Antoni Vicens Morey.
Antoni Vicens Morey.
LIGA NACIONAL DE BÁSQUET

Antoni Vicens Morey, el español que llegó para hacer patria a la Argentina

La ficha extranjera de Argentino de Junín, que ya se destaca a pesar de su corta estadía en el campeonato, habló de los avatares para llegar a nuestro país.

El confinamiento en España fue forzado, el Covid 19 tomó al país por sorpresa y lo pasó por encima. El pueblo español debió casi que acuartelarse en sus casas contra el virus, que devoraba todo lo que encontraba a su paso. En ese contexto, como acá, en Argentina, las personas debieron canalizar sus emociones y hacer con su tiempo aquello que los levantara,  despertara a soñar, estudiar, leer, ver series o entrenar a tope. Esto fue lo que ocurrió en una azotea de la ciudad de Mallorca, en las Islas Baleares españolas, allí Antoni Vicens Morey se propuso a sí mismo prepararse para la vuelta.
“La temporada pasada fue difícil para mí, algunas cuestiones personales hicieron que el básquet no estuviera en primer lugar y a partir de allí es cuando que me descuidé, subí mucho de peso y no estaba en forma como para jugar”, contó a Básquetplus una de las figuras de Argentino de Junín esta temporada, haciendo un preludio a lo que fue su recuperación y reencuentro con el básquet que decantó en un arribo a la Argentina.
"Decidí quedarme en Mallorca para terminar unos estudios que estaba haciendo y jugar en una liga semiprofesional con mis amigos, entre ellos David Carro, agente de Campazzo y socio de Claudio Villanueva. También estaba Oscar Olivenza, uno de los entrenadores que tuve de pequeño, y decidí quedarme con ellos con opción de ir a un liga superior en cualquier momento", agregó.
“En la pandemia hice un click, al estar confinados y sin salir de casa empecé a entrenar todos los días por la mañana y la tarde en ayunas en la azotea de casa. Llegué a perder mucho peso, hasta 15 kilos, y una vez terminada la cuarentena me apunté en un gimnasio donde podía hacer todo tipo de entrenamientos. Le dedicaba unas seis o siete horas al día con el objetivo de esforzarme y siendo positivo de que algo bueno iba a llegar”, agregó el mallorquín.
Para llegar a la Liga Nacional tenía que haber un conector, además de un representante, alguien que hablara por él, que lo recomendara sin nada a cambio, de palabra, y así fue que su amigo Pablo Bertone, jugador actual de Instituto, les recomendó a varios agentes y entrenadores para que se fijaran en su amigo español.
“Una figura muy importante en todo esto fue Pablo Bertone, muy amigo mío, coincidimos en Palma de Mallorca en la LEB Oro. Le comenté que me gustaría tener la oportunidad de ir a un sitio profesional nuevamente y él me puso en contacto con Argentina, le habló muy bien a varios agentes para que me tuvieran en cuenta”, relató Antoni, pero la incertidumbre de qué iba a pasar con La Liga Argentina lo llevó a tomar otro rumbo.
“Todo eso estuvo en el aire porque no se sabía cuándo iba a empezar La Liga Argentina, por lo que decidí firmar en con el Cornella de Barcelona en la LEB Plata. Juego dos partidos, me va bien en lo individual y al mes me llaman de Argentino para el fichaje y no lo pensé ni un solo minuto”, manifestó el pivote.
Para jugar en Argentina, Antoni tuvo en cuenta el desafío deportivo más que lo económico y así lo argumentó: “Económicamente era mejor en España en cuanto al contrato, pero vine sabiendo que Argentino es un club que ficha a los jugadores más por darle la oportunidad de mostrarse que ir a ganar dinero. Con 30 años creí que era una oportunidad única, para mí ganar unos euros más en España no me cambiaba demasiado, no me hacían rico y lo que valoré fue la oportunidad que me dio Argentino y Matías (Huarte), él fue quien apostó por mí y  por estoy muy agradecido con el gesto del club y del entrenador”.

