego viene el repunte. Y es lo que está pasando acá.

Si bien en la pretemporada las cosas venían bien, nos pegaron un cachetazo en Viedma y nos hicieron ver la realidad.

El equipo reaccionó muy bien y ahora se vienen rivales directos para poder ingresar entre los ocho primeros, que es el objetivo. Son los que jugarán play off.

Es muy raro todo. Se juega a cualquier hora. A veces jugás dos partidos en 24 horas. Comes en cualquier momento, merendás a cualquier hora, no tenés descanso, no podes entrenar. Es decir que esto es un nuevo contexto al cual hay que acostumbrarse. La primera burbuja también sirvió un poco para eso. Nosotros en Mar del Plata jugábamos a las 11 de la mañana y 2 de la tarde y a veces días seguidos a la misma hora. Esto necesita un período de adaptación y lo hicimos.

El tema de Olavarría va a ser importante porque cualquiera le puede ganar a cualquiera. Yo confío mucho en este equipo porque puede estar bien, mal o regular pero nunca dejó de trabajar. Es un buen grupo con mucha juventud. Si no somos el primero, seguro el segundo equipo más joven de la Liga. Eso tiene sus consecuencias a veces.

Hay que creer en el proceso. Y en esto los jugadores jóvenes tienen que tomar su experiencia. El 90% del equipo nunca había jugado en un estadio tan grande como el Polideportivo Islas Malvinas. Es un detalle. El primer día que entraron se sacaban fotos.

Esto es a lo que apostamos. Hemos entendido que tienen que dejar el 100% todo el tiempo para lo que te alcance. Si ganamos, mejor. Desde lo que hacemos diariamente en los entrenamientos, hasta lo que se aplica en la cancha.

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