Inicios en Mallorca
Generalmente, en los basquetbolistas profesionales los inicios de cada uno datan de una temprana edad ya sea por una herencia familiar de jugadores de básquet o simplemente por iniciarse en un deporte desde muy pequeños. Para Antony Vicens Morey nada de eso ocurrió, el baloncesto se cruzó en su camino recién a los 14 años y a partir de allí una carrera meteórica en esos primeros días con la pelota naranja, rápidamente selección de Baleares (una provincia de España) y al poco tiempo la selección nacional española.
“Empecé a jugar muy tarde con 14 en un club de Mallorca que lo llevaba Juan Domingo De la Cruz, exjugador del Barcelona.  Comencé en su club y a las dos semanas ya me estaba llamado la selección de Baleares para jugar un torneo interprovincial de España y en verano me llega la citación a la selección nacional, lo que hizo que tuviera ofertas del Barsa, Madrid, Valencia, Estudiantes, Unicaja canteras ACB y me decidí  para ir a Estudiantes”, indicó sobre sus primeros pasos con el baloncesto Vicens.
Tras ese llamado, a la selección española lo esperaba  una historia de las más conocidas de su carrera al día de hoy, ya que fue testigo en primera persona de la fantástica actuación de un tal 
Ricky Rubio en el Europeo U16, donde firmó una planilla con casi 100 puntos de valoración con 51 puntos, 24 rebotes, 12 asistencias y 7 robo.
“Lo de Ricky fue increíble, un superdotado, cuando jugamos ese torneo él ya llevaba un año y medio en ACB. En la final fue la figura total metiendo 51, pero hay que recalcar que fuimos un bloque muy bueno, había días que Ricky no estaba fino y aparecía Alberto Jodár que metía 30 y estaba Armand Solé, todo teníamos nuestra parte, lo apoyábamos a Ricky en todo. Lo de la final es algo que nunca he vuelto a ver, es un cuento de fantasía que un chico meta 51 puntos, tome 24 rebotes, 12 asistencias y meta casi 100 de valoración”, recordó.
Todo esto contado se dio en el período de un año y medio como mucho, comenzó a los 14 y llegaron las citaciones a distintos seleccionados y a pesar de admitir que todo fue un poco sorpresivo, Antony sostuvo: “Las ganas y la intensidad que le ponía a todo me daba para hacer la diferencia en mis inicios. Ser competitivo también me daba un plus para estar en categorías más grandes que yo, pero mis ganas hicieron a que aprenda todo más rápido, tuve constancia y dedicación”.

Presente en la Liga Nacional
“En España llegamos a estar muy mal con la pandemia, pero no me había agarrado el virus, pero nomás que llego a la Argentina y a los siete días ya lo tenía encima al Covid”, comentó de manera risueña sobre su salvada del virus en su país y el rápido contagio que tuvo en la Liga Nacional con aquel episodio del contagio masivo en la Conferencia Sur.
Sobre las particularidades que encuentra entre La Liga Argentina y lo que puede ser en comparación con la LEB Oro, el oriundo de Mallorca expuso: “Acá en Argentina se juega muy físico, en España en cambio es todo más táctico, más pausado no tanto correr de punta a punta. Ahora mismo pienso que por cuestiones económicas es más alto el nivel de LEB Oro, pero pienso que si se ponen los mejores equipos de Argentina y los mejores de LEB Oro no habría tanta diferencia”
Historias que cruzan el mundo en el básquetbol, Antoni Vicens Morey de España a la Argentina, del ascenso español a la Liga Nacional, una ilusión que recorrió muchos kilómetros hasta llegar a Junín. Un nuevo desafío para su carrera en un club que está a la medida de cualquier aventurero, Argentino y Antoni con filosofías parecidas en busca de un mismo objetivo: llegar lejos dejando todo.

